El fin de la comedia (Serie de TV)

Por fin en nuestro país se hace una comedia de calidad, acostumbrados a subproductos de producción propia de T5 y A3, una productora semi-independiente y con bajo presupuesto nos hace rememorar los mejores momento de las geniales "Larry David" o "Seinfeld", con situaciones que te mantienen en un suitil equilibrio entre lo cómico, lo trágico y lo absurdo y que provoca una extraña desazón entre la lástima y la verguenza ajena. 20 minutos por cápitulo que se antojan cortos y esperando la confirmación de una segunda temporada.

No soy fan de Ignatius el monologuista, por eso "El fin de la comedia" supuso una sopresa muy especial. Si bien es una serie que a ratos recuerda a "Louie" del tambien monologuista Louis C.K., pronto demuestra unas claras intenciones al mostrar un estilo único y personal y consiguiendo una de las series españolas más interesanes de los últimos tiempos. No era fan de Ignatius el monologuista, pero desde hoy soy fan declarado de Ignatius el actor.

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Una serie diferente, situaciones de referente y humor inteligente, la palabra de culto también aparece por la mente. Con Ignatius se vuelve al inicio del auténtico humor, aquel que perecía ya desaparecido entre los gags americanos y las malas imitaciones mainstream. Dicen que es el Louis C.K español, y si lo es, no por las similitudes entre ambos; cómico, padre divorciado con su propio show, si no por el hecho de que con su serie, otro artista más está en el grupo de los que ponen fin a una comedia que ya ha durado más de la cuenta.




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Seré breve. Excelente serie (más bien mini-serie) que a mi parecer no tuvo tanta relevancia como debería. Al tratarse de uno de los mejores cómicos de España como es Ignatius Farray, el humor se sale de lo habitual, y por eso puede ser que no guste a todo el mundo, pero aún así recomiendo 100% que se le dé una oportunidad a esta pequeña maravilla humorística Española. Mira tú, hoy en día es difícil encontrar "maravilla humorística española" en una misma frase, sin un "no es una" delante, y creo que ahora si podemos sacar pecho.

Una comedia muy profunda, que muestra como decia Chris Marker que "el humor es la cortesia de la deseperanza".
Magistralmente interpretada por Ignatius Farray, que describe las absurdidades de la sociedad y de la existencia, con la soledad moderna en tela de fondo.
Indudablemente una obra maestra.