La mujer X

Resulta algo difícil enfrentarse ahora a este tipo de propuestas desde la percepción de unos valores tan radicalmente diferentes a los que se defendían hace cincuenta años.
Este melodrama folletinesco conjuga alrededor de la protagonista tal cantidad de desdichas, sacrificios y descenso a los infiernos en aras de preservar la dignidad y orgullo del hijo querido que casi resulta imposible no impacientarse con la señora por su empecinamiento en resignarse a su destino sin batallar.
Porque eso es lo que representa Lana Turner en esta película desde el inicio hasta el fin. A la mujer resignada y débil en sus flaquezas, honesta y sumisa, pero capaz de sacrificarse por completo en su amor de madre para conmoción y admiración de un público ávido de emoción.
Yo por mi hijo, ! me maaatooo!. Y todos nos rendimos impresionados.
Este es el modelo de mujer y de madre que entonces se promovía como el ideal y amoroso.

Con un marido que la tiene muerta del asco y que cuando regresa después de meses de ausencia primero pregunta ¿dónde estabas? y una suegra manipuladora y dominante que vigila y ordena cada uno de sus actos, yo no puedo menos que indignarme con la señora cuando acepta tan débilmente ese acuerdo de renuncia y marcha hacia el exilio.
Yo no comulgo con este prototipo de mujer ni creo que con eso beneficie a su hijo. Lo siento mucho.
Yo admiro más a las madres luchadoras que plantan cara y enseñan las garras ante todo y ante todos aunque ello suponga que su pequeño tenga que abrir los ojos ante los que pretenden separarlos. Una madre muerta nunca es mejor que una madre pecadora dijeran lo que dijeran entonces.

Fuera de esta cuestión este drama funciona bastante bien si asumimos todos esos mecanismos detonadores dramáticos algo afectados y apabullantes y su progresión es conducida con habilidad por su director que sabe mantener la atención del espectador haciendo que se involucre en los sentimientos de su protagonista.
La historia resulta frágil en su verosimilitud pero, una vez asumida, se disfruta.
La Turner ofrece una actuación digna y resulta curioso verla en este papel que acentúa una progresiva degeneración física a la que no estábamos acostumbrados. Yo no recuerdo haberla visto en ningún otro papel que no luciera un peinado y maquillaje impecables.
Forsythe resulta muy soso e inexpresivo, en ningún momento llegas a creer que pudiera quererla ni un poquito.
La madre me hubiera gustado que tuviera más participación. !Las malas que hacen maldades me gustan tanto!.
El papel del hijo en el tercio final me gusta mucho. Es exactamente lo que uno imagina que tiene que ser.
En fin, un drama de esos, de llorar, pero aquí tengo que discrepar con algunos compañeros críticos que afirman que si no lloras es que tienes el corazón de piedra. Yo no he llorado y les aseguro que me resulta fácil emocionarme y que mi corazón es tan tierno como el de ellos. O lo era.

Sin entrar en consideraciones de como estaba cambiando el cine (y no solo en Estados Unidos) en la fecha que se realizó este tremebundo, reaccionario y moralizante melodrama, La mujer X es un fallido intento por parte del productor Ross Hunter de resucitar el éxito de los memorables melodramas rodados por el genial Douglas Sirk tan solo unos pocos años antes. Pero resulta evidente que cualquier parecido (profesional al menos) entre David Lowell Rich y Mr. Sirk es pura coincidencia, y los resultados pese a contar con elementos de produccion similares están a años luz. La dirección de Lowell Rich es enfática,poco imaginativa, subraya excesivamente algunos detalles innecesarios y carga las tintas en los aspectos mas truculentos, dando como resultado un melodrama chusco, nada elegante y por momentos insufrible (las escenas finales entre madre e hijo son de verguenza ajena).
Queda eso si, salvándose del desastre la maravillosa Lana Turner, bastante convincente en un papelon que hubiera hecho las delicias de la mísmísima Susan Hayward, y un melodrama anacrónico y tan incoherente que visto sin prejuicios resulta muy divertido e incluso disfrutable. Un ejemplo de cine de otra época que nació ya viejo, y que hoy parece una reliquia. Eso si, los fans de Lana Turner (espero que le quede alguno más que yo) pueden disfrutar de su glamour en los primeros 40 minutos de película, y de sus esfuerzos, infructuosos pero meritorios, por hacer uan buena interpretación. La maldita obsesión de las grandes estrellas por ser consideradas también actrices...