Las pesadillas de Alberto Soto

Historia populista y bien narrada, pero aguantar toda la película ese tipo de cámara rudimentaria a un palmo de la cara y a ese Alberto Soto que no articula palabra. Básicamente está ahí, no hace nada más. Que tipo de interpretación es esa? Y que esté ganando dinero por pagar cuatro gritos y no gesticular durante todo el metraje.

Lo primero, ánimo a todos los que lo han hecho posible, de manera altruista supongo y con mucha ilusión. La verdad es que esperaba encontrarme algo tipo intriga/terror psicológico mas que una historia de este tipo que tampoco me ha quedado claro que es lo que se quiere contar. Si queréis darle una oportunidad no os rindáis pronto, el inicio es lento y no engancha pero las interpretaciones posteriores mejoran y aportan energía y dinamismo. Las peleas de la pareja protagonista son muy buenas, realistas y ella aporta fuerza en las escenas, por cierto algunas de esas escenas no aportan nada a la historia mas allá de las propias interpretaciones. Hay cameos de actores y personajes conocidos pero se ven opacados por las ganas de esos jóvenes actores. La fotografía es bastante particular, cansa mucho, me produjo una sensación parecida a "The blair witch project", que sin ser del mismo tipo resulta agobiante por lo incómoda de ver y con unos primeros planos abusivos.

Es digno de valorar el tesón y valentía del director, una ópera prima arriesgada, sin medias tintas, valentía también e implicación la del elenco, de grandes actores y actrices por cierto.

Un tema que por desgracia está a la orden del día, pero la mirada con la que se cuenta no es nada común, imprime sin maquillaje el conflicto del protagonista ( Alberto Soto) cuyo actor que lo interpreta nos mete de lleno y con verdad en su angustioso universo, de barrio y hostilidad, de pasado y de violencia, como también de soledad acompañada pues te hace preguntarte : no habla o no le dejar hablar?

Angustiosa, pero con destellos de humor , cierto que no es perfecta ( quizá algunas secuencias se exceden en tiempo sin aportar demasiado a la narrativa ) pero sí conmueve, agita, zarandea, arriesga, y lo más importante: no deja indiferente. Valentía decía, y más en los tiempos que corren para la industria del cine y en un país como el nuestro...

Cine amateur, al que apoyamos los cinéfilos con nuestro clic en las plataformas. Se valora el esfuerzo, los meses de montaje, las horas y horas de trabajo artesanal, las ganas de triunfar, de hallar los caminos fértiles del éxito. Imagino, primero, a Almanza deseando que el público le vea y, luego, ser capaz de tocarles la emoción. Empatizar con este o aquel personaje, sentirse identificado con alguno de los temas de los que trata: bullying, violencia de género, cocaína, alcoholismo, negligencia laboral de abogados podridos, infidelidades, locura…

La idea y los diálogos están muy bien, pero hay una cosa que me mata: la cámara desenfocada. Sé que es a posta, y que seguramente sea algo que enseñen en la escuela de cine como algo “cool”. Imagino a los expertos llamándome “inculto” por no captar la magia y la energía que guardan esos planos futuristas: “es la moda, imbécil”. Ok, capto. Corto y cambio.

El reparto me produce y genera ternura. Grandes actores que, imagino, se prestaron a ayudar a un colega malagueño con talento que lucha por sacar su obra, su sueño, adelante. No es solo que no cobraran. Me apuesto el tuétano a que incluso pusieron de su bolsillo para ayudar a un colega. Eso suma puntos a esta peli. Y lo habéis conseguido, chavales. Me alegra muchísimo.

Por último, no existe mayor terror que aquel que ves que es posible. El miedo psicológico que te genera la presencia de un tipo alocado que no ha superado traumas infantiles, ya sea por acoso escolar u otras vertientes. Nada justifica la violencia premeditada. Todo lo que sea acudir a ella es quemar en un periquete decenas de décadas de lucha por una sociedad más justa. Pero te creo, Almanza. Y ya por eso, han valido la pena los 80 minutos. Gracias.

Espectacular debut del realizador Miguel Almanza, que se ha rodeado de un elenco actoral espléndido, prestar especial atención a las caras menos conocidas que hacen que esta cruda historia sea todavía más intensa. Con una manera de tratar las imágenes a las que no estamos acostumbrados, consigue que te metas de lleno en la historia y que de alguna manera te identifiques con su "prota", MAGNÍFICA.