2:37 (La hora del suicida)

Encontré esta película por error, después de haber visto Elephant, leí sobre 2:37 y su parecido con la cinta de Gus Van Sant, fué así como me interesé por ver 2:37 y de una vez por todas conocer el porqué de dichas comparaciones entre ambos filmes.
Me llevé una increible sorpresa con esta película, sinceramente no creí que me fuera a enganchar tanto, desde la primer toma se muestra un parecido impresionante con Elephant, pero aquí a diferencia, conoces a los personajes y sabes el porqué de su personalidad.
En general fué una gran sorpresa haberme topado con esta película, que sin duda es dificil de olvidar gracias a las grandes sorpresas y fuertes pero reales escenas que contiene, que quieras o no, terminas aprendiendo de la vida y de la psicología en la adolescencia.
Muy recomendable.

Sinceramente para mi es un plagio de la obra de van sant (la cual me encanta), la misma forma de narrar la historia, casi los mismos planos, joder nano has querido hacer elephant metiendo un par de cambios... en fin, pese a todo le pongo un 6 porque la película aunque piensas que es un plagio descarado de elephant es entretenida y hay algunas actuaciones bastante conseguidas.

Se me ocurre que si hay algo peor que un moderno pretencioso sobrevalorado es un imitador de un moderno pretencioso sobrevalorado. Y aquí se presenta Murali K.Thalluri un fulano australiano al que se le iluminó la vida viendo "Elephant" y pensó "¡Qué leches, yo también puedo colocar una cámara detrás de estudiantes andando por un pasillo de instituto!". Y así nos sumerge en una de las peores pesadillas cinematográficas que uno se puede imaginar. Otro conjunto de adolescentes supuestamente realistas pero más falsos y mal construidos que un edificio de chicle. Es verdaderamente escandaloso la copia, el calco del soporífero estilo Van Sant y el agujero fílmico es más grande todavía si cabe que en la posterior e insoportable "Paranoid Park". No se puede resoplar más durante 90 minutos que lo que yo he resoplado. Habría aprovechado más el tiempo mirando una pared en blanco. Que al final me venga con dos truquitos facilones y pretendidamente impactantes no hace más que corroborar mi idea de que Thalluri es más falso que una monedita de 4 euros. Casi me dan ganas de ir a los videoclubs y rayar los discos por detrás pero bueno, mejor no le dedicaré ni un segundo más de mi vida a este deshecho en imágenes.

Hay que admitir que tiene muchísimo mérito que un niño de 22 años escriba el guión y luego dirija su propia película. Sería injusto no reconocerlo. Sin ir más lejos me imagino a mí mismo a mis 22... impresionante la empanada que tenía en lo alto. Lo que pasa es que como espectador te da igual quien dirija; como si quiere hacerlo un chimpancés. Lo verdaderamente importante es disfrutar de la película la mayor parte de cada minuto de ella. Y "2:37" pudo con mi paciencia en bastantes momentos.

En el minuto uno de película hay un cadáver en el baño del instituto. En el minuto 4 (o 5) retrocede el tiempo a esa misma mañana. A partir de ahí la cinta va saltando de un estudiante a otro (un total de seis colegiale/as), mostrando la cruz que carga cada uno de ellos. Y piensas; ¿y a quien le importa?.
Estando aún en la primera mitad de película ya parece que tu única misión es dejar sin opción a réplica que estos críos te coman la oreja. Para entonces sabrás que no habrá nada parecido a un desenlace. Los chicos se explayarán a gusto con sus preocupaciones hasta que al director le de la gana de cerrar el chiringuito sin haber contado nada en concreto.

Recuerda mucho a "Elephant" por el rollo pasillos, solo que en esta última te quedaba el consuelo de saber que en algún momento un par de ellos harían lo que tendrían que haber hecho en esta otra al cuarto de hora.

Pues eso, que aplaudo al chaval que dirige pero no en forma de buena nota.

Comienza planteándote un misterio, un asesinato o suicidio, y a partir de aquí los personajes para que descubras quién tiene más papeletas. Y te da igual porque todos lo merecen. No se salva ni uno, parece un instituto para retrasados o seres con severos problemas mentales.
No representa absolutamente ninguna novedad ni aporta nada en ningún sentido, pero lo culposo es que lo pretende. Carece de talento y es previsible, predecible y, por momentos, absurda. Técnicamente no está mal, me hace recordar Elephant, pero a partir de aquí, como digo, los personajes son una estupidez rotunda, el guión no es de ninguna manera creíble, los diálogos son propios de los 15 añitos y no de estos adolescentes sin cerebro. Si esto fuera poco, tenemos a los protagonistas haciendo declaraciones o siendo entrevistados, en un intento de dar dramatismo que no pasa de la desfachatez.