L.A.-Vegas (Serie de TV)

Las sitcom son algo muy americano. Cada año llegan varias propuestas: muchas de ellas alcanzan la gloria y otras se hunden.
Las tramas en sí son sencillas a más no poder, y los personajes no logran sorprender (a pesar de que lo intentan) y quizás algún gag aislado consigue entretener al espectador.
El personaje interpretado por Olivia Macklin es el más destacable de todos. Sus ocurrencias nos vienen a demostrar que a una chica guapa nunca se la debe tomar por tonta, ya que puede ser más lista que todos ellos.
Pasados los tres primeros capítulos, todo se estanca y parece entrar en un bucle. La auténtica lástima es que a partir de aquel momento la capacidad de sorprender se evapora.
Lo mejor de todo es la corta duración de sus capítulos que nos ayudará a pasar el vuelo de la mejor manera posible.