La vida en un día

Recuerdo que allá por julio cuando había que enviar los vídeos para este proyecto pensé que no sería para tanto. Que sería una película curiosa, entretenida quizá, un buen documental.
Hoy me como mis palabras.
Las personas es lo que tienen, que sorprenden. Quizá sea porque el hecho de que sean historias personales, historias reales, me toca un poco mi punto débil, pero esta película me ha parecido una obra de arte.
Te das cuenta de que el mundo es muy diferente, pero también similar en muchos aspectos.
Algunas escenas me han emocionado, unas felices, otras tristes. Todas reales. Desde el rechazo de un chico por parte de la chica de la que está enamorado a la alegría de una mujer a la que su, ahora marido, le propone matrimonio. Ambas escenas siendo intercaladas, con los contrastes que eso conlleva.
Desde el fanatismo religioso que se manifiesta varias veces hasta la tolerancia, como en la llamada del chico homosexual a su abuela para contarle que su "amigo" no era precisamente eso, pasando por la felicidad del más pobre o la inocencia del más joven.
No sé qué más decir. Son demasiadas historias, demasiadas vidas.
Solo se me ocurre decir que la veáis. Solo buscadla por YouTube, dedicadle una hora y media de vuestra vida. Seguro que cuando acabéis de verla pensáis que ha merecido la pena. Y si no es así no deja de ser un proyecto curioso.
Mención especial al apartado sonoro, que encaja perfectamente en cada momento.

Interesantísima producción llevada a cabo por los hermanos Scott, que ofrecía a la gente grabar vídeos de su día a día durante el pasado 24 de julio de 2010 con la excusa de que después esos extractos pudiesen ser editados en un documental de 90 minutos que recogería esa experiencia vital conjunta. 4.500 horas de vídeo procedentes de 192 puntos del globo, que Kevin Macdonald ha reunido bajo un mismo techo aunque aquí el verdadero mérito sea del montador, Joe Walker, que crea una narración no-lineal pero si temporal con entidad y fuerza.

Es sin embargo éste un trabajo de instantes, de momentos. No redondo porque nada en esta vida es perfecto, ni siquiera juntando lo que acontece a tanta gente de tan diversos territorios. Imágenes de gran belleza, otras pobres, pero ricas en su banalidad, se van sucediendo una tras otra sin respiro. Por el medio, algunas preguntas lanzadas al aire y recogidas por esa gente anónima que ha decidido compartir su vida con los demás, al menos durante unos segundos. Un elefante refrescándose en unas aguas con la única compañía de las estrellas, una madre amamantando a un bebé, una mujer saltando en paracaídas, el primer afeitado de un adolescente. Nacimientos, muerte. Un niño que descubre el exterior a través de una ventana, o el despertar de un hombre que enciende un fuego para calentarse. Son instantes, momentos mágicos, que a veces se ven corrompidos por una banda sonora algo intrusiva (del siempre cumplidor Harry Gregson-Williams).

Lo mejor para el final: la cámara enfoca un reloj que marca las 23:56 del 24/07/2010. Una mujer se encuentra en un coche, en el exterior hay tormenta. Y su monólogo es directo, real: "He estado trabajando todo el día, aunque sea sábado. Sí. Lo más triste es que he pasado el día creyendo que iba a pasar algo increíble, algo maravilloso, algo que me permitiera valorar este día (...) En mi caso, hoy realmente no ha pasado nada (...) Quiero que la gente sepa que existo."; "Life in a Day" es un ejercicio de vouyerismo permitido que funciona a ráfagas (como toda película de segmentos), pero que tiene un indudable interés a pesar de algunos tics un poco tramposos. Más que valiosa, válida. Una experiencia recomendable.

Documental que narra las idas y venidas en un día, el 24 de julio del 2010 en la vida de aquellas personas que quisieron grabarse y enviar sus filmaciones para este proyecto.

El resultado es una mirada sincera, directa y ágil a la visión de un trozo de la humanidad que bien podría valer por su totalidad.

La forma temporal y temática en la que el documental está desarrollado es de una plasticidad sobresaliente, existen planos de una gran belleza, atardeceres y amaneceres que dicen mucho del momento y de la sensibilidad de la persona que empuñaba la cámara.

El mérito, indudablemente, consiste en una edición fuera de serie. La elección de los momentos y los temas acude a mostrar sin artificios, ni actores una buena variedad de temas fundamentales para comprender el corazón más profundo de los sentimientos que preocupan a la humanidad.

Amor, muerte, soledad, esperanza, dolor..., la relación de los temas que están plasmado en la plasticidad de las cámaras anónimas, o por lo menos, casi anónimas, dice mucho más que sesudos informes sociales.

Los retazos de cámara hipnotizan al espectador porque bien podía ser él quien estuviera recitando ese guion oculto en los pasos que nos llevan cada día en los brazos del tiempo. Bien podría ser él quien sintiera la necesidad de atrapar la magia de ese momento, o al menos intentarlo porque ya se sabe que toda cámara desvirtúa la realidad y la percepción de quien la está manejando.

El momento libre, desprovisto de artificios, aunque en este caso sean mínimos reposa en los miles de millones de anonimatos que cada día siguen, seguimos, luchando o disfrutando, depende de la hora.

La magia de las imágenes y de las palabras tiene un aliado de peso en una banda sonora que poetiza los encuadres y consigue, todavía más, valorizar los sentimientos.

Indudablemente realista, entretenida, divertida, rara, conmovedora, emotiva, cruda, increíble, triste, dura, diferente, mágica, humana, sincera, hermosa y sobre todo, sincera; simplemente ESPECTACULAR.
El único defecto que le puedo encontrar es que no dura más tiempo. La hora y media que dura este documental es insuficiente para plasmar todo un día en la vida de la humanidad. En resumen, una mirada honesta de lo que pasa en el día a día...
Veanla, altamente recomendable.

Interesante experimento social (mas que fílmico) donde se demuestran las tremendas diferencias que existen entre las sociedades de cada parte del planeta y, sin embargo, la enorme cantidad de parecidos entre los seres humanos en si, que es de lo que trata esto.

"¿Que tienes en el bolsillo?" Con esta pregunta tan simple, se plantea en la pantalla las enormes diferencias que existen entre cada uno de nosotros. Se fijan los escenarios a la vez que somos partícipes de la cotidianidad de los actos de cada uno.

"¿Que temes?" Brutal. Es impresionante ver como de diferentes son los temores de unos y otros, dependiendo de la sociedad en la que vive, la situación geográfica, la edad, etc. Pocas cosas tan instructivas he visto como este documental.

"¿Que amas?" Aquí es donde veo más similitudes entre las personas que habitamos el planeta. Cada uno tiene sus preferencias, unas mas materiales, otras mas espirituales, pero en definitiva todos buscamos una sola cosa: vivir.

Finalmente, decir que yo habría utilizado las imágenes de forma distinta, creo que el falta un poco de ritmo y da demasiados minutos a unas escenas que, a mi parecer, no los merecen porque el sentido de este sentido es que todos valemos por igual, nada de "ponderar" videos.