Encontré el dvd de esta absurda película por error y pensando que era otro largometraje, lamentablemente para mí la vi. Es un desperdicio de recursos fílmicos y si, se pretende entretención también de tiempo, las actuaciones con alguna excepción son un fiasco, además el director y productor Orlando Pardo se licencia junto con el guión.
Es una historia basada en la vida real, pero me pregunto, acaso faltó investigación?, o simplemente es falta de inteligencia del realizador.
Convenientemente el título está escrito con doble M, pues es un mal, mal karma esta payasada, que lo único que me hacía pensar al observarla, era, a qué hora se terminaría, el que quiera verla debe tener algo de masoquista.
Es una de las peores películas colombianas que he visto y a continuación argumento esta afirmación.
spoiler:
Comienza con una frase ridícula: Cuando uno nace está destinado a morir ¡Que profundidad, que poder de deducción!. Luego se intercambia la secuencia entre, una fiesta tradicional del folklore llanero, con un secuestro en una vía, a plena luz del día y uno de los malandros le besa la mano al otro..., debe ser que en los grupos delincuenciales, esto es una costumbre. Entonces, una exagerada pelea sobre un puente entre dos sujetos, el escolta del plagiado y un enmascarado, también imagino que en esta banda de caricatura es costumbre no disparar a los hombres de seguridad del objetivo y demorarse todo lo que se quiera en un operativo. Viene un empalme de toma muy simpático, un plato que se revienta en el suelo disuelve al enmascarado de la riña cayendo del puente al río. Por que no un vaso de jugo de mora? o algo que indique que el tipo se reventó?, le hubieran puesto comida al plato por lo menos. La descripción de los hijos del hacendado es fatal, pues la hija a unos metros de la fiesta, está metiendo marihuana. " es una familia poderosa que no le importa el que dirán y que permite como remedio para el asma de su hija que fume" El hijo entra en primerísimo primer plano parcial, como augurando la más mediocre actuación de la cinta, no vale la pena investigar como se llama el seudo actor. Bueno ahí se acaba la seriedad y empieza la risa del suscrito, pues son tan grandes y evidentes los horrores, que da pena ajena, el grupo de secuestradores parece más bien de recreadores. Se van a retirar del negocio porque la última vez hubo un muerto. Es decir que son malos preocupados por el derecho a la vida.
Pasa raspando la actuación de Luis Fernando Múnera que interpreta a Don Ricardo. Él le pide al superlider de la banda que secuestre a un personaje, a cambio de no delatarlo. Este resulta ser su propio padre (esto sólo pasa en Colombia). El tonto accede, no sin antes advertirle a don Rocardo que debe saber todo, absolutamente todo, sobre la víctima. Mágicamente se hacen cómplices, y oh sorpresa, siendo su último trabajo no verifica la identidad de la victima... idiota; esto es puro surrealismo fantástico. Ya entregado el terrateniente a la guerrilla, empiezan una travesía y después de comer el hacendado quiere dar una propina a los campesinos que les dieron el almuerzo, osea que no lo requisaron y eso no es lo peor. La guerrillera que lo cuida le deja parte del dinero en el bolsillo después de pagar, esto es totalmente inverosímil y hay un total desconocimiento del escritor para hacer un guion creíble. Aquí ya es toda una comedia. Mientras tanto la familia vive una pesadilla, de tal magnitud, que el hijo culpable del secuestro no lo muestran una sola vez en la casa con sus seres queridos y en una escena con su socio en un bar, le dice que no cree ni en el mismo ( como actor imagino), ni en Dios ( yo tampoco) después de ver esta porquería de filme.
Un pelotón completo de guerrilleros deja escapar al anciano en una mula..., no extraña, pues son incompetentes personajes urbanos, al verlos parecen disfrasados, el viejito bastante maltratado llega a un caserío, con la intención de buscar ayuda de la policia y además pidiendo auxilio. Entonces llega a un paraje del llano, el mal actor que hace de hijo, en su pleno climax actoral..., baja de su automóvil y arrodillándose, mostrando sus manos al cielo grita DONDE ESTAS DIOS. "Aquí se me puso la piel de gallina" y estuve a punto de detener la película, pero no , hay que terminar de ver esta basura. Milagrosamente el ejército encuentra al secuestrado, pero él, víctima de alguna clase de síndrome de estocolmo, decide volver en busca de sus captores y se vuelve a volar, tal vez enamorado de los guerrilleros de juguete. El intrépido hijo luego lo encuentra y lo lleva a su casa después de un incoherente combate, entre insurgentes y el ejercito, haciendo toda clase de peripecias, allí afortunadamente termina este suplicio, con el narrador diciendo tonterías. La música es buena, lástima.