El gato y el canario

1934.Veinte años después de su muerte, la albacea del millonario Cyrus West, reúne en la grandiosa mansión victoriana a los familiares del fallecido. El excéntrico anciano dejo grabado su propio testamento en el que desvela quien es la única persona que va a heredar su fortuna, incluido un valiosísimo collar que tendrá que encontrar en algún lugar de la casa. Pero hay una clausula en el testamento en el que habría un segundo heredero en el caso de que el primero estuviese loco ( había casos de locura en los genes).Ya es de noche, con tormenta e incomunicados, cuando aparece el director de una sanatorio mental que hay muy cerca, alertando a todos que tengan mucho cuidado porque se ha escapado un peligroso enfermo mental que se cree un gato. Entretenida película en la línea de las obras de Agatha Christie, variedad de personajes sospechosos, puertas que se abren y cierran constantemente, pasadizos secretos, buenos actores y con el suspense de saber quien es el asesino o la asesina.

Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: PASABLE
A pesar del plantel de actores y del misterio a lo Agatha Christie, la película está más en la línea del vodevil. Al prometedor arranque le suceden unas escenas truculentas, que a duras penas recobra en su tercio final. Este remake del filme de 1939 con Bo Hope no ha podido librarse de su vis cómica, y es precisamente esto lo que más lastra la función, que se mece entre lo coral y lo inane, entre la intriga y la parodia.

Atractivo, interesante, descarado, dinámico, pasajero, endeble, irregular y ajustado remake que presenta una historia con los tópicos habituales del suspense, con un particular y gamberro sentido del humor, sobre los riesgos que pueden surgir al recibir una herencia.

El director Radley Metzger, juega con el misterio de una premisa prometedora, ofreciendo un desarrollo mediocre y decepcionante.

No esperes encontrar grandes interpretaciones, ni un gran desarrollo de sus personajes, puesto que peca de insulsa y desaprovechada.

Es una de esas películas que enganchan de una forma rápida y que se pueden disfrutar en una buena noche de tormenta.

El gato y el canario, queda como un ajustado remake alocado, con buenas dosis de engaños familiares de lo más estrafalarios que derivan en algo decepcionante.