Sempre Xonxa (Siempre Xonxa)

Sempre Xonxa fue el primer film gallego, es decir, el primer largometraje en formato 35 mm. A partir de este dato podremos entender su trascendencia dentro de un contexto cinematográfico concreto. Sempre Xonxa, sin entrar en un análisis estilístico, es el clásico gallego por excelencia, por eso de ser el primero, pero sobre todo por estar perfectamente enraizado en la memoria colectiva de un país.
Es la historia de un triángulo amoroso a través de las estaciones del año y de las edades del hombre -niñez, juventud, vida adulta y madurez-, en la aldea gallega de Trasdomonte. Birutiñas, próximo a partir emigrado, le pide a Xonxa que le espere para casarse en cuanto regrese, pero esta no consiente y se casa con Pancho. Cuando Birutas regresa para pedir la mano de Xonxa se encuentra con el joven matrimonio, que ya tiene una hija, y decide vengarse.
La unión telúrica entre el paisaje y sus habitantes, la emigración vista a través de los ojos de una de las viúdas de vivos de las que hablaba Rosalía, el regreso a Ítaca del que fuera Birutiñas en Trasdomonte, lo real-maravillososo gracias a la presencia icónica del genio-loco Caladiño, el mundo de la niñez en el medio rural gallego, etc., marcan la temática del film y hacen de "Sempre Xonxa" un verdadero trabajo de etnología gallega.

Merece la pena utilizar 114 minutos de nuestra vida para ver esta película. Está en gallego pero aún no conociendo esta lengua, se puede entender perfectamente. Es un drama muy tierno, que nos cuenta la vida de una mujer y dos hombres en una pequeña aldea gallega. Además los paisajes son dignos de ver. Muy bonita, para quien le gusten las películas tradicionales y de los pueblos.

Un film que indaga en el dolor que nos causa el paso del tiempo, que nunca nos permitirá volver del todo al lugar del que partimos... El fluír de las estaciones, el paraíso perdido, el doloroso tema de la emigración, un triángulo amoroso, el gallego indiano como Ulises moderno, y una Penélope que se rebela y no espera tejiendo y destejiendo...
Porque nunca volveremos a Ítaca...

Sin lugar a dudas es una película que merece la pena ser vista. No sólo por ser el primer largometraje gallego en 35 mm, sino por ser un producto delicioso. La dirección, a cargo del malogrado Chano, está al nivel de los mejores directores españoles. El trabajo actoral es impecable. Los escenarios y la ambientación perfectamente escogidos. Y en conjunto, como ya he comentado, es un gran película que debería de formar parte de esos títulos imprescindibles de la filmografía española.

Sempre Xonxa nos narra la historia de tres personajes; Xonxa (Uxía Blanco), Pancho (Xavier R.Lousada) y Virutas (Miguel Ínsua) los cuales se ven envueltos en una especie de triángulo amoroso derivado del sentimiento amoroso que tanto Pancho como Virutas sienten por Xonxa.

La historia se desarrolla en un pequeño pueblo dejado de la mano de dios en la Galicia profunda ourensana, en concreto en Trasmonde (Valdeorras). El caso es que un día Virutas se ve forzado a emigrar y este cuando vuelve años más tarde, con el afán de casarse con Xonxa, se da cuenta de que esta ya está felizmente casada con Pancho, con el que ya tiene una hija en común, ante este panorama Virutas decidirá vengarse.

Chano Piñeiro, a mi parecer el más grande de los directores gallegos, hace sentir al espectador la penosa situación que se vivía en el rural gallego de la época, una situación de abandono y deterioro en la que padres se veían obligados a dejar atrás mujeres e hijos, y donde las mujeres acababan sin más remedio ejerciendo de padre y madre a la vez. Piñeiro, como ya hizo en su cortometraje "Mamasunción", muestra de nuevo su afán por retratar las dos caras de la inmigración;tanto la buena como la mala, algo de agradecer.

También decir que la película está estructurada en cuatro partes, cada una hace referencia a una estación del año, a su vez las estaciones del año representan los ciclos de la vida (la primavera, la infancia; el verano, la juventud; el otoño, la madurez y adultez; y el invierno la vejez y el fin).

Chano Piñeiro conocía bien el fastidioso futuro que le esperaba al rural gallego en todo su patrimonio, tanto es así que, aunque Sempre Xonxa se trate de una película de índole realista Piñeiro mezcla todo los elementos característicos de la Galicia rural, desde los más palpables y visuales (pobreza, miseria, hambre...) hasta aquellos más arcaicos y mitológicos (leyendas, cuentos, dichos...) esto con la intención de hacerlos perdurar en el tiempo, esta mezcla la verdad resulta fascinante y da un toque único y característico al largometraje.

La parte mas fantasiosa y mágica es presentada al espectador a través de Caladiño, emblemático personaje ( a mi juicio es uno de los mejores personajes jamás creados en el cinema gallego) el cual parece sacado directamente de alguna las obras de Cunqueiro, en el film se nos presenta como una especie de druida "moderno" que dará ese toque único y mágico sumergiendo al espectador en la más excitante "Galicia mitolóxia".

En definitiva Xempre Xonxa es un clásico del cine gallego y no solo por ser la primera película rodada en Galicia en 35mm, sino por muchos más motivos; el reparto, en su mayoría magnífico; sus paisajes, que quitan el aliento y concilian al hombre y la naturaleza haciéndolos uno; sus escenas (una en el puerto de Vigo es considerada por Xoxe Nogueira como una de las mejores filmadas del cine gallego); y su grandeza, que va mucho más
allá de la historia principal y que es capaz de remover las entrañas a cualquier gallego que tenga un mínimo de apego a su tierra y a sus gentes, algo necesario en estos tiempos en el que la gente olvida quien es y de donde viene.