Tránsito (Stay)

Me ha gustado. Thriller psicológico más que decente, con pegada, aunque es una trama enrevesada en la que no te enteras de nada o casi nada, con final incierto, raro, pero ahí está lo bueno. Buena atmósfera creada. Actuaciones correctas. No es la película del siglo, pero se deja ver, entretiene, no aburre. No se puede pedir más. Recomendable.

Película insoportable que cuenta con un elenco sorprendentemente bueno, para haber hecho tal producto. La historia va de un tío, aquí un Gosling que va de chulito y no le pega nada, que le dice a su psiquiatra que se va a suicidar un día determinado. El médico es Mcgregor, que aquí aparece en uno de sus peores roles. Es demasiado buen actor para este bodrio de película. Para empezar la historia es absurda, y se convierte a lo largo del tiempo en tal rollo de sueños, realidades y paralelismos, que no tiene cabeza ni pies. Que más quisiera esta película que poder llamarse surrealista. Eso es un género que aquí se desconoce, y lo peor de todo es la filosofía barata que muestra, tratando de trenzar un thriller psicológico tan lleno de confusión y sinsentidos que te quedas sopa. Watts aparece aquí de florero al igual que Janeane Garofalo, y de Ryan Gosling mejor ni hablar. Malísima.

Alquilé esta cinta cuya sinopsis pinta realmente bien. Mi idea era pasar un buen rato con unos amigos, pero vaya decepción. La película, pretenciosa a más no poder, parece centrarse más en querer dejar planos que pasen a la historia que en seguir un guión comprensible. Ninguno de los que vimos la película nos enteramos de nada, más bien nos reímos de los planos que repiten constantemente y de lo ridículo de muchas escenas. No la veáis.

Por qué sin dármelas de tonto, yo no supe distinguir realidad de fantasía. Me fascinó sobre todo el personaje de Tristán Revëur ¿existió de veras?. Me gustó el modo de manejar tiempo y espacio la cámara y la atmósfera de algunas escenas. Temí a mitad de película que fuera "otra" sobre personalidades múltiples, pero el final, que se deja ir adivinando, aún así, me sorprendió gratamente.

¡Dios mío!, después de hora y media sin sentido, cuando te explican lo que pasa, resulta que te da igual, porque nada era real.
En definitiva, una soporífera paja mental, infumable, que no se ni como he soportado hasta el final.

¿Un intento de mejorar "La escalera de Jacob"?, desde luego no le llega ni a la suela de los zapatos.

En fin, una pérdida de hora y media de tu vida que no volverá y tal y como está de caro el tiempo... ¡Que me la devuelvan!