Minimalism: A Documentary About the Important Things

Sin muchas contemplaciones, un documental que se ha hecho popular, basado en un leitmotiv con mucho trasfondo y que en ningún momento se para a explorar. No se recorre el camino que lleva al minimalismo, ni verdaderamente los porqués, las dificultades, la practicidad real de esta forma de vida, los cambios que ejerces en tu vida para llevarlo a cabo y la tranquilidad que te aporta, sólo es n mensaje plano de proselitismo como si de una secta se tratase. El documental funciona mejor como producto de marketing para venderte un libro y para que pongas en tu bio de Twitter que eres minimalista que para dar información, perspectiva, historias a la gente que está interesada en esta forma de vivir.

Sí, vale, es un llamamiento a reflexionar sobre a dónde se dirige la sociedad occidental con su ritmo de vida, y si realmente el consumo compulsivo mejora nuestra calidad de vida. Vale también la crítica al materialismo enfermizo, pero ahí se queda la cosa.
En realidad, lo que el documental propone es una introspección individual. ¿Necesito vivir con tanto o puedo ser feliz con mucho menos? Y para ello va desfilando gente de la clase media estadounidense dando fe de lo equivocados que estaban y lo mejor que viven ahora con cuatro camisetas, un par de botas y una casa de 10 m².
Y hasta piensas que se va a quedar ahí. Que no es una crítica al capitalismo salvaje. A que mientras tres o cuatro se lo están llevando crudo esa inmensa "clase media" yankee que se ha quedado con lo puesto debería conformarse incluso con un poquito menos.

El mensaje principal está bien, es el que ya conocemos todos: trabajar muchas horas para poder comprar cosas que no vamos a poder utilizar porque tenemos que trabajar. Éste es uno de los males de la sociedad actual, y es bueno volverlo a escuchar porque es cierto que da que pensar.

Sin embargo, el mensaje oculto es deleznable. No sé cuánta pasta habrá puesto Apple para este documental. Pero lo que es cierto es que todos los minimalistas que salen aparecen hablando de que sólo poseen lo verdaderamente necesario, y TODOS salen en plan Steve Jobs (casual, desenfadado, reflexivo) trabajando con su iMAC. Claro, un iMAc es completamente necesario para ser feliz hoy en día, si lo dice un minimalista debe ser cierto. Hay escenas realmente dantescas: comedores casi sin muebles, únicamente con una mesa y una silla, en en plan: no necesito más, y con un iMac sutilmente colocado encima de la mesa. ¿Casualidad?

Es cierto que el formato es demasiado comercial y eso va en contra de la idea del minimalismo. Además hay publicidad (de apple y el libro que publicitan) pero obviando esto, el mensaje es muy bueno. Hacer documentales donde se recuerden cosas como lo hacen en este siempre es positivo. Creo que es mejorable, pero también es cierto que darte cuenta de estas cosas en el documental muestra que cada vez somos más conscientes del problema que supone todo lo que envuelve al consumismo y a la publicidad. El mensaje principal es claro: muestra las necesidades que nos han creado entre todos para creer que tienes que vivir en esa espiral de consumo desde que naces para ser feliz. Es el gran negocio para algunos pero pocos caen en las consecuencias catastróficas que recaen sobre nuestras acciones, no solo para la formación de nosotros como personas si no para el medio ambiente o las condiciones laborales y los derechos humanos de muchos de los que hacen posible que tú vivas en ese bucle. En mi opinión, si te quedas con la esencia no es un mal documental pero sin lugar a dudas es bastante mejorable y espero que se hagan muchos mas documentales tratando este tema y se divulguen, cosa que parece no interesar a todos. Menos es más, siempre.

Un pastiche repleto de gente que, paseando en sus hermosos autos por los bellos paisajes de sus barrios residenciales, nos habla de lo importante que es renunciar al consumo mientras mientras con mirada seductora se toma selfies luciendo sus brillantes laptops.
Y todo para vendernos un libro... que nos aconseja no comprar cosas.