Alike (C)

Bonito corto de animación, donde un padre experimenta que si sigue las reglas rígidas de la educación de su hijo le deja muy triste.
Mejor dejar margen para la imaginación y el juego.
Gran expresividad del personaje del niño.

La cinta nos muestra, en 8 minutos, la relación de un padre y un hijo, Copi y Paste respectivamente, en medio de un tumulto de normas que impone el día a día. Alike quiere ser una metáfora del mundo actual. Un mundo regido por la rutina, lo corriente. Por jornadas escolares y laborales interminables. Por el lastre de un trabajo diario y el que porta cada alumno en esas mochilas, colmadas de conocimiento, pero vacías de creatividad, de pasión, de talento. Por la destrucción de la imaginación de los niños.

El cortometraje, está protagonizado por personajes asexuados y sin raza concreta. Ambientado en un lugar sin patria definida, universal. Exceptuamos a los protagonistas, Copi y Paste, quienes se diferencian por su color, el azul del padre y el naranja del hijo, colores que hacen pensar en el agua y en sol, ambos vitales para la vida. El hijo es un sol que brilla en el cielo de su padre haciendo el contraste con una ciudad tan nublada como impersonal. La música nos introduce en el corto, ya que sigue a los personajes principales y sus emociones, intensificándose con la felicidad de Paste y disminuyendo con la mutua tristeza de padre e hijo o cuando se suaviza en sus contactos íntimos, centrándonos en ellos.

“Alike” es una preciosidad de cortometraje, que ha conseguido ponerme los pelos de punta. Pues es también una reivindicación a las artes. Es decir, a la música, a las artes plásticas o, lo que es lo mismo, a la imaginación y la creatividad, a la ruptura de la rutina y de los convencionalismos.
“Alike” también me parece el abrazo sentido de un padre hacia un hijo. Un abrazo que le permite recuperar al final del día su color original, su espíritu infantil, el cual ha perdido entre montañas y montañas de papeles que representan el mundo adulto, lo peor de la burocracia.
“Alike” es un canto a la vida, un grito a la rebelión. Es una voz que clama a romper, aunque sea por un día, nuestra rutina para recuperar así la sonrisa, ese gesto que mueve y da color a este mundo.

El cortometraje “Alike” nos muestra un contexto a blanco y negro, donde todas las personas siguen la misma rutina todos los días, sin importar sus gustos e intereses. Pero dentro de este existen dos personajes en especial que llaman la atención es un niño con su padre, adicionalmente un lugar muy colorido, brillante que genera luz y esperanza en aquel chiquillo que tiene muchos sueños, ilusiones y ganas de cambiar el mundo.
Además, se puede visualizar que es un ambiente donde solo existen hombres y no se observa la parte femenina, generando una automatización de la vida. Basado en esto el padre de aquel niño solo le da importancia al trabajo que es agotador y desgastante, donde solo cumple con lo requerido para su empresa, sin poder quejarse o dar su punto de vista. También, este contexto genera que su energía disminuya su color azul y cambie a gris.
Por otro lado, aquel chiquillo mantiene una energía activa todo el tiempo, pues quiere interactuar, aprender y cambiar la manera de pensar y actuar de su padre. Pues aquel lugar lleno de color le brindaba paz, tranquilidad, felicidad y mucho interés. Pero la escuela se muestra como un dispositivo de automatización de la vida, lo cual desarrolla muchas emociones en él, haciendo perder este interés por querer aprender de aquel lugar hermoso que era para él.
Finalmente, se muestra la importancia que tiene el arte en el desarrollo personal de las personas, pero que muchas veces no se ve mas allá. Por ende, se cae en la resignación, perdida de la vida y el sentido que tiene la misma, dejando de lado la familia que es un componente primordial.