30 monedasSerie

Desconfía. Allá por 1995, un joven Alex de la Iglesia estrenaba "El día de la Bestia". Fue un soplo de aire fresco en el cine patrio. Nadie dijo, lo amas o lo odias. Era un producto original, más allá de sus detractores que siempre los hay.

Si se supone que la salvación de "30 Monedas" debe radicar en que a Alex de la Iglesia, "lo amas o lo odias"... mal empezamos. Si es un buen producto es bueno, y ya está. Tómatelo como la gente que justifica la mitad de las películas infumables de Woody Allen bajo el mismo paradigma.

En cuanto a la serie, más allá de filias y fobias, tiene una ambientación pasable y los actores en líneas generales están bastante bien. Hay luces y sombras claro, gente como Eduard Fernández o Carmen Machi no admiten dudas, aunque hacen lo que pueden con lo que la serie les permite.

Por apuntar dos notas positivas, la serie en términos generales te agarra lo suficiente para verla rápido (casi siempre) y si te atrae el género femenino ver a Megan Montaner es un espectáculo (y además bastante solvente en su actuación) y si te atrae el género masculino Miguel Ángel Silvestre es una gozada (y... está bastante bueno también)

El argumento de la serie original no es, pero es que el desarrollo está bastante más dilatado de lo que la historia da de si. Podría haber hecho otra película más con este material el bueno de Alex, pues si. Como serie de 8 capítulos le sobra metraje como para juntar 5. Si a eso le sumas unos cuantos clichés pues te sale un refrito pelín pesado.

En cuanto a la parte técnica, la fotografía medianamente bien aunque el pueblo en sí mismo hace la mayoría del trabajo, la música está bien pero es que los efectos especiales...dios mío. Lo mismo del principio.. te van a decir que es que los han hecho así como homenaje a la serie b... unas narices...

Si no tienes grandes aspiraciones y la vas a poner mientras lees el periódico en el móvil la serie no está mal. Se deja ver rápido y no exige gran cosa. Se agradece el intento, pero no deja de ser eso, un intento.

Si quieres... sigo en spoilers...

Alex de la Iglesia siempre ha sido un director irregular, no sabe desarrollar ni acabar las historias que en un principio tienen una pinta cojonuda.
Aquí ha desaprovechado un buen elenco de actores con diálogos y situaciones absurdas.
Escenas en que se nota el croma un montón, las muertes de los extras no son creíbles de lo exageradas que son y te sacan de la situación,...
Esta serie se ha quedado solo en un buen envoltorio y nada dentro.
Lo de los críticos profesionales de traca.
Lo dicho, decepción.

Tenía puestas muchas esperanzas en esta serie dirigida por Alex de la Iglesia. En su filmografía se alternan grandes películas (El día de la Bestia, Muertos de risa, La comunidad, Crimen Ferpecto), aceptables ( El Bar, Las brujas de Zurragamurdi) y malas ( Los crímenes de Oxford, La chispa de la vida, Mi gran noche). El argumento de "30 monedas" se aproxima al de sus anteriores películas El día de la Bestia y Las Brujas de Zurragamurdi que se incluyen en el género de comedia negra de terror. Los primeros minutos son un disparate y a continuación, el desarrollo de la trama, que es un continuo despropósito, se sitúa en un pueblo de España en la que los protagonistas son el padre Vergara ( Eduard Fernández) y el alcalde ( M.A. Silvestre). He sido incapaz de acabar el primer capítulo. Está lleno de secuencias absurdas. En la misma línea es mucho más recomendable y divertida la serie mexicana Diablero. Aunque tengo que reconocer que, al menos, ha ayudado a encontrar trabajo a actores y profesionales españoles.

La sensación permanente que me asalta padeciendo los 3 primeros (y últimos) capítulos de la ridícula "30 monedas" es algo ingrato llamado vergüenza ajena. Se supone que por muy endiosado que se sienta el creador Alex de la Iglesia, alguien que le profese cariño, respeto y en posesión de unas gotas de sentido común debería haberle ofrecido honesto y lúcido consejo sobre ese guion y el patético engendro que podía crear al trasladarlo a imágenes.

Tengo que ser justo, conmigo, con mi conciencia, con la serie y con Álex de la Iglesia.

Escribí una crítica regular sobre el primer episodio, que a rasgos generales fue una decepción. Escribí una crítica valorando el 1, el 2 y el 3, titulada "cuesta abajo y sin frenos", sorprendido del bajo rendimiento de la serie prácticamente en todos sus aspectos (dirección, montaje, interpretación y, sobre todo, guión).

Y de repente llega el cuarto episodio, por el que no daba "ni un duro"... y... me deja clavado en la butaca, sin pestañear.

Todo lo que estaba mal en los tres anteriores (o casi todo), se ha corregido. No sé si es porque casi toda la trama sucede fuera del pueblo, un pueblo con personajes planos y mal dibujados. O si porque casi todo el cuarto episodio está dialogado en italiano, con diálogos fluidos, creíbles y BIEN INTERPRETADOS.

Se obra el milagro: los personajes están bien construídos. El padre Vergara tiene credibilidad en Italia. Encaja en un entorno en donde se habla de Dios, del mal y se imparten cursos de exorcismo.

El rejuvenecimiento de las pieles, a lo "Irlandés", chirría pero diría que bastante menos que en la peli de Scorsese (que vaya vaya).

Aparece por primera vez MANOLO SOLO, y, desde el minuto uno, su personaje se hace TREMENDO. Bien definido, bien escrito y tenebrósamente bien interpretado.

¿Tan difícil era?

Siguen cantando cosas, pero cuando la trama avanza sola, cuando el guión está bien construído, se perdonan.
¿Porqué Macarena, la mujer del alcalde DA UN FRENAZO al ver a un tipo en silla de ruedas parado en mitad de la noche... A 50 METROS DEL COCHE?

Por primera vez el texto del alcalde es defendible. ¿El motivo? Por primera vez le quitan esa capa de "bobo imbécil" artificial que le habían dibujado y que nadie se creía. Por primera vez habla con el corazón, SIENTE. Te puede caer bien o no, pero al fin parece una persona. La secuencia que tiene con la veterinaria en la puerta de la casa, más allá del componente romántico, cuando va el "Cayetano" a recogerla, está bien rodada, los tiempos son correctos, los planos, las interpretaciones y la intención de la secuencia.

Este episodio ES OTRA SERIE. Es algo que se ha tomado en serio a sí mismo.

Al César lo que es del César. Que ganas tenía de disfrutar así.


(y vamos a los spoilers)