The Calcium Kid

Una película con pretensiones altivas, pero que para el espectador es como si lo afligieran con un látigo cada minuto que dura.

En primer lugar podemos ver ciertos paralelismos con Rocky, pero esta muy lejos del espíritu y la intensidad de esta, y es que solo es un intento de hacer algo. Aunque para su director, el Sr. Rakoff le parezca algo magistral y una obra, para las personas sencillas que vamos al cine en busca de sensaciones, en esta película las encontramos en forma de pesadez, aburrimiento y de desidia, y lo más importante, el pensar de como es posible que nos hallamos gastado algo en esto, por lo tanto ira.

En segundo lugar, hay que decir, que una película con un actor de tirón, siempre obtendrá más beneficios, y en su momento lo consiguió ya que el Sr. Bloom venia de protagonizar el "Señor de los Anillos", pero no es lo mismo hacer un papel ficticio con cara de ángel, a uno realista con cara de idiota, y sinceramente, su pésima actuación ayuda mucho a seguir tirando por el suelo lo poco bueno que poseía esta película, si es que lo hubo en algún momento.

En tercer lugar, y para acabar, sigo sin entender como hay productoras que permitan hacer este tipo de películas, gastarse el dinero en historias sin sentido, y seguir engañando al publico pensando que va a sentir algo, pero con guiones así nos encontramos cada día, y por lo que veo, ni Mcgyver y su navaja suiza o Harry Potter y su barita lo arreglarían por mucho empeño que le pusieran.

Película en forma de reportaje que habla sobre la fama de un chico simple, más bien tontillo (Orlando Bloom) y la vida más simple aún, si se puede, que él mismo.
Comedia simpática pero que hace reflexionar sobre los acontecimientos que rodean a las personas de la calle como nosotros mismos.

Película súper simple y literal que nos lleva a pensar acerca de nuestras acciones y nuestras verdaderas pretensiones de la vida. Que es lo que realmente importa y nos hace felices; lo problemático de la exposición mediática y lo efímero de la fama.
Los personajes son muy simples y cotidianos y quizás en esto radica la magia de la película que si bien de a ratos es un poco angustiosa y ridícula, resulta más que nada simpática y te arranca una sonrisa.
Una historia para mirar sin mayores pretenciones y disfrutarla, con algunas lecciones de por medio al estilo que las dan los padres o los abuelos.

Comedia campechana un tanto incomprendida que narra en forma de falso documental un esperado combate de boxeo en Gran Bretaña y sus prolegómenos con la preparación y el entrenamiento de Jimmy Connely: un lechero humilde, tontorrón, inseguro, fracasado y algo tirillas que, tras un golpe de suerte y de la noche a la mañana, se convierte en el contrincante del campeón de los pesos medios en el combate del año del país.

Obviamente la historia es un tanto imposible (sin dejar de ser previsible), pero desde luego lo que busca "The Calcium Kid" es reirse con guasa de los dramas deportivos (sin faltar socarronería hacia los documentales sobre personalidades célebres, o hacia la idiosincrasia de las estrellas del deporte). Y lo hace con sencillez pero desparpajo y desenfado. La película tiene una guasa muy especial y personajes bastante divertidos. Todo es una gran broma que logra hacerse simpática y afable sin dejar de ser un producto realmente simple.

Su guión es cachondo y vivaz ("¡No dejes de filmar. Podríamos ganar el puto Bafta!"). Su realización con cámara en movimiento no es desacertada, e incluso la mayoría de sus planos son bastante animados. Hay música enérgica y una fotografía urbana bastante decente. Las interpretaciones no están mal ni mucho menos (y Orlando Bloom como protagonista de pocas luces pero bondadoso me encandiló (es más, su personaje me gustó y todo). Este soso actor encaja bien en un papel de tontorrón, y para mí ésta es la mejor interpretación del soso Bloom hasta la fecha (ya que al menos aquí no está como palo tieso inexpresivo como acostumbra... tal vez le convendría sobreactuar más a menudo y cargarse de tics y nervios para decir algo al espectador al menos).

Reconozco que me hicieron gracia muchos de sus momentos y un buen puñado de carcajadas sí que solté (sobre todo gracias al personaje del horterilla y fachilla manager caradura, chapuzas y estafador (pero con un desparpajo jocoso y con alguna idea fascistiode que se satiriza)). Los personajes son estrambóticos pero simpáticos clichés (ese entrañable viejuno entrenador, ese mejor amigo violento o esa fan loca obsesionada) y dejan alguna que otra divertida situación.

En fin. Una película desenfadada y chorra. Un falso documental a broma. Simple y sencillo pero majo, simpático, complaciente y gamberro. No es una obra maestra, pero entretiene y agrada en una justa medida. Quizá la historia puede hacerse algo pesada en algunos puntos por su previsibilidad y un desarrollo algo pausado, pero todo es compensado con sus gracietas.

Lo mejor: Comprobar que se puede utilizar a Orlando Bloom en un papel de soso y reirse de ese personaje de forma aguda.
Lo peor: En algunos pequeños puntos se desarrolla con lentitud la previsible trama.

No sé qué problema tuvo la gente en su momento con The Calcium Kid.
La cinta de Alex De Rakoff no sólo se encuadra dentro del siempre curioso género del "falso documental" o mockumentary, sino que además desprende simpatía por los cuatro costados. Es entretenida, divertida (atención a las tronchantes escenas entre Jimmy y su groupie), tiene un reparto que sabe lo que hace (atención al siempre interesante Michael Peña, David Kelly o por supuesto Orlando Bloom, que realiza una interpretación, en una palabra, perfecta para el personaje de Jimmy) y sobre todo realiza una crítica sutil pero muy acertada de la fama y de lo interesada que se vuelve la gente cuando aquella les/nos ronda (atención a las secuencias en que los convecinos de Jimmy son entrevistados, y cómo su opinión sobre él va cambiando según se desarrollan los acontecimientos). Y en medio de todo ello, el protagonista, Jimmy Connolly, un don nadie, un mindundi atrapado en una singular aventura que choca con su sencillez y naturalidad. Porque así es también la película: sencilla, natural y tremendamente encantadora.
Sí es cierto que cuando llega el momento de verdad, el de la pelea, a De Rakoff se le va la pinza y se inventa algo que no hacía ninguna falta. Lo hace por innovar y no reproducir el clásico combate de boxeo que ya hemos visto en mil y una películas, pero se le va de las manos. Aun así, nadie puede quitarle a este Calcium Kid el encanto y la reflexión que hace de nuestra sociedad. Bienvenido sea.

Lo mejor: Lo entretenida, divertida y certera que es en sus golpes.
Lo peor: El giro final es algo forzado y tampoco es una obra maestra..