La camioneta

Al igual que con la admirable, punzante y magistral "Café irlandés", Frears adapta una obra de Roddy Doyle pero los resultados son mucho peores. "La camioneta" narra la historia de dos parados que deciden montar un negocio de venta de cómida rápida en una vieja camioneta. La película es un calco a la fórmula del cine inglés de comedia realista y social de los 90, pero desprende un aroma clicheado, repetitivo y nada fresco, como si se hubiera hecho el film por mera inercia. El humor en el drama (escatológico y negro) no acaba de funcionar y el espíritu realista/crítico apenas es apreciable. Un film discreto, con música del genial Eric Clapton.

El principal problema que tiene está nueva película de temática social de Frears es que ya la hemos visto. Pretende ser 'Café irlandés 2' y no se le acerca a esa joyita ni de cerca, porque aunque se puede decir que esta historia es simpática, también es forzada, claramente menor, y más leve y estirada argumentalmente que el resto de la filmografía del autor.

Stephen Frears, como sus compatriotas Mike Leigh y Ken Loach, siempre ha estado preocupado por denunciar desde situaciones humorísticas (con la inestimable colaboración en este aspecto del actor Colm Meaney), las injusticias sociales en su país, especialmente en la época de Margaret Thatcher, donde los asuntos sociales estuvieron especialmente desatendidos.

Aquí vuelve a hacer lo mismo, pero esta vez carece de una gran historia como la que tenía en 'Café irlandés', y aunque se vea sin problemas y con alguna sonrisa, es decididamente inferior.

Es increíble el empeño de algunos directores por convencernos de que los hombres son mayormente cachos de carne con ojos que no merecen ni el aire que respiran, mientras que las mujeres son las que mueven el mundo desde la retaguardia y lo hacen medianamente habitable. Stephen Frears no podía ser menos e ilustra con esta película perfectamente dicha teoría.

Ellos: beben compulsivamente, se cogen unas monas de campeonato con o sin excusa, casi siempre terminan a cuatro patas vomitando, babean ante toda teta que se les pone por delante, si montan un negocio terminan peleándose y jodiéndolo todo, son padres irresponsables que explotan descaradamente a sus hijos y no saben ni cuidar de un bebé… Vamos, una verdadera mierda de tíos, perfectamente prescindibles e incluso asesinables.

Ellas: hiperresponsables, trabajadoras, cariñosas, leales, sensatas, competentes, valientes, resolutivas, madres ejemplares que curran fuera de casa, se encargan de las labores domésticas, y encima en sus horas libres estudian... y sacan sobresalientes!!!!!! Joder... es o no es para hacerse lesbiana?

Esta película ha marcado mi vida, sin duda es la mejor que he visto, es más, gracias a esta película he montado mi propio negocio y me está saliendo bastante guay así que solo puedo decir una cosa: gracias por esta obra de arte Stephen Frears.

Frears plasma en esta peli la amistad entre dos amigos con una sencillez, digna de alabar. No hace falta salvar vidas, sudar mucho y verter sangre para que el espectador se crea que dos seres humanos sean amigos; esa es la grandeza de esta pelicula, que es muy real y parece que ambos son los vecinos del quinto.
Aparte de esto, el film es una comedia donde el humor sin ser mucho menos excelente, está bastante logrado gracias al personaje de Larry. Larry que es lo más parecido a Homer Simpson que yo haya visto en el cine.
Me encanta esa Irlanda, en el año 90, con el fútbol , el heavy metal, y esas borracheras.......que tiempos, parece que fue ayer.