R.O.T.O.R.

Si hay algún culpable aquí es el director, que creó, sin ser consciente, la obra culmen de la ciencia ficción.
¿El argumento? ¿Pero que dices insensato? Estamos hablando de ROTOR y él no necesita ningún argumento, y al parecer el resto del reparto tampoco. Aun así nos encontramos ante uno de los mejores guiones de la historia del cine, desafía las leyes de la física, de la gravedad, de la lógica, y digo desafía por no decir que se las pasa por el forro de los huevos.
Las actuaciones de las personas que dicen ser actores son simplemente épicas, a su lado Jean-Claude Van Damme sería capaz de mostrar sentimientos.
Es cierto que la película tiene algunos fallos o gazapos sin importancia pero sin duda hay que admirar el buen hacer del director Cullen Blaine. Si no estoy mal informado es la única película que ha dirigido, sin duda decidió dejarlo arriba del todo, y es que no sería nada fácil mejorar ROTOR, solo se me ocurre cambiar a los actores por monos, pero después de escribir el guión debieron quedar exhaustos.
Si tuviera que decir que es lo que más me ha gustado de ROTOR, diría que solo dura un rator.
En definitiva, si buscas una buena película, olvídate de ROTOR; si buscas simplemente una peli barata de ciencia ficción, olvídate también; sin embargo, si buscas una pieza única, exquisita y delicada, una obra que te haga pensar y emocionarte, ROTOR te encontrará y te matará.

No tengo ni idea de que son las "R" y las "O", pero esta claro que la "T" es de Truño, uno de los truños mas divertidos que he visto.

Una película inolvidable, obra maestra total entre las totales, serie infra-Z al servicio del sistema VHS, o ni eso, creo que al meter la cinta en el reproductor se correría serio riesgo de estropearlo, en el colegio, si un profesor quiere proyectar a sus alumnos una película, peor broma de mal gusto que se le podría hacer al buen hombre/mujer es darle el cambiazo por esta cinta que nos ocupa, para que la ponga sin darse cuenta y los alumnos comienzen a visionarla y queden traumatizados de por vida; Creo que así es suficiente para decir cómo es la aberración tan genial que nos ocupa...
... pero así es, R.O.T.O.R. existe, está con nosotros, y no podemos huir de ella, porque de hecho no querríamos ya que no da escalofríos, no es ultra-violenta, no es cine X... sino la comedia absurda más divertida de todos los tiempos.
Para muestra un botón, o varios...

1. Genial el cacho tubo de campana estractora haciendo de cuello en el robot policía científico o lo que sea, el ayudante del Dr. Coldyron que recuerda a Cortocircuito.
2. Impresionante el actor que hace del mencionado doctor, no he visto a un tío más especimen en mi puñetera vida, interesante combinación de cowboy, policía, científico...
3. La doctora que le acompaña, el mejor muñeco Gijoe de la historia con un pelo a lo new wave que...
4. R.O.T.O.R. acojona por momentos, al andar no se inmuta de las sillas que tiene por medio y pasa a través de ellas dándolas patadas; Tiene una vulnerabilidad localizada en su aparato auditivo, no aguanta el claxon de los coches.
5. Espectacular la escena de lucha en el bar, digna de Matrix version chinos.
6. También espectacular la escena de la gasolinera, con un final inesperado, Coldyron pregunta a la mujer "karateka" - Señora ¿Busca trabajo? - no hay respuesta, solo un silencio, panorama desolador, no por el silencio, sino por la cara de anormal que pone el atracador presa de una patada mortal (y que así termina la escena).
7. R.O.T.O.R. ha despertado, con una única misión, todos creen que se trata de "JUZGA Y EJECUTA", pero la única directriz con la que ha despertado es "PON MULTAS DE TRAFICO"
8. La chica está huyendo del androide, entra en un bar, donde un cocinero tiene dos cacho piños como dientes como si de Bugs Bunny se tratase, se oye un fondo de la gente un tanto extraño en el bar, cuando sale corriendo hácia afuera, parece que un camionero la está esperando para ayudarla a huir, la chica se esconde en la cabina de una gasolinera, R.O.T.O.R. aparece y desaparece, anda como las tortugas pero llega a los sitios en un santiamen, extiende su mano para coger a la chica, no puede, no aguanta como he dicho antes el claxon de los coches, todo situaciones incoherentes y absurdas... ¡ES IGUAL QUE EN UNA PESADILLA, ¿NO?!
9. Este film es interactivo, hay momentos en los que casí te pones a bailar con la música tecno-pop que se oye casi de continuo, y encima como que hay algún tema que me gusta y todo.
Termino en el spoiler, no cuento nada

Toda una experiencia. Un 1, pero cariñoso. Totalmente recomendable para aquellos que no buscan la excelencia y se regodean en la cutrez. Un factor central en esta película sería intentar introducirse en la mente del genio Cullen Blaine: ¿qué está intentando filmar?, ¿cuáles son sus intenciones?. Un servidor opina que no busca el gag permanente sino un buen producto. Es inconcebible realizar tamaño crimen de forma premeditada. La película... ¿por dónde empezar? serie-B, serie-C, serie-Z, serie-ZZ; habría que introducir otro alfabeto para valorarla. Muy mala. Pero muy divertida.

Diálogos desternillantes por doquier, ni el mísmísimo Tarantino hubiera firmado aquella secuencia de los tocones. Entrañables los gruñidos de R.O.T.O.R. Frases para el recuerdo y unos efectos especiales que podrías haber realizado con el Paint en tu propio ordenador.

Sencillamente brutal.

¿Qué hace que una películo pueda ser catalogada como "de culto"?
Esta pregunta era planteada por uno de los colegas que nos reunimos para ver esta grandisima película de culto. Yo creo que una peli puede llegar a ser considerada de culto por muchisimos y muy variados motivos, uno de ellos, en mi opinión el principal para entender a R.O.T.O.R. como una gran peli es que a partir de una supuestamente pretendida película de acción se obtiene como resultado final una gran peli de humor. Conseguir esto, en cine, yo lo plantearía como un milagro, es como cuando en la naturaleza un estado liquido pasa a ser gaseoso o sólido, un "milagro" del que conocemos científicamente sus por qué, pero un "milagro" al fin y a la cabo.

Gran película si señor.

Unos asombrosos títulos dejan a los de “Star Wars” en algo de aficionados:

Titulares del día: asesinatos, violaciones, robos y estafas.

¿Solución del mañana?

R.O.T.O.R.

Robotic
Officer
Tactical
Operations
Research

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Si Terrence Malick hiciera un remake de “Terminator” sería y se llamaría “R.O.T.O.R.”. Un ejemplo de pureza, un ejemplo de magnificencia narrativa y visual, un ejemplo de dirigir actores y un ejemplo de contemplar la vida misma. Muchos pensamos que Cullen Blaine es el pseudónimo que utilizó el director de “El árbol de la vida” porque solamente se puede explicar así la belleza y poesía de estas imágenes impregnadas en lucidez cinematográfica, que se quedan grabadas en la retina… para toda la eternidad.

Como el cine clásico la acción se desarrolla desde un gran flashback. Es una interesante lectura de “Persona” de Bergman con un superpolicía robot y un científico que resulta también ser superpolicía entre donjuán guaperas, machote de frases rápidas, karateka y cowboy de media noche. Nos encontramos ante una lucha de identidades radiografiada en una sociedad mecanizada y deshumanizada, condenada a aprender artes marciales como supervivencia. Muchos critican el viaje temporal del protagonista al comienzo de la cinta pero es un homenaje digresivo a Fellini que enlaza con el mejor Ford y Wilder en ese caballo que bebe café y la inventiva de vocabulario técnico. “R.O.T.O.R.” es una obra capital del séptimo arte y aquel que no lo vea debería replantearse su gusto y conocimiento sobre cine.

Entre la fiereza y la genialidad, aparecen frases memorables como «Haré más ruido que dos esqueletos haciendo el amor en un ataúd de hojalata» o «Donde come uno comen dos… si uno de ellos se abstiene», el filme de Terrence Malick encuentra los mecanismos para unir brillantemente el western, el cine de artes marciales y todo el espíritu fílmico de los 80. Desde “Cortocircuito” a “Terminator”, pasando por “Blade Runner” y “Toro salvaje”, la cultura de los 7 dígitos, el aeróbic-chasis y una única orden para programar al espectador: ¡juzgar y ejecutar!