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Del infierno a la eternidad

Bélico. Drama Guy Gabaldón, huérfano desde niño, es acogido por una familia japonesa, que lo educa como a un hijo más. Pero, al estallar la Segunda Guerra Mundial, la familia es enviada a un campo de refugiados. Guy, por su parte, se alista en el cuerpo de marines y, gracias a sus conocimientos del idioma japonés, lleva a cabo importantes misiones en el Pacífico. (FILMAFFINTIY)
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
10 de marzo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvo los 50 primeros minutos de metraje, nos encontramos ante un insulso y decepcionante biopic del héroe de la segunda guerra mundial Guy Gabaldon. Lo mejor de este largo e irregular film del maestro de la “serie B” Phil Karlson -rodado sin estilo, y al que le sobran un montón de minutos y escenas enteras- se encuentra en el relato de la infancia y primera juventud del protagonista, durante la depresión de los años treinta, cuando es adoptado por una familia americana de origen japonés y, posteriormente, tras el bombardeo de Pearl Harbor, cuando se muestra lo difícil que se vuelve para su familia japonesa la situación, con el confinamiento en los campos de concentración en California. Es este, de hecho, un asunto escasamente tratado en el cine americano y muestra la enorme injusticia que se cometió hacia la población americana de origen nipón, seguramente necesario para calmar el ambiente de histerismo y shock tras el sorpresivo ataque japonés. Lamentablemente tan prometedora primera parte naufraga en la segunda parte de la película, tras el alistamiento del protagonista y su participación en la batalla de Saipán. La parte bélica –salvo la original escena al final de la batalla entre el silencio horrorizado de sus protagonistas- es de un interés menor, rodada de modo confuso y plagada de situaciones absurdas y poco verosímiles. Jeffrey Hunter como protagonista es lo más salvable de la función –llegó a rodar un par de obras maestras con John Ford y Nicholas Ray entre otros- acompañado de un olvidable conjunto de actores de segunda división bastante inexpresivos y el actor japonés Sessue Hayakawa como General Matsui, inolvidable en su papel de inflexible comandante japonés en el campo de prisioneros de “El puente sobre el rio Kwai” (1957) de David Lean. Prescindible.
Gould
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1 de marzo de 2010
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La peli es en blanco y negro, del género bélico, con un David Janssen, el famoso actor de la serie de tv "El fugitivo", interpretando un papel secundario (a un sargento compañero del soldado protagonista (Jeffrey Hunter).

La película es patética, de una impostura que hoy hasta chirría. Muestra a los japoneses norteamericanos como tipos decentes, maravillosos y patriotas (algo es algo) y a los japoneses de las Islas del Japón, como a subnormales, locos suicidas sin más, carentes de estrategias y medio imbéciles en el arte de la guerra. Y por contra al soldado estadounidense protagonista, como un "chulito superman" que esquiva todas las balas del campo de batalla sin necesidad de casco, tan sólo cubriéndose con una simple gorrita de beisbol (y encima ni su cabo, ni su sargento ni su capitán le dicen nada al respecto y le obligan a ponerse el casco, como sería lo real y verídico; o sea cine para merluzos que se tragan las irrealidades más irreales productos de gionistas y directores de cine mediocres que se creen que todos los espectadores son tan mediocres y carentes de discernimiento como ellos).

La película es buena hasta casi la mitad de la misma —toda la narración del niño norteamericano que se queda huérfano y es criado por una familia nipona-estadounidense en EE.UU. donde aprende a hablar japonés y a querer a los japoneses, es de gran interés, muy bien contado y bastante convincente—; pero a continuación, desde el momento que el protagonista se alista en el ejército USA, a raíz del ataque a Pearl Harbor ejecutado por la Armada Imperial Japonesa en la mañana del 7 de diciembre de 1941, a partir de ese momento, se convierte en un héroe al estilo superdivo, haciendo mamarrachadas paternalistas con los enemigos japoneses y perdonándole la vida a miles de ellos como si fuese el mismísimo "Capitán América". ¡¡¡Anda, Phil Karlson, que te lucistes con esta película como un desachado de inteligencia desarrollando historias bélicas!!!

Por cierto, el pasado 28-01-10 murió a los 82 años de edad un gran actor: Pernell Roberts, aquel joven Adam, hijo mayor de la familia protagonisa de la serie BONANZA. Él sí que fue un secundario de lujo en televisión y en cine, un gran actor con carisma. ¡Ojalá haya llegado al lugar de la alegría, la felicidad y el contento!
stefani
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