Millennium Mambo

Sería sobrevolar su superficie decir que cuenta con una de las mejores secuencias de apertura de la historia del cine. Hipnótica.

El montaje, la distancia temporal entre lo que anticipa la voz en off y lo que nos es representado, da cuenta de la perseverancia y la impronta de los matices de cada recuerdo al que solemos volver para reconstruirnos. Una melancólica y poética concepción del pasado y las emociones que asociamos a cierto momento. La pregunta por cómo se puede representar ese sentimiento a través de la duración del plano.

Su manejo del tiempo en las secuencias es único, siendo una delicia disfrutar del movimiento de la cámara y la música en las partes sin diálogos. Y esa marca en la nieve, como huella de un tiempo que no volverá. El pasado viciado en la memoria y el futuro incierto se dan cita para expresar, para significar a través de un afecto que nos atañe, nos interpela y revela algo de nosotros mismos en las imágenes, pero no para cerrar arcos narrativos bajo la promesa de que lo que vendrá será reconfortante.

Creo en la experiencia estética, en la sublimación a través del arte. Creo en su magnetismo, en la poética de su cine. Gracias Hou Hsiao-Hsien.

@laquimeracultural

Es el cambio de milenio y en Taiwán como en el resto del planeta, los adolescentes siguen drogándose, bebiendo, peleándose, amándose, bailando y sintiéndose perdidos en un mundo que no les comprende. Hasta aquí el señor Hou Hsiao Hsien no presenta nada nuevo, la clave de la cuestión es el envoltorio en el que nos lo presenta. Un envoltorio oscuro como la boca de un lobo y aburrido como una partida de ping pong entre un tipo sin brazos y un ciego.
Aburrido porque las conversaciones que mantienen entre ellos son del tipo Superpop y porque las situaciones son tan cotidianas que podrían aparecer en cualquier consultorio sentimental de dicha revista, y seria mas o menos como sigue:
Pregunta- Mi novio es muy celoso, espía mis llamadas y mis facturas y además me olisquea cuando llego a casa.
Respuesta- Tu novio no es que sea de un mundo y tu de otro, tu novio es gilipollas.
Además el director este hace saltos temporales cuando le sale del nabo y presenta situaciones que luego se da el lujo de olvidar y pretende que nosotros las olvidemos también.
Pues no amigo, conmigo no cuela y me acuerdo de que la policía estaba registrando la casa de uno de los personajes por un robo y que en la siguiente escena no hay policías y ni siquiera están en el piso, y que la cuestión no vuelve a relucir por ningún lado.
Ahora comprendo la etiqueta de made in Taiwán que llevan muchos productos de escasa calidad.

Millenium Mambo es básicamente la modernidad y contemporaneidad cinematográfica mal entendida. Con un lenguaje visual pretencioso, totalmente anárquico, lleno de planos desenfocados y movimientos de cámara erráticos, el ritmo es soporífero. Cabría esperar entonces que el guión aportara riqueza al trabajo final, pero resulta que la cinta está llena de redundancias y déjà vus. La banda sonora es insufrible la primera hora de metraje, con la música máquina como concepto argumental. Y el "original" recurso del tabaco perpetuo es irritante. Lo único realmente interesante es la enfermiza obsesión de un novio celoso y maltratador que controla a la protagonista, incluso oliendo su cuerpo para saber dónde y con quién ha estado. Todo lo demás es como un bucle sin sentido y sin mensaje.

Para mi, es una película sin argumento, sin guión, sin risa, sin llanto. Es de las películas más huecas que he visto en mi vida.
Los personajes son auténticos desconocidos al final de la película, lo cual da muestras de lo poco que transmiten. Únicamente se salva Shu Qi, que más o menos da a entender lo que pasa por la cabeza de su personaje.
Tiene algún momento de interés, alguna secuencia; pero en 100 minutos, me parece un tanto excaso. Y los silencios...uff,....los silencios. Creo que de los 100 minutos, al menos 40 o 45 son en completo silencio; supongo que para que parezca cine de autor. El resultado: un sopor insoportable. Y qué decir de esas escenas, con la cámara fija siguiendo al personaje a lo largo de la habitación, y quedándose quieta cuando ella se sienta, viendo cómo fuma, como mira al infinito. Con 10 segundos nos hubiera bastado. ¿Era necesario estar ahí, observando, un minuto entero?. Uf, de verdad, a partir del minuto 30 estaba deseando que acabara. Me dan ganas de ver "Dos tontos muy tontos", a ver si se me anima el día.

Lo siento, pero no voy a ser sutil ni reflexivo en esta crítica.

Les juro que NO entiendo lo que ven los malditos críticos de cine en este film ni en los millones de films similares que paren los cineastas asíaticos. Esta película tiene un ritmo tan cansino que anestesia, resulta ininteligible, trata de ocultar su oquedad con una pomposa voz en off e incrusta momentos de corte videoclipero para intentar dar enjundia al resultado final.

Puede que la película transmita un ambiente, un estado de ánimo o lo que sea, pero no narra nada. No cuenta una historia.

Les aconsejo que la vean después de tomarse varios cafés cargaditos. No es precisamente cine de entretenimiento.

Mejor: les aconsejo que NO LA VEAN.