Dogma

Ya te digo. Soy molón de flipar. El más enrollao haciendo cine. Pásame el peta, tío. ¿Has visto qué diálogos, tronco? ¿A que te has rallao? Si es que soy el puto amo. Que me pases el canuto, coño. Mi ídolo (¿con hache o sin hache?, ¿cómo mola más?) es Tarantino, pero el Tarantino de ahora, el cutre, no el de Pulp Fiction. El de ahora, el que ya va tan fumao que no sabe ni dónde ha dejao la moto. Yo quiero ser como él, tronco. Pásame la pava. Cómo molo, tío, cómo flipa la peña conmigo, cómo rallo, colega.

Basura.

No recuerdo casi nada de la película, aunque no hace mucho que la vi,
esta puede ser la prueba de que realmente no me gustó. Pero si recuerdo
que cuando la estaba viendo, pensé en lo mala que era, y como estaba
perdiendo el tiempo.
¡Que actor tan malo el tal Ben Affleck!

Extraña boñiga, que a veces es una comedia sin gracia y a ratos un drama esperpéntico. El argumento es tan inverosimil que precisa de larguísimos diálogos tediosos para poner en antecendentes al sufrido espectador.
Entre todo ello hay escenas de extrema violencia, que sorprenden y desagradan por no venir a cuento. El Affleck en su linea petardeante de siempre, y el resto del reparto no apesta mucho menos.
Única flor entre tanta basura: la Hayek en otro de sus números de strip-tease, que parece que es lo único que sabe hacer bien ante una cámara.
Para recomendar a conocidos con los que prefiramos no volver a hablarnos nunca más.