Brannigan

John Wayne nunca jugaba sucio, y eso en el 75 ya se sabía de sobra. Al Duque no le gustaba que se abusara en exceso de la violencia, y esas películas que empezaron a darse en los 60 aupadas por Sam Peckinpah, Sergio Leone y por ende a Clint Eastwood, como que no le iban mucho. Él era un tipo muy conservador, y había que guardar las formas, así que esos personajes fríos, violentos y caraduras no encajaban con él. Los tiempos habían cambiado, pero él ajustaba los tiempos a su forma de pensar.

La película no es gran cosa, tiene un comienzo pesado, aunque guarda momentos donde se ve la pericia de su director, que tiene alguna que otra interesante película. Esa escena de noche con la lluvia donde el asesino a sueldo se aproxima con el coche es una prueba de ello. Acto seguido también vemos el recurso de la cámara lenta, usando el sello de Peckinpah pero sin su violencia, como ya decía anteriormente.
La pelea a puñetazo limpio en la taberna es otra clara muestra del cine en el que se había curtido su protagonista, y del cual no iba a abandonar nunca, pues nos recuerda a sus trabajos con el maestro Ford.

No le veo mucho más a esta película, que sería la segunda de temática policíaca que haría John Wayne, un año atrás rodó "McQ".

Mi nota; 5'5

En una noche de cine clásico, me vi también Brannigan, una película de acción con un maduro John Wayne saliendo de EEUU y ejerciendo su profesión en Londres.
Brannigan es un policía de la vieja escuela y sus métodos no gustan a sus superiores, tratan de apartarlo, de darle vacaciones, una fórmula que se repite una y otra vez cambiando de protagonista, pero es una premisa del cine policíaco.
Me resultó un poco aburrida al principio y me entró pero en cuanto vi el Jaguar E-Type negro, mi reciente afición a los deportivos biplaza, me hizo aguantar despierto. Leí que es uno de los coches más bellos jamás construido, no estoy del todo de acuerdo, aunque sí es más bonito que mi italianini.

John Wayne estaba ya mayor, pero le dio una buena réplica a Clint Eastwood que por aquellos años interpretaba a Harry el sucio. Quien realmente está bien es Richard Attenborough, un papel muy divertido.
El pequeño papel de Mel Ferrer y sobre todo el de Daniel Pilon en un papel que me recordó a otros parecidos de la misma época, del estilo de Chacal, cierran un gran reparto que junto con un mas que aceptable guion, consiguen que una película no muy conocida, de más de 40 años, se deje ver.

Lo que más me gustó, aparte de las escenas donde aparecía el E-type, fueron las escenas rodadas en el centro de Londres. Me pasa lo mismo con películas españolas y americanas, aunque estas ultimas abundan y todos conocemos cómo han cambiado las principales ciudades estadounidenses en los últimos cincuenta años. Pero ver Londres en el año 75, son imágenes históricas.

Sencillo. breve, frío, directo, intenso, dinámico, emocionante, previsible y ajustado Thriller policiaco, en el que un veterano y cuestionado policía de Chicago de origen irlandés, debe intentar detener a un peligroso criminal.

Puede que no sea una gran obra maestra, pero los responsables de la película, saben jugar sus cartas y despertar la atención y la simpatía de los espectadores, gracias al encanto y gancho de su protagonista, John Wayne.

Douglas Hickox y los responsables de la película, van directos al grano y presentan de una forma sencilla y eficaz, las personalidades e intenciones de sus protagonistas.

Algunas situaciones de la trama y su desarrollo, se pueden antojar forzadas e insulsas, pero se disfrutan si nos dejamos llevar por su ritmo y desparpajo.

Es de esos productos para el consumo fácil y que no requieren un análisis muy profundo, el argumento peca de simple e intrascendente, haciendo que todo lo que pretende contar se vea con la misma facilidad que se olvida.

Tiene un toque desenfadado y pasajero que se agradece, pero hace que la historia que pretende desarrollar no llegue a funcionar por completo.

Me quedo con el ritmo frenético de las secuencias de acción y con ese toque desenfadado del conjunto.

Por su temática, estilo visual y por la presencia de algunos intérpretes habituales del cine de ciencia ficción y acción, como: John Wayne, Richard Attenborough y Mel Ferrer, me atrevo a decir que es una de esos productos ridículos, con los que Quentin Tarantino, pudo llegar a disfrutar en algún momento de su juventud.

Brannigan, queda como un increíble y entretenido relato de intrigas criminales con un portentoso, John Wayne.

Rodada en el año 1975 "Branigan" se engloba en ese grupo de películas prescindibles que rodó John Wayne en su etapa final de las que únicamente podrían salvarse "Valor de ley" y "El último pistolero" si la tomamos como un homenaje a todos sus westerns, pero centrandonos en "Branigan" podriamos decir que és la versión de Wayne sobre Harry el sucio, ambientada en Londres y con algo más de humor es una película previsible que ha envejecido mal y que solo merece ser vista por ver a un Wayne diferente al acostumbrado y por una pelea típica de saloon en un pub londinense, sin palabras.