Haz click aquí para copiar la URL

Que Dios nos perdone

Thriller. Drama Madrid, verano de 2011. Crisis económica, Movimiento 15-M y millón y medio de peregrinos que esperan la llegada del Papa conviven en un Madrid más caluroso, violento y caótico que nunca. En este contexto, los inspectores de policía Alfaro (Roberto Álamo) y Velarde (Antonio de la Torre) deben encontrar al que parece ser un asesino en serie cuanto antes y sin hacer ruido. Esta caza contrarreloj les hará darse cuenta de algo que nunca ... [+]
<< 1 10 15 16 17 39 >>
Críticas 195
Críticas ordenadas por utilidad
30 de agosto de 2017
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rodrigo Sorogoyen debe de haber escuchado esa máxima que sentencia aquello de que "Madrid es un pueblo grande". La capital, de algo más de tres millones de habitantes, se ve reducida en 'Que Dios nos perdone' a un microcosmos tan familiar como lejano. Hemos bajado de Sol a Ópera por Arenal; hemos callejeado por los aledaños de la Plaza Mayor; hemos traspasado las puertas majestuosas de edificios sin ascensor, de pasillos interminables y oscuros, de crujiente parquet y techos infinitos. También estuvimos allí, durante el 15-M, tratando de arreglar el mundo, cada uno a su manera. Y tuvimos que esquivar, además, a esos peregrinos, de rostro inocente, pero no tan ingenuos, en los calurosos vagones del metro, e impacientes por ver al Papa.

Desconocemos, no obstante, qué es lo que esconde cada rincón de una urbe tan particular. Esa ciudad zigzagueante, lejos de nuestra zona de confort. De aceras sucias y suelos meados. De bloques bajos, viviendas interiores y bajos herrumbrosos. Del mercurio atosigante, que azota sus esquinas de mayo a octubre, y de ventilador. Del olor a especias, a comida. De contenedores pestilentes y bordillos polvorientos. Madrid, tradicional y (no tan) moderna.

En esa atmósfera escriben Isabel Peña y Sorogoyen su 'Se7en' particular y actualizan la figura del asesino en serie. Una suerte de Mataviejas que se enfrenta a su pasado y su presente, acuciado por la crisis económica, y no tan distinto a sus antagonistas (porque todos lo son, sí). Impecable y trágica. La mejor película de la pasada edición de los Goya.
Jorge Pardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de marzo de 2020
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo que reconocer que la película no me atraía nada.

Con tantas series españolas de temática thriller policiaco, con unas altas cotas de psicología de los asesinos, ver esta ahora después de unos años, no me apetecía nada.

El punto “español” lo suele poner las imágenes explícitas de algunas escenas desagradables. Es como que si no subimos este punto, ni siquiera arrancamos en taquilla.

Y no es que me haya impactado ni sorprendido mucho, pero tengo que reconocer que hay algunos puntos destacables.

Sobre todo Roberto Álamo. Un actor que se come la pantalla. Es generoso, grandilocuente, atrevido … pero no le sobra ni le falta nada. Un pedazo de actor como un pino. Impresionante su actuación.

El guión está muy bien desarrollado. Primero desde un punto de vista para jugar con el espectador, segundo con el punto de vista del asesino para acelerar el pulso.

Con un buen guión y un pedazo de actor, creo que la película es muy digna y de gran nivel.

No pasa a obra maestra porque pones un telediario y tan sólo te sorprende un poco menos. No me ha impactado como para no olvidarla.
JK04
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de noviembre de 2016
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he tenido cierta aversión a los thrillers policíacos españoles, y no lo digo porque no me guste en general el cine español, sino porque a mi modo de ver es un género en el que no se desenvuelven del todo cómodos los diferentes directores españoles que lo han llevado a la práctica, si bien hay cosas de Urbizu y Calparsoro muy válidas e interesantes. Pero en este caso, he de decir que "Que dios nos perdone" es de los thrillers más brillantes que he visto en los últimos años, así como la encuentro fuertemente imbuida por el espíritu más desasosegante de David Fincher. El ritmo es frenético, la narración es fluida, las interpretaciones son sublimes y cuenta con un guión muy bien elaborado y desarrollado.
A ello, hay que unir el estentóreo retrato psicológico de sus personajes principales, tanto de los dos policías como del asesino en serie, en una suerte de miscelánea simbiótica que al interactuar tanto en el plano personal como profesional provoca que el espectador se introduzca en sus aspectos más oscuros y profundos de su psique, intentando que profundicemos en la búsqueda de por qué actúan así, por qué son así... preguntándonos: ¿qué les ha llevado a ser como son?... ¿Por qué de la violencia inusitada de Alfaro?, ¿Por qué de los complejos atávicos de Velarde?... y el de ese asesino y violador de ancianas... Por eso, tal vez haya un mensaje subliminal dentro de la película que trate de decirnos que finalmente todos tendremos que ser perdonados, puesto que el pecado siempre subyace en lo más íntimo de la naturaleza humana.
...
Hemispheres
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de noviembre de 2016
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Y por qué? Por lo que somos. Por lo que hacemos como grupo, o como bichos solitarios. Por lo que nos odiamos a nosotros mismos, sabiendo lo que nos necesitamos. Porque somos ira y odio, al mismo tiempo que dulces bebés con la esperanza perdida…

Y eso es lo que es esta historia de Peña y Sorogoyen que, con una sugerente premisa negra, radiografían la contención y la incontinencia de unos procederes que no son sino el resultado de un instinto de supervivencia retorcido por un ecosistema rematadamente hostil en su naturalismo neorrealista, cuajado de barrocas excrecencias con las que nosotros mismos (tiempo mediante) lo hemos ido adornando.

Por eso, Sorogoyen decide olvidarse de concesiones, respiros y tiempos muertos, y hace muy bien, porque es la manera más lógica de contar este cuento sórdido, bronco y, por supuesto, cruel con el pulso firme que requiere la sencilla precisión del retrato de unos personajes que de la Torre, Álamo, Pereira… asimilan admirablemente en su continuo tormento personal.

Bien o mal entendida, es pura supervivencia. Qué se le va a hacer.

En resumen: recomendable. Para disfrutarla, y sentarse a repasarla después.
Polikarpov
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de noviembre de 2016
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por suerte la historia cuenta más de lo que se ve, porque algunas de las cosas que se ven me chirrían un poco. Hay escenas algo forzadas, de dudosa resolución, demasiado literarias. El desenlace final, después de una brutal elipsis, es de aquellos que dices: "Bueno, vale, si tú lo dices".
Si lo que trata es mostrar lo sucio y sórdido de unos personajes que se confunden entre sí dentro de su propia debilidad y bajeza, haciéndonos dudar entre en qué zona está lo "bueno" y lo "malo", pues lo consigue con nota.
Me resulta curioso que, estando ambientada en el 2011, me parezca estar viendo policías y ambientes de la época de Franco, en la barrera de los 70-80. En esto se inscribe en la reciente hornada de cine policiaco español de los últimos años.
Excelentes escenas de acción, y no tanto las que implican a los protas con sus parejas femeninas, que me sonaron algo impostadas, sobre todo la parte de ellas. En ellos se admite más, dada su manifiesta incapacidad de empatía y dificultad de relacionarse fuera de su propio universo interno y claramente enfermo.
Algunas soluciones para dar con el asesino también resultan algo pueriles y traídas por los pelos, pero bueno, no somos Sherlock Holmes.
En suma: una buena película de género en su forma, más que en su contenido, pero un estimulante trabajo de dirección y escritura. Cabe esperar grandes historias de Sorogoyen por venir. Me apunto a la próxima.
Mister Rough
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 15 16 17 39 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow