Locos por las partículas

Desde el punto de vista pedagógico poco. Los escasos hilos argumentales muy difusos. Levinson no tuvo el acierto de grabar el momento decisivo de la película, sustituyéndonoslo por las imágenes que ya pudimos ver todos en las televisiones. Entonces te preguntas, ¿y para qué me he alquilado yo esto?

Lo mejor, las vistas del Gran Colisionador de Hadrones.

Me parece que el director exageró un poco con hacer una película para todo público enfocándose demasiado en las emociones de los científicos y olvidando que podría haber sido un muy buen documental de divulgación científica al estilo Cosmos. Es agradable de ver y nada pesada pero después uno se pregunta ¿Cuándo viene la parte pesada donde me explican en profundidad?. Por otro lado nunca vemos imágenes de la obra que nos sirvan para entender cómo fue construido el colisionador de partículas. Aún así vale la pena para conocer el nivel de importancia de estos experimentos.

En lo personal, mi interés sobre el Gran Colisionador de Hadrones surge a raíz del libro de Dan Brown: "Ángeles y demonios", publicado en el año 2000 y secuela del archiconocido "Código Da Vinci". En la novela, una secta secreta, los "Illuminati", roban del CERN el arma más mortífera de la humanidad: la antimateria, para así poder destruir a la Iglesia Católica... fascinante.

El documental explica que el objetivo perseguido por el GCH no es otro que el de encontrar la última partícula fundamental del modelo estándar. Esta partícula (Bosón de Higgs), es la responsable de dar masa al resto de partículas elementales. El documental es divulgativo y accesible pese a que no me queda clara la aplicación práctica del Bosón de Higgs. Es una realidad que en nuestra mente siempre tratamos de buscar una aplicación práctica y no tiene por qué existir. De hecho, me resulta interesante la reflexión del científico teórico (me queda claro su distinción de "los experimentalistas") explica: "hemos tardado décadas en construir este experimento, ya que no tiene ningún interés militar (lo siento Dan Brown), ni tampoco económico (al menos, evidente)".

Más allá de arrojarnos más luz sobre un tema complejo dónde he tenido que fruncir el ceño varias veces para entender de qué hablaban, el documental no tiene ningún interés artístico. De todas formas se agradece los esfuerzos del director cuando trata de ponernos nerviosos a la espera el resultado de la masa del Bosón de Higgs: cercana 115 o a 140. Si se trata de 140, el universo es inestable, y que Dios nos coja confesados.... si se trata de 115, van a salir partículas nuevas de debajo de las piedras... Muchas gracias Mark, pero no es lo tuyo.... mejor se lo dejamos a Dan Brown, ok?

Este film que se anuncia como documental tiene una rara característica: parece no serlo o por lo menos tiene todo el guión adaptado para que no se lo parezca pues en todo el metraje del film se tiene la impresión de que lo que se está viendo es una película realizada con un "cut and paste" (corte y pegue) de momentos triviales no sólo para ser tomados como académicos sino también como un discurso de divulgación científica.
De esta manera el film discurre por una colección no demasiado coherente de escenas que, en el mejor de los casos, son sólo anécdotas alrededor del Gran colisionador de hadrones.
Si bien la fotografía es excelente esta se desperdicia mostrando planos generales de lo que realmente debiera ser la protagonista del documental: la mayor máquina construida por el hombre que es el colisionador de hadrones.
Quizás debamos este desastre cinematográfico al director, Mark Levinson, que es un reconocido científico -tiene un post doctorado en física en Berkeley- una actividad que seguramente le ha impedido aprender las reglas básicas para hacer un buen documental.