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Boyhood (Momentos de una vida)

Drama Historia dramática que recorre 12 años (2002-2013) de la vida de Mason (Ellar Coltrane) de los seis a los dieciocho. Durante este periodo, se producen todo tipo de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, desilusiones y momentos maravillosos. Un viaje íntimo y basado en la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 359
Críticas ordenadas por utilidad
27 de septiembre de 2014
64 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película ‘Boyhood’, escrita y dirigida por Richard Linklater, nos habla de la Infancia, en un sentido amplio. El título y el nombre dado en la ficha técnica a muchos de sus personajes (Mom, mamá; Dad, papá; Grandma, abuela) nos hablan, a las claras, de las pretensiones del autor. A partir de esos apelativos cariñosos desea establecer un arquetipo familiar. Sólo falta que Lorelei Linklater, hija del propio director, figurara como “hermana” y no como Samantha. La apuesta es hábil: ¿quién no utiliza esas palabras en su vida personal? El anzuelo está servido: la Infancia es la de todos. Te cuento mis vivencias y evoco al tiempo tu pasado. Un muy grato comercio artístico de intimidades: la melodía del autor tendrá, como caja de resonancia, el entramado de recuerdos del espectador, de cada espectador.

‘La infancia de Iván’, de Andrei Tarkovski, nos habla de la infancia suprimida y las costillas de un niño con mirada y mueca de adulto prematuro. Una película y un niño profundamente enraizados en la geografía –emocional y física– de su país de origen. Por medio de la infancia de ese niño, tan ruso, alcanza el infinito. De lo particular nos lleva hasta lo universal. Imprime en nuestra alma la idea de la infancia y de su amputación irreversible. No importa que no hayamos vivido ni guerra ni orfandad, la historia que nos muestra permanece.

Linklater, sin embargo, partiendo de un título e idea generales, se queda confinado en lo particular. Su película es estrechamente americana.

Buen pulso narrativo, color local y un interminable desfile de tópicos americanos, o, más bien, norteamericanos, estadounidenses incluso. Los sacrificios y sinsabores de esa madre presente (Patricia Arquette), los gestos, exclamaciones y discursos de ese padre ausente (Ethan Hawke), las celebraciones familiares, los colegas, el “insti”, las inquietudes artísticas, la hermana repelente, la novia, el jefe, el profe de fotografía, el padrastro, el novio militroncho de la madre, las mudanzas sucesivas (podrás cambiar mil veces de ciudad, mas no hallarás otra tierra ni otro océano, que diría Kavafis)… Todo suena a música repetitiva y algo rancia. Alcohol y humo, pensamiento ‘teen’ y personajes sin sustancia verdadera.

Estamos tan acostumbrados a dar por sentado que los valores USA son el universal concreto de este mundo, que damos por bueno que un partido de béisbol o un baile de graduación sean sumamente interesantes… Y cuando Linklater decide no mostrarlos casi nos parece subversivo.

[Estados Unidos, con sus luces y sus sombras, no será nunca mi país. Para bien o para mal, soy europeo. Y no creo que las risas enlatadas le aporten calidad a una sitcom.]

Lo local, en principio, no suele incomodarme. Salvo que se quiera hacer de ello un valor supremo universal. Y, a mi modo de ver, Linklater lo pretende en esta cinta. Más que grandilocuente, resulta artificial. Aunque se intuya la verdad propia y personal de los sucesos y anécdotas narrados.

El guión es sólido y no convincente. Las réplicas, tan medidas; los discursos, tan perfectos. Mason no gana el concurso de fotografía, queda cuidadosamente finalista. Así mejor, más natural. Escenas que hacen resaltar la pulcritud del andamiaje.

La cinta no carece de virtudes. Más bien diría que no posee, plano a plano, defectos apreciables. Ellar Coltrane da bien el papel que se le asigna. Los cortes –más que elipsis– temporales no molestan. El material rodado a lo largo de los años empasta sin fisuras (no es mérito pequeño). Las casi tres horas transcurren sin disgusto… ni pasión. Ni escenas deplorables ni grandes momentos de hipnosis cinematográfica. Un gatillazo tibio, o una faena pulcra y aseada, como ustedes prefieran.

===

Doce años. Igual que Claude Lanzmann en la preparación de Shoah. Pero ahí, la forma, iba abriéndose camino a través de personas y países: testimonios y lugares rigurosamente precisos e individuales que alumbran ese fresco universal.

En ‘Boyhood’ siento que la forma ya no busca. Se limita a esperar a que crezcan los actores.
Servadac
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14 de septiembre de 2014
54 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aún no ha acabado el año y muchos ya han proclamado a Boyhood como la mejor película de 2014. Puede que lo sea. Lo único que sé es que yo, por primera vez en la filmografía de Linklater, no he sentido la historia. Me ha dejado frío en su mayor parte.

Y ojo, debe de ser problema mío, estoy seguro. La idea es tremendamente interesante en su forma, pero lo cierto es que, si quitamos eso, no encuentro nada verdaderamente original. De hecho, a veces es incluso demasiado tópica (pondré algunos de los ejemplos que más me han molestado en la sección de spoilers). Probablemente el uso de estos tipos tan manidos (por ejemplo, no se puede ser un chaval más prototípico que el protagonista) sea la forma más fácil de universalizar la película, de dejar claro el mensaje que pretende transmitir y de conseguir que la mayoría de la gente conecte con la historia.

Porque desde luego, la película se dirige directamente a eso, a la respuesta emocional mediante la identificación con el protagonista. El problema es que lo hace a través de ideas ya vistas demasiadaas veces en otras películas pero hilvanadas en un proyecto que es ambicioso, sin duda alguna, con varias escenas bastante buenas dispersas en casi tres horas, pero no colosal. Mucha gente conectará con esta película en algún momento, y entiendo perfectamente las notas tan altas que se está llevando en todas las páginas de cine, pero yo no lo he sentido. Y no quiero decir con esto que yo sea mejor o peor que el resto de espectadores por ello. Simplemente no ha ocurrido. Tal vez sea porque mi infancia y la de este chico no tienen demasiado en común, o porque la sensación de déjà vu me impedía meterme de lleno en la historia, o porque tanto el actor protagonista como el resto de los actores (y personajes) jóvenes me parecen algo simplones, o porque mis expectativas eran demasiado altas después de que me la pintaran como la obra maestra de nuestro tiempo, o tal vez haya sido una mezcla de todo.

Obviamente, también sé reconocer sus méritos. Son innegables la ambición, la paciencia y la disciplina que se necesitan para trabajar en un proyecto como este durante tantos años, y eso es algo que hay que aplaudir. Ethan Hawke y Patricia Arquette lo hacen bastante bien. Es una pena que no tengan más con lo que trabajar. El montaje es muy bueno, y hace que los años fluyan con naturalidad. Hay un par de planos secuencia interesantes, que recuerdan a la maravillosa trilogía de Before. También recuerdan a ella ciertos diálogos brillantes, casi todos recitados maravillosamente por Hawke en la primera mitad de la cinta. En la segunda mitad, el peso de ellos recae sobre los hombros del protagonista, pero por desgracia no me resultan convincentes. Está claro que Mason no es Jesse. Por desgracia, en buena parte del metraje estos diálogos se echan en falta. Personalmente creo que hay muchas más reflexiones y mucho más originales, honestas e interesantes en Before sunset (que dura 80 minutos y ni siquiera me parece la mejor de la trilogía) que en los 165 que dura Boyhood.

En definitiva, que me cuesta mucho puntuar esta película, porque toda ella se cimenta en la figura del protagonista, y el protagonista no me parece lo suficientemente carismático. Veo su vida y no me molesta, es más, me entretiene, cosa que tiene mérito tratándose de casi tres horas, pero a diferencia de otros trabajos que lidian también con la infancia, como Los 400 golpes o Cinema paradiso, Boyhood no me emociona lo que debería. Qué se le va a hacer.

Calificación: Pasable
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Dabi
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27 de septiembre de 2014
63 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y YO QUE PENSABA QUE MI NIÑEZ HABÍA SIDO ABURRIDA. Al lado de la de este pibe, la mía parece la del Joven Indiana Jones.

LA REALIDAD ES ABURRIDA. Los humanos vamos al cine para ver a personajes extraordinarios, o para ver a personajes cotididanos en situaciones extraordinarias. Amamos el MELODRAMA. Por eso nos clavábamos las tardes frente a la tele viendo "Aquellos años maravillosos" para ver si Kevin finalmente le partía la boca a Winnie, o en el cine seguiamos apasionados a un grupo de niños en busca de un cadaver en "Cuenta conmigo" de Rob Reiner. Porque hasta los relatos de iniciación necesitan esa chispa de melodrama que les otorgue vida.

Salvo en el breve segmento de violencia doméstica -el único realmente interesante-, en Boyhood el melodrama brilla por su ausencia. Son una sucesión de escenas intrascendentes, con un grado muy alto de inconexión entre ellas. La gente se queja de que esta parte del padre abusador es manipuladora y está llena de tópicos y estereotípos. Aunque es verdad, prefiero que me manipulen un poco, antes de que me hundan en el sopor.

Por eso no está a la altura de la célebre Trilogía del "Antes de". Los intercambios filosóficos sobre la vida entre Céline y Jesse durante sus caminatas nos parecían tan interesantes, porque los escuchábamos llevando con nosotros en el fondo de nuestras cabezas una intriga que nos inquietaba: "¿Qué terminará pasando con estos dos? ¿Se van a liar entre ellos o no?"

En Boyhood tenemos la misma clase de conversaciones, pero con personajes que nos importan un bledo y a los que no les sucede nada interesante. El único drama del film es ver envejecer paulatinamente a Patricia Arquette, que para los que nos enamoramos de su juvenil belleza de otros tiempos, es toda una tragedia, che.

No ayuda a la película que los tres personajes interesantes, el padre Ethan Hawke, la madre Patricia y la hermana Lorelei -la hija del dire- son justo los secundarios, mientras que el personaje principal sobre el que gira la historia, es un apático flaquito que parece un zombie al que le hubieran robado el alma.

Que se haya rodado durante el transcurso de 12 años con los actorcitos creciendo, me parece nada más que un gimmick curioso que no le aporta ningún valor intrínseco a la película. ¿Acaso no vimos algo parecido con la saga de Harry Póster, digo Potter? La diferencia es que acá esas partes están editadas en un mismo film en lugar de en varias entregas. Y que feo para un niño ser esclavo del proyecto de Richard Linklater durante una docena de años. ¿Y si después cambiaban de parecer y querían hacer otra cosa? ¿Y si a la mitad descubrían que no querían ser actores? Leí en algún lado que Lorelei le pedía a su padre que la borrara del proyecto porque estaba re podrida. ¡¿Es que nadie piensa en los niños?!
Giskdan
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18 de septiembre de 2014
68 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya me estoy imaginando la escena, ¿Habéis visto Boyhood? Que buena es eh, sabías que la rodaron en 12 años pero solo hubo 40 días de rodaje??El niño lo hace genial! Me encanta esa película.....

La realidad sin embargo es que fuiste a ver la película al cine y no te quedaste dormido de milagro. A medida que pasa el tiempo vas pensando... Ah! ahora pasará algo, (no pasa nada) Ah!! AHORA SÍ que pasa algo seguro, (vaya, tampoco). Al haber visto las magníficas críticas que tiene, intentaste sacarle puntos buenos fijándote en cosas que tú (un espectador medio) nunca te has fijado. Está muy bien rodada, silencios profundos, buenos actores, paisajes hermosos.... pero la verdad es que has bostezado ya 3 veces y no han pasado 30 minutos. Cuando llevaba una hora miraste el reloj por primera vez y a partir del minuto 90 lo mirabas cada 30 segundos deseando que terminara y poder escribir a tus amigos diciendo que es un peliculón..

Como podéis leer no salgo muy contento de esta película. No considero que sea mala ni mucho menos, pero no entiendo su mensaje, ¿Qué quiere transmitir? No es una película triste, no es una película graciosa, no es una película de intriga... Boyhood es la típica película donde toda persona que no entienda de cine se puede lucir alegando haber visto una obra de arte; es ideal para comentar en un grupo de amigos con gin tonic en mano y vanagloriarte de tu sabiduría sobre el séptimo arte cuando en realidad no te ha gustado lo más mínimo.

Desde aquí hago un llamamiento a los espectadores medios (como yo) a que si ven esta película digan abiertamente que no les ha gustado. No pasa nada!! No seremos unos expertos en cine, pero somos sinceros y decimos lo que pensamos.
Felicao
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14 de septiembre de 2014
82 de 129 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tengo en la mente otra palabra después de ver esta película que DECEPCIÓN. Me siento estafada después de tantas críticas ensalzadoras y a todas luces exageradas y sobrevaloradísimas.
No le encuentro sentido ni como experimento cinematográfico (que fue lo que en un primer momento despertó mi curiosidad) ni como "bildungsroman" o camino vital porque la trayectoria que presenciamos durante casi tres soporíferas horas no llega a ninguna parte ni tiene ninguna finalidad. Seguimos al protagonista desde la Primaria hasta la Universidad, muy bien, pero ni le sucede nada trascendental en su vida ni nada de lo que dice o hace tiene interés ninguno ni el director, las interpretaciones o la fotografía lo hacen interesante al espectador. Él es un sosainas inexpresivo que no transmite nada y su hermana una cabeza hueca. Ninguno de los dos vocaliza y a los dos dan ganas de espabilarles de un guantazo.
Lo que tan ampulosamente están denominando "obra de arte" y película revelación del año pretende ser una lección sobre el vertiginoso transcurso del tiempo pero hasta la metáfora fotográfica o el alusivo "carpe diem" del diálogo final están hechos de sal gorda. "What's the point of all this?", le pregunta el pasivo adolescente a su padre en un momento de la historia. ¿Cuál es la finalidad de este muermo? Ninguna en absoluto.
roqsk8er
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