La muerte en este jardín

Curiosa película de encargo del maestro Buñuel, una clásica historia de mineros, huelgas y ejército. También el héroe de tierra extraña que viene para marcar el camino y seducir a la chica buena, pero habrá una cortesana de salón dispuesta a poner difíciles las cosas. De hecho, si la encontrásemos zapeando una aburrida tarde de domingo, el espectador desorientado podría tener dificultades en reconocer el sello de su autor.

Sin embargo, la calidad es visible en varios momentos de este marco convencional y unos personajes de retablo. Especialmente, una vez la trama se desarrolla en la jungla, un marco salvaje y de supervivencia, donde su cámara se quita todos los corsés previos y disparos, justo a tiempo para dejar alguna imagen visual de gran relevancia y belleza. Aquí sí resulta evidente la impronta de quien hay detrás del asunto.

La mort en ce jardin es una nota a pie de página en su filmografía, aunque tiene algún toque deicida en su manejo de la Biblia, basándose en una novela de búsquedas de diamantes con el mismo título que la obra cinematográfica que hoy nos ocupa.

Una historia de aventuras, perdiciones femeninas, tesoros de Sierra Madre y sacerdotes perdidos en olor a madreselva.

Sigue siendo interesante, a pesar de sus limitaciones. Sigue siendo Buñuel.

En un país minero latinoamericano, un aventurero europeo (Marchal) se enfrenta a la represión dirigida por el capitán Ferrero, huyendo a través de la selva amazónica junto a la prostituta Dijin (Signoret), el rebelde Castin, el padre Lizardi y la joven María... Para mí una de las películas más flojas de Buñuel, una coproducción franco-mexicana de notorio reparto. Se queda como un colorido film de aventuras mucho más político que surrealistamente vivo, dónde el lado pasional no acaba nunca de desbordarse, ni para bien ni para mal.

Film del maestro Buñuel, en su etapa mexicana, aunque en esta ocasión, como hizo varios años más tarde, en coproducción con Francia.
Es una película que, para comenzar, hay que decir que es bastante entretenida e interesante aunque un poco deslavazada o así parece tal y como suceden los acontecimientos.
Podría haber sido más sobria, no en vano la mezcla de cine de aventuras con el social y el puramente dramático en cuanto a los choques de sentimientos entre los diferentes personajes, cada uno/a de su padre y de su madre, está mostrada de forma desigual.
No convence en su totalidad, a pesar de su aspecto visual pulcro, no en vano la fotografía de Paul Misraki luce en todo su esplendor. Pero también es cierto que la narración es un tanto arrítmica, beneficiándose de las buenas interpretaciones.
El ejemplo de cómo un film está bien, pero podría haber sido mejor, más consistente.

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México como escenario real (simulando ser Brasil) y Francia como producción. Así solucionó Buñuel una de sus películas alimenticias que olvidó casi inmediatamente después de su difícil realización. Solo han sobrevivido a la historia la presencia de un gran elenco francés y mexicano y secuencias como las de la foto de París, maravillosa, y la serpiente devorada por las hormigas.