El Cairo confidencial

...El asesinato de una guapa muchacha, la implicación de altas jerarquías políticas, el poli corrupto al que su Pepito Grillo le dice que cumpla con su deber, el totum revolutum que va enmarañando sin sentido lo que no tiene sentido, etc. etc... Y nos quedamos en esa tierra de nadie donde el guionista y el director no saben cómo van a terminar el petardo descabezado...Y termina mal. Porque no se podía terminar de otra manera. Porque el asesinato de la chica lo resuelve estilo telefilm de sobremesa, porque la revolución cairota del 2011 no sabemos qué pinta en todo este asunto, y ni siquiera qué quiere contarnos el director en realidad. Y si lo que pretendía era dejarnos con la boca abierta, vive Dios que lo consigue: nos arranca un bostezo que ni el león de la Metro.
Y Tarik Saleh nos aboca a un incómodo coitus interruptus, con un precipitado y brusco final, como el que se va del restaurante sin pagar, donde nada tiene el menor sentido ni interés. Y porque la guinda, esa escena final de la gigantesca manifa, que conlleva el mensaje subliminal de que el pueblo unido jamás será vencido, promesa de un renacer democrático, antesala de los Mundos de Yupi, sabemos que es falsa cual beso de Judas.
Una pena, porque la película prometía una obra maestra.
Y como dijo el clásico: "Parturient montes, nascetur ridiculus mus" (parieron los montes; nació un ridículo ratón)