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Help Me Eros

Drama. Romance Ah-Jie acaba de perder todo su dinero en una arriesgada inversión en bolsa. Arruinado y deprimido se encierra en casa a cuidar la plantación de marihuana que cultiva para consumo propio y que tiene oculta en un armario. Decide llamar al teléfono de atención a suicidas y la voz que oye al otro extremo consigue sacarlo de la apatía. Es una voz deliciosa, dulce y consoladora que Ah-Jie utilizará a partir de entonces para sus propias ... [+]
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
3 de diciembre de 2007
56 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues como lo oyen. Mejor película del pasado festival de cine de Gijón. Toma prestigio para nuestro festival. Por si alguien tenía la intención de ver "esto", yo se lo resumo en pocas lineas para que se ahorre el inmenso sopor que supone ponerse a ver semejante disparate:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jose Antonio
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11 de abril de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo y de momento último largometraje de Lee Kang-Sheng como director.

En su ópera prima ya se le intuía talento en su faceta de director, y con 'Help me Eros' lo demuestra, me he quedado impresionado, es una grandísima película, fantástica.

Quizás una de las cosas que faltaban en 'The missing' era el mismo Lee Kang-Sheng, que aquí se come la pantalla, un actor único, impresionante.
La película está producida por Tsai Ming-Liang así como la dirección artística, que es absolutamente maravillosa.
La fotografía es de Liao Pen-Jung el mismo de las películas de Liang, bueno, es que practicamente todo el equipo es el de Tsai Ming-Liang, y qué decir, como de costumbre la fotografía es fascinante, con todos esos neones que no se ocultan y que de esa manera pasan a formar parte de la ambientación de la película, una ambientación que recuerda a los años noventa, a esas luces que iluminaban muchas ciudades y que siguen en algunos lugares de Asia, recordando tiempos pasados, tiñendo de nostalgia sus películas.

El personaje de Ah Jie es conmovedor, ver cómo después de haberlo perdido todo pasa los días fumando porros sin descanso, siendo lo único que le mueve, no hay más que ver su nick en el messenger “Divine marihuana”, y cómo lee a sus plantas, las cuida y demás.

El tema de los sueños en la película no me parece realmente importante, hay películas como esta en las que pienso que no se tiene que estar buscando una explicación a todo, más que nada porque saber si tal secuencia o tal otra son o no son un sueño no añade nada al disfrute de esta película. Creo que lo que hay que darse cuenta es de que esta película no es ninguna tontería, cuenta mucho más de lo que parece, trata temas complejos e intensos, y no hay que caer en el error de verla cómo si tratase de la historia de un tipo que se pasa el día fumado y sin hacer nada. Otra cosa es si a alguien no le gusta, que es algo completamente respetable, pero no decir de ella lo mismo que se dice de las películas de Tsai Ming-Liang, como que 'Goodbye, dragon inn' es la película de un tipo que va al cine y nada más.

(Sigue en Spoiler)

Estéticamente es preciosa, todos los planos son bellísimos, y consigue algo que a mí me parece admirable y que logran unos pocos como Tsai Ming-Liang o Apichatpong Weerasethakul, y es transformar y detener el tiempo, convertir una película en realidad, ya que si en la realidad podemos mirar el mar durante cinco minutos en el cine no aguantamos más de diez segundos. Estos pocos directores son capaces (si estás dispuesto) a hacerte entrar en su mundo, en sus normas, y en un cine el que puedes mirar el mundo con la misma fascinación con la que lo harías en la vida real.

Una joya, qué grande es Lee Kang-Sheng…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
BrunoLD
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8 de diciembre de 2023
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Dirigida y protagonizada por el actor principal de prácticamente todas las películas de Tsai Ming-Liang, aquí en labores de producción y dirección artística, está claro que este tipo es su pupilo y desarrolla una propuesta muy deudora, incluso excesivamente, del peculiar y marciano universo fílmico su maestro, tanto en temas como en estilo.

Historia, o algo parecido, en torno a unos individuos solitarios y faltos de cariño en la gran ciudad repleta de luces de neón, que se buscan y se anhelan sin encontrarse, comenzando por un prota que, arruinado por sus desafortunadas decisiones en la bolsa, sobrevive como puede en su lujoso apartamento embargado, fumando maría y cuidando con esmero de sus plantas, a las que incluso recita ¿pasajes bíblicos? Las llamadas a un teléfono de ayuda a los desesperanzados y el conocimiento, carnal y quizá algo más, que traba con la empleada de una especie de quiosco erótico quizá le devuelvan las ganas de vivir. Quizá venga Eros a salvarle de la muerte, aunque sea en forma de alucinaciones con fondo musical y sensuales coreografías de cuerpos desnudos en plena ejecución de posturas amatorias inverosímiles...

Más convencional, pese a todo, que las obras del director de “El sabor de la sandía”, utiliza en concreto algo más de diálogo, que normaliza en buena medida la interacción humana. Planos de larga duración, aunque sin llegar al extremo, y una estética pese a todo cuidada; mucha contemplación, una ¿trama? a la deriva que encajamos poco a poco. Cierto equívoco derivado de la distancia entre unos y otros, de los medios de (in)comunicación y los prejuicios; el romance ideal frente a otras formas de amor más tangibles y el desengaño posterior, el de hombres y mujeres cuya tristeza se repite. ¿Quién consuela a los desconsolados? Pues tras el mutismo de estos seres lánguidos late oculto un mundo de angustia y soledad que nada ni nadie puede entender ni satisfacer.

Esto es una fábula en torno a la dependencia excesiva de lo material, del dinero, del sexo y una belleza femenina estereotipada, o eso me ha parecido al menos, con mucho de fantasía masculina autocompasiva, los puros restos del naufragio de quien antes fuera el puto amo, con el protagonista luciendo palmito cada dos por tres y desde luego muy, pero que muy bien acompañado. Hay algo de seguimiento hitchcockiano por una ciudad antonioniesca de la mujer soñada, y no falta incluso cierto rollo raro con el agua, muy del Ming-Liang, su necesidad y su ausencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Don Hantonio Manué
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