Cara a cara (Forhøret) (Serie de TV)

Si te interesan los thrillers nordicos o simplemente te gustó Pusher esta mini serie no te va a defraudar.
Un policia se topa con el cadáver de su hija en la camilla del forense en el primer minuto, ese primer capitulo frío y con una atmósfera asfixiante te atrapará. El policia empieza a investigar su muerte, y las cosas se empiezan a complicar cada vez más, su hija no era ni por asomo quien el creía que era, los sucesos se atropellan y los giros se enmarañan por derroteros por los que difíicilmente salen airosos, nadie es quien dice ser, todo es turbio y agónico.

Me parició un trabajo decente y entretenido, aunque sucedan demasiadas cosas en tan poco espacio de tiempo y pueda ser un ritmo que no guste a todo público, pero por otra parte es lo que da pié a que te la termines de un tirón, breve, cruda y concisa.

Esta serie es como un delicatessen de Serie B. Hay que reconocer que solo caracteres como los nórdicos pueden hacer una serie criminal de estas características. A la habitual habilidad que tienen para mostrar lo más turbio de su sociedad (corrupta, machista, alcoholizada, vestida de idilio socialdemócrata) esta serie aporta un enfoque muy original. Cada capítulo de 20 minutos se centra en un encuentro del protagonista (el inspector cuya hija aparentemente se ha suicidado) con un posible verdugo. Estos encuentros, con un guión muy bueno y una puesta en escena casi teatral por la expresividad y manejo de las dudas y silencios por parte de los actores, así como un guión que va sorprendentemente introduciéndonos en lo sórdido de la trama y en el drama familiar sin poder desengancharnos, hace que disfrutemos enormemente de la calidad dramática del producto, muy superior a la media en este tipo de género, tan manido, tan explotado y tan poco original, pero tan barato de producir como entretenimiento para encefalogramas planos. Merece la pena verla, no defrauda (eso sí, siempre y cuando tengamos cierta sensibilidad artística).