Memorias de Queens

Independientemente de que esté basado en un hecho real o no, el argumento de "Memorias de Queens", ya nos lo han contado mil veces en multitud de filmes; los jóvenes y sus -chungas- circunstancias, con pocas espectativas e ilusiones, marcados por la zona en la que viven, generalmente lugares deprimidos, con rivalidades que generan violencia en las calles, entre barrios, por temas raciales, y un largo etcétera de causas y efectos, ha sido y será un tema muy recurrente en cine.

Sin embargo, "Memorias de Queens", merece una reflexión aparte, por algunos motivos de
peso; por ejemplo, porque este argumento, esta basado en un libro escrito por el propio Montiel y Queens es el barrio donde este creció, y así, nos invita a descubrir su propia experiencia personal, plasmada en celuloide. También, por la impecable fáctura técnica, y de la mano de un director que presenta en sociedad su opera prima, marcada por unas acertadas dosis de sobriedad e hiperealismo; el film tiene momentos excelentes, con aires de película mayor. Mencionar asimismo, la más que correcta ambientación ochentera, y no podían faltar, aunque escasas, algunas buenas músicas acompañando.

En cuanto a las interpretaciones, LaBeouf, Palminteri, y Rosario Dawson, por este orden, hacen un papel más que interesante, Robert Downey Jr, ni fú ni fa, aunque la dramatización en general de momentos clave en el metraje, es estupenda, y sí, realmente el trabajo actoral, incluídos los secundarios, funcionan correctamente. Desconozco por otro lado, que "padrinos" avalan a Montiel, para que en su primer film, cuente con un elenco tan interesante; de momento, Sundance, Venecia y Gijón, con premios principales, dan crédito con su reconocimiento a la cinta, pero como todo, el tiempo lo pondrá en su lugar, aunque hay que reseñar que el inicio de Montiel, es como poco, prometedor y es que pienso, que la cinta rezuma muchos indicios de calidad.

Inevitable en este caso, el también muy manido uso del flash-back, pero totalmente justificado, y presentado con suficiente sutileza, sin llegar a resultar un coñazo, gracias al cual Montiel, de la mano de Downey Jr, basa la estructura narrativa -y autobiográfica- del film; por otro lado, la contenida duración del metraje, se agradece, y demuestra que se puede contar una buena historia, sin extenderse demasiado.

En definitiva, tiene cierto mérito, el presentarnos un argumento contado en infinidad de ocasiones, pero sin caer en ciertos clichés y tópicos, con el riesgo de convertirse en un calco, o en algo ya visto con anterioridad, pero en este caso, y contando con esas ciertas particularidades que la distiguen,-no exenta de momentos de calidad-, y la "L" en la chepa del director, el poso que deja, es realmente satisfactorio, con un resultado global, más que interesante.

Merece la pena.

Memorias de Queens viene avalada por el reconocimiento de crítica, festivales, y por la puntuación y críticas de esta página parece que también por el público. Es por eso que en mi caso la decepción sea considerable.
La película cuenta una historia vista muchas veces antes, ya sea en Estados Unidos, España o cualquier otro lugar. La de un grupo de jóvenes de barrio que se mueven en ambientes que bordean la delincuencia, y con situaciones familiares normalmente complicadas. En ese sentido la película funciona, jugando con eficacia con todos los tópicos de este tipo de historias.
La película combina dos tiempos, ya que también nos muestra a los mismos personajes años después, víctimas todavía de su pasado. Esta parte no tiene el interés que se podía esperar, rompiendo el ritmo de la película en varios momentos.
Pero lo realmente molesto de la película es la obsesión del director y autor de la película (ya que es totalmente autobiográfica), de ser poético, original e independiente en todo momento. Si uno consigue todas estas cosas sin que se note el resultado seguramente es brillante, pero cuando cada dos minutos ves como el director intenta ser original, y sobre todo que se vea que es muy independiente, la cosa cansa un poco. Y de esta forma el director se carga buena parte del interés que la película podía haber tenido.
Tiene la suerte de contar con un buen reparto, en el que la naturalidad de los jóvenes se impone al dramatismo de los adultos, con la excepción de la siempre maravillosa Rosario Dawson.

El film de Dito Montiel se siente como un diario personal, una experiencia muy intensa y muy cercana y los jóvenes interpretes, al igual que los adultos, logran hacernos sentir en nuestras propias carnes las duras vivencias de las que al autor fue testigo en primera línea en su día.
Al igual que Susan Hinton en su novela Rebeldes (llevada al cine por Coppola), nos hablan de unas adolescencia difícil, en un lugar donde la violencia es el desayuno, la comida y la cena servida en plato frio diario, lleno de rivaliades, bandalismo, drogas, maltratos, sueños imposibles y amistades peligrosas.
La película, sin ser una obra cumbre, se defiende bastante bien, llega al espectador y además está dotada del realismo que necesitan esta clase de películas.
El problema es que nuestra generación estamos de algún modo acostumbrados a ver miles de estas sitaciones en la televisón o en la misma calle, con lo cual el impacto es menor, pero por ello no hay que quitarle mérito al film.
Otro aspecto a destacar es la interesante vuelta al infierno del que se huye, el viaje a través de los recuerdos... un Robert Downey Jr. excelente que nos tiene espectantes de su amor-odio con su padre.
Reconozco que el inicio no me enganchó, pero según va corriendo el metraje y se profundiza en cada uno de los personajes entramos a formar parte de la historia que nos cuentan, como su fuesemos uno de ellos.
Mención especial por mi parte al personaje de Frank, creo que otorga a la película el toque entre cómico y desenfadado al principio, volviéndose después en un personaje que desencadena la partida de Dito del barrio de Queens.
Una buena apuesta interesante y entretenida, además de ser una historia con sentimiento.
Podría considerarse la versión más moderna de la película de Coppola, Rebeldes, más realista, sentida y mostrando no sólo la joventud sino también las consecuencias en el futuro de estos pobres muchachos.

Me puse a ver “Memorias de Queens” ayer por la noche, sin muchas ganas, de esas veces que te pones a ver algo para coger el sueño más que para otra cosa.

De hecho la primera media hora de la película la vi tumbado en la cama, con varios amagos de apagar el televisor, porque aparte de que me quedaba dormido, la peli me estaba pareciendo una mierda de las peores.

En la segunda parte de la peli (del minuto 30 al 60) se me empezó a quitar el sueño y me vi obligado a incorporarme, así que me senté en el borde de la cama y me encendí un cigarrillo, la cosa no pintaba mal.

En la parte final, no sólo no perdía detalle de lo que pasaba en la pantalla sino que además me cogí una silla, el paquete de cigarrillos y un cenicero, y me puse enfrente de la tele hasta el final.

…

El reparto juvenil está perfecto.

Es una buena película que en algunos momentos parece aburrir un poco, pero que luego recupera el interés por la historia cuando empieza a contar su protagonista lo que el destino deparaba a muchos de los personajes. Los actores son buenos, o al menos realizan su trabajo de forma impecable, tal como vienen haciendo siempre los más conocidos interpretes del film y algunos de los debutantes, destacando la labor del director Dito Montiel, que hace una biografía de sí mismo; todo un manifiesto del recuerdo de los años de adolescencia en los 80.
Para saber el título que le he dado a la crítica, mas os vale que veais la película, pues radica en el personaje de Chazz Palminteri.