The Americans (Serie de TV)

Como recientemente he leído en alguna otra crítica, siempre temí que la serie decayese a lo largo de sus temporadas. Tras finalizarla y, aun teniendo en cuenta las muchas licencias que en ocasiones se toma, puedo decir sin reservas que es una de las mejores series que he visto en mí vida ( que no es poca ). Su atmósfera, su guión y sus interpretaciones son sobresalientes y la recomiendo a cualquier aficionado/a al género de espías.

Desgraciadamente, al carecer en su forma de elementos comerciales, no ha gozado del reconocimiento que merece por parte del público pero, los afortunados que hemos mantenido la fidelidad hasta el final, sin duda guardaremos un grato recuerdo de ella.

Tras haber finalizado esta serie, seis temporadas, no puedo teenr una mejor sensación.
No es Homeland, por suerte, aquí absolutamente todo tiene sentido, no hay concesiones populistas. Quizá por eso esta serie no tiene la popularidad que tienen muchas otras terriblemente peores.
No tiene humor, lo siento por aquellos a los que esto les parece un problema.
No es una serie de acción (aunque a veces haya acción) y no tiene el ritmo videoclip que tanto se demanda ahora. Porque es una serie donde todo encaja, donde los tiempos son los que deben ser y la acción es mental (lo siento, hay que pensar).

Actuaciones perfectas, realismo y verosimilitud, personajes muy bien trabajados. Todo lleno de matices, de girses porque el blanco o negro aquí no vale. La am,bientación también es muy acertada, hasta el tipo de fotografía.
El final absolutamente coherente, coherencia, algo que tras ver las seis temporadas ha sido una constante.

Eso si, recomiendo verla en versión original pues aquí el idioma y los acentos son parte fundamental de las interpretaciones.

Lo mejor: Todo
Lo peor: Tras ver una serie así que pocas se merecen una oportunidad de visionado

Los que no tenían internet. Ni celulares. Ni laptops. Los que usaban pelucas y tenían que sacar fotos con unas camaritas que escondían donde podían.

The Americans relata, sin prisa y sin pausa, cómo fue la verdadera vida de los espías en la guerra fría. Cero glamour. Cero martinis. Disposición 24/7.
Se agradece seguir una serie que no está obligada a mostrarte 25 explosiones por capítulo y donde una mirada o una intriga encubierta puede ser más poderosa que cualquier arma.

Keri Russel y Matthew Rhys sobresalen interpretando a la pareja que le da el título a la serie. Y le ponen el cuerpo (metafórica y literalmente) a su trabajo. A partir de la temporada 3, Frank Langella hace un trabajo soberbio representando a su contacto en USA con la central. Ese ente anónimo y muchas veces despiadado que representa la inteligencia soviética.

Estrenada meses después de "Homeland" no pudo evitar que se la comparase y ningunease injustamente. "The americans" es un sólido thriller de espionaje que lleva ya tres temporadas manteniendo un nivel de notable.
Es de agradecer que, pese a ser americana, ceda el protagonismo a dos agentes de la KGB infiltrado en la ciudad de Washington desde hace 15 años. A la vez que nos presentan entretenidas tramas de espionaje, la serie sirva para desmitificar el modo de vida americano y también como drama familiar, para empezar Philip y Elizabeth Jennings, los agentes infiltrados, fingen estar casados. Pero mientras él parece estar mejor adaptado y cuestionarse la lealtad a la URSS, ella está mucho más convencida de lo que hacen. El choque llega también porque Philip ha acabado por enamorarse de su compañera de espionaje.
Mención especial al papel de su hija Paige. Primero porque es uno de los pocos casos que una actriz adolescente, fichada para este tipo de series, que logra cobrar protagonismo, hasta llegar a ser el mejor personaje en la 3ª temporada. La actriz que la da vida es Holly Taylor, y así, a lo tonto puede hacerse una carrera de actriz de largo recorrido.

Serie bien interpretada, con secundarios de lujo como Noah Emmerich en el papel de un agente del FBI a la par que vecino de los Jennings y Margo Martindale como la supervisora de los agentes rusos. El ritmo es ágil, la ambientación correcta y la serie se deja ver sin volverse repetitiva. La decisión tomada en la segunda temporada de trasladar parte del escenario a la embajada rusa, con actores rusos hablando en ruso subtitulado, da aún mayor realce y credibilidad a la serie.
Totalmente recomendable si no la conoces. Si ya la conoces y te gusta, te recomiendo la serie alemana Deutschland 83, también de espías en la Guerra Fría, pero ambientada en Europa.

Decir que esta serie es buena es quedarse corto, decir que es cruda es quedarse corto, decir cualquier cosa es quedarse corto, porque en esta serie nada es de un solo lado, ni los buenos son los americanos, ni los rusos son los más insensibles, ahora bien...hay verdaderas escenas que no tanto por lo que se ve, que no es nada, sino por lo que representa o te imaginas, que son duras de narices. El matrimonio de espias rusos de Phillip y Elizabeth Jennings y perfectamente integrados en la vida americana, es cuando menos angustioso compaginarlo con la vida de padres de dos adolescentes y uno de ellos defensores de las libertades humanas y sociales, todo lo contrario a los principios comunistas que llevan inculcados sus padres. Eso para empezar.

Seguir día a día el cambio que se va produciendo en su modo de pensar, de un total adoctrinamiento, a plantearse cual es realmente el fin de todas sus misiones, asesinatos, muertes y sacrificios y sobretodo, el coste personal y familiar.

Muy, muy recomendable, sobretodo las interpretaciones de Matthew Rhys al que ya tenia fichado de interpretaciones de la BBC y de Keri Russell, amén de fantásticos secundarios como Noah Emerich en su papel de "amigo/vecino" del FBI, que ya es mala suerte que se instale allí, o de Frank Langella que se ha incorporado en la 3a temporada.

Es curioso como cubren de una pátina yo diria "pegajosa" o desagradable a ciertos personajes que no son todos del mismo bando, los hay del FBI y los hay del bando ruso, en cualquier caso, deseas a por todas que escapen de cada una de las misiones que les encomiendan, algunas de ellas verdaderamente complicadas y desagradables.

El próximo mes de marzo arranca la 4a temporada con un inicio más que complicado, ya que el final de la 3a fué el que no huvieramos querido ni de lejos, veamos como solucionan este papelón que se les presenta a los Jennings , que ante todo adoran a sus hijos y van a ser ellos el motivo de sus cuitas.