Haz click aquí para copiar la URL

Priest of Darkness

Drama En uno de los distritos más pobres de Tokio, el líder de una familia de yakuzas, de nombre Soshun Kochiyama, vive con su mujer, la dueña de una taberna, y obtiene dinero gracias a las apuestas ilegales. Soshun no piensa dos veces antes de sacrificarse por aquellos que lo rodean, constantemente envuelto en duelos, peleas y peligrosos negocios. Adaptación de una obra de kabuki en la que se relata el intento de escape de una joven ... [+]
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
1 de mayo de 2010
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que vengo a destacar será la capacidad que tenía este enorme director para conseguir fusionar diversos géneros sin que se resista la narrativa final de la película. Pintándola toda ella, de esa pátina pesimista que cubre su escueta recuperada filmografía, Yamanaka evita amarrarse a un género particular haciendo ganar la propuesta en un dinamismo bastante inusual a principios de los treinta.

La capacidad lírica e irónica que alcanza Yamanaka con la cámara es muy superior a la de casi todos sus compatriotas. La lucha final entre los estrechos canales, es un claro ejemplo. Quizá, solo por esta escena, merecería ensalzar esta obra. El fluir del agua, como en “Humanidad y globos de papel” adquiere un tono alegórico: mientras una vida se escapa y otra busca el escape.

Yamanaka abandona el tono trágico de la obra de teatro kabuki en la que está basada la obra para enfocarla desde un tono más humano, ironizando sobre la valentía del hombre:

- El problema es que si llega a oídos de mi Señor me tendré que hacer Harakiri.
- ¿Se cortará la barriga? Pues sí que es un problema. Por cierto, Sr Kitamura. ¿Cuántos años tiene?
- Cumpliré 53 este año.
- ¿53? Dicen que la vida dura 50 años.
- Sí.
- Un hombre que ha llegado a 53, debería darse por satisfecho.

El héroe de Yamanaka es cojo, desahuciado o simplemente perteneciente a las castas bajas del Japón feudal. Es un héroe del pueblo que lucha contra las injusticias mundanas, esas con las que todos convivimos ya acostumbrados. El amor-odio siempre está presente en la filmografía del japonés, pues sabe que esta dualidad es una constante en la condición humana. La crepuscularidad de Yamanaka, alcanza las cotas de sus contemporáneos y amigos Ozu y Mizoguchi, pero la prematura muerte del cineasta por disentería a la edad de 28 años tras ser reclutado por el ejército Imperial japonés, y la pérdida de veintiuna de sus veinticuatro películas ha provocado un ostracismo del que poco a poco parece ir saliendo.
Chagolate con churros
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow