El diario de Bridget Jones

Cada imagen que despide esta maravillosa actriz es como darle una mirada a un dulce camaleón. El diario de Bridget Jones no es una excepción. A veces se gordita, a veces se ve delgada, a ratos surge avasalladora, a ratos ingenua, unas veces insinuante y otras ridícula. Lo mejor de esta película es que Zellweger se la ha echado al hombro y la guía con cada una de sus facetas.
¿La historia? Bueno, un caso típico de mujer que se siente cogida de la noche y con experiencia encima y calores de la edad se enfrenta a sutiles dilemas amorosos. Sin duda, más de una mujer se identifica con este personaje al que rodean un repelente Colin Firth y un seductor descarado como Hugh Grant. (Bueno seductor descarado es un pleonasmo), además de la familia y los amigos de Bridget, también muy típicos.

Si Indiana Jones puede representar al género de aventuras y acción; la definición de comedia romántica dista muy poco de la presente historia; René y Hugh clavan sus papeles y son ellos dos los que mantienen el interés; todo lo demás acompaña de una manera amable, los secundarios; destacando los padres de Bridget; la ambientación, el guión y la banda sonora.

Dr. Hackenbush.

Ni la estética, ni el ácido humor, ni el constante aroma pesimista, ni la desgraciada vida de Bridget Jones. Nada me ha hecho conectar con esta película que tan solo aporta algún momento divertido, casi todos ellos llevados a cabo por un buen y diferente Hugh Grant, que para mí ha sido de las pocas cosas positivas de la película.

El relato no entraña una especial originalidad, historia cómico-romántica previsible y poco elaborada, en la cual todo sucede según lo esperado, sin pizca de pasión. Si bien es cierto que la protagonista se encuentra muy eficazmente interpretada por Renée Zellweger, el resto del elenco no destaca en absoluto, monótonos y mediocres. Lo más impresionante, por positivo, los incisos de circunstancias hipotéticas durante toda la narración, así como la banda sonora, que ejerce un efecto estimulante y dinámico a lo largo de todo el metraje.

El archirrepetido tema de cómo una chica treintañera, la protagonista, con miedo a quedarse soltera encuentra el príncipe azul. Por el camino aparecen los típicos familiares, amigos y compañeros de trabajo haciendo los típicos comentarios o indirectas sobre si no se casa, cuando se casa, si quiere tener hijos y cosas por el estilo. Tampoco faltan los enredos, malentendidos, celos, afrentas, etc., con diversos ligues y las mujeres de la competencia. Todo ello en clave de humor blandito con pequeños toques eróticos.

Lo mejor
- La interpretación de Colin Firth. Con la mínima interpretación consigue la máxima comunicación.
- Las situaciones cómicas embarazosas.

Lo peor
- Lo previsible que resulta.