El amor está en el aire (Serie de TV)

Serie turca donde nada parece turco. El físico de los personajes, los paisajes, localizaciones..todo tiene un toque americano que intenta mostrar la parte más interesante y atractiva del país, ( menos cuando Sercan lleva a Eda a casa, ahi se ve la otra cara de Turquía).

La trama es predecible y los actores protagonistas hacen bien su papel. Los secundarios ya son capítulo aparte, y con el doblaje te dan ganas de aprender turco, o al menos verlo con subtítulos,ya que se carga literalmente cada diálogo. Si el doblaje le quita credibilidad, la personalidad de Eda no se queda atrás. La muestran como una mujer fuerte, decidida, empoderada e independiente, que es ante todo, una persona sencilla. Sin embargo, su felicidad siempre viene por la vida de lujo que lleva, y muchas veces se muestra insegura y sometida. Una contradicción constante. Por otro lado, son ridículas la ralentización de las escenas y las subtramas tan absurdas de los personajes secundarios.

Pese a todo, y sabiendo las carencias de la serie, los paisajes, y lo fácil de ver que es, unidos a la pésima oferta televisiva, hacen que sea fácil conectar con la historia y engancharse a ella. No sé si porque después de todo no es tan mala, porque no hay nada mejor que ver, o por las dos cosas.

Si es un reflejo de la Turquía real, está muy lejos del tópico: chicas en minifalda, varones pelirrojos, ojos azules (impresionantes los de la ex-novia) coches deportivos, y nada de religión por ningún lado. Vamos que es dificil de creer. El argumento, muy sobado y predecible. No se cuantos capítulos tiene, pero con tres o cuatro bastaba. La realización, abusa de primeros planos de los protagonistas, y es bastante monótona, sobrando vistas generales del puente sobre el Bósforo (increible que no hayamos visto aún santa Sofía, ni el museo Topkapi, ni la Gran Mezquita), se nota que debe estar el Ministerio de Turismo Turco detrás. La chica es guapa y el actor, macizo, las tramas secundarias, flojitas; pero a ciertas horas de la noche no estoy para sobresaltos. Se deja ver.

Yo es que cuando escucho lo de "Love is in the air", me acuerdo de la canción del mismo nombre del australiano John Paul Young del 1977 y si afinamos la imaginación, del temazo de Wet Wet Wet de "Love is all around", que viene a ser lo mismo, del 1994. En fin. Por lo demás, aprovechando el filón de oro de las series turcas que había descubierto Antena 3 con "Mujer" (2017-2020) y "Mi hija" (2018-2019), Telecinco se subió al carro ofreciendo la presente de "Love is in the Air". Por desgracia, la audiencia no ha sido todo lo buena que debiera, su récord fue sólo de un 17,6% de cuota de pantalla, y al final se derivó su emisión a otras plataformas o cadenas de Mediaset.

Sea como fuere, en total han sido 161 episodios de unos 45 minutos, en el original turco sale otro número porque son de otra duración, llenos de romance, comedia, algo de drama y hasta suspense. La serie es malilla, no hay por qué negarlo, pero tiene un tono fresco, amable e idealista que hace que se vea con condescendencia. A menudo es tan tontona que no te queda más remedio que reírte. Además, los protagonistas son guapos y existe tanta química que se han acabado convirtiendo en pareja en la vida real. Eso sí, la ficción está saturada de tópicos románticos tradicionales, de los que me alegro, que ya sólo pueden verse en el anime o en la ficción japonesa y surcoreana.

Me gusto la trama en los primeros 10 capítulos, luego de allí la pareja de protagonista empiezan a sufrir un sin número de trabas que los impide ser felices, muchas originales, muchas rebuscadas pero más de 100 capítulos con un sin fin de trabas que le llegan a suceder a la pareja que se vuelve monótona y esperando un final interminable.

Genial interpretación de los personajes. A pesar de lo turco, el ambiente latino/mediterráneo es palpable. Me hace recordar que la otra Roma (Constantinopla, o Estambul), es parte de mi memoria histórica. Y hace lo distinto menos diferente. Asimismo, existe mucho colorido y vitalidad en los personajes, y una fuente desbordada/ desbordante a raudales de sentimientos.