El noctámbulo

La idea de hacer un superhéroe netamente uruguayo no era mala en los papeles.
Lo que no se entiende es por qué siendo un héroe de estas latitudes deba tener tantas similitudes con los de otras demasiado lejanas a nuestras realidades culturales. Y creo que es ahí donde Gabriel Díaz se equivocó al encarar el producto; Noctámbulo se parece -o se quiere parecer, mejor dicho- a una suerte de "Batman" en combinación con el vengador anónimo que hiciera popular al desaparecido Charles Bronson hace décadas. El problema es que en esa carrera por querer ser lo que no puede, termina no siendo ninguno y en esa carrera pierde de vista totalmente la calidad argumental de la historia -que es tan rutinaria como superflua- así como su propia coherencia.
Ya ni mencionemos a los villanos, cuyas expresiones de maldad los emparenta con el peor maloso de alguna producción Disney o similar.

El resultado es un intento que se queda solo en eso, en el intento, y que posiblemente no deje huella alguna en la historia del cine nacional.

La idea del vengador haciendo justicia por mano propia ha sido llevada al cine en varias oportunidades con buenos y malos resultados. El Noctámbulo se encuentra en el segundo grupo: la película parece un comic para adolecentes, la trama es casi ñoña y para colmo las actuaciones no pueden ser peores. No sé si esto cine independiente, clase B, o en todo caso una prueba fallida. El resultado es un largo bostezo donde no hay un solo resquicio que salve a esta película del abismo.

Un asco, ¡puaj!

Sin una pizca de creatividad Gabriel Díaz hace del Noctámbulo una película que adolece hasta en el mínimo detalle, encontrando la mala nota para una filmografía ávida de oportunidades entre los espectadores. Malas actuaciones, fotografía, fx, dirección de arte y un guión poco menos que verosímil. Es un producto de nula calidad, sin gusto, y en el que todo el tiempo parece ser una mala copia del Punisher.

¿Cómo puede un director disidir que un trabajo con tales deficiencias, llegue a las salas de proyección? ¿Qué el público pague una entrada, invierta su tiempo?

Vergonzoso.

Demasiado sobreactuada, por momentos los diálogos parecen dichos con temor a olvidarse de la letra. El guión hace agua por todas partes, nada de lo que pasa es creíble, desde la supervivencia del protagonista sin que se enteren sus verdugos, hasta la preparación del Batman del subdesarrollo para vengarse. Se trata de un ensayo fallido en la búsqueda de un cine con identidad uruguaya.