Generación Éxtasis

Arriesgada aproximación en plan semi-documental y cine experimental a una generación de jóvenes cuyo leitmotiv era el consumo de drogas de diseño y la visita a los clubs y discotecas de moda los fines de semana.

Utilizando actores desconocidos y un ritmo endiablado, Justin Kerrigan nos proporciona hora y media de un lisérgico viaje lleno de paranoias, bailes, fracasos, celos e introspección.

La historia y los personajes no acaban de cuajar del todo, pero para las personas que pertenecemos a la llamada Generación X, no deja de tener cierto interés recordar nuestros años más locos de juventud en busca del sentido de la vida.


Lo mejor: las conversaciones en pleno subidón y las fantasías recurrentes de Moff y Jip.

Lo peor: los soliloquios dirigidos a cámara, pelín pedantes la mayoría de las veces.

A veces nos cuesta recordar algo que estamos buscando con intensidad.

Otras añoramos poder olvidar algo que es imposible separar de nuestra mente llena de recuerdos.

Pueden ser canciones, nombres de personas, lugares visitados, sueños vividos o títulos de películas.

Como el agua en Mayo o un crucero por el Nilo, esta película irrumpe en todo lo que encontramos habitual o excepcional y te olvidaras de ella, quizás.

O quizás solamente del titulo.

Pero tarde o temprano llegaras a ella y no te defraudara, porque a veces el Cine Club de tu barrio y un supermercado en la Tierra Media puede llevarte a la solución que estas buscando al estar mas ligados de lo que crees.

Divertida, funcional y recomendable. Es de esto de lo que se trata. No?

Película bastante entretenida. Incursión en la cultura de la música electrónica y el mundo del éxtasis de los 90. La trama en si misma no es nada del otro mundo, se resume en un grupo de chavales que esperan el fin de semana con ansias para salir de fiesta y sumergirse en un mar extático. Resulta interesante la presentación, resulta interesante el desarrollo y sobre todo resulta interesante determinados momentos del film en los que te sientes realmente bañado por algún tipo de sustancia psicotrópica. Una película entretenida, divertida y con poco impacto mediático que recomiendo ver a cualquiera interesado por la cultura de la música electrónica y las drogas de diseño de finales del siglo pasado.

No crean que se van a sumergir en la paranoia de las drogas y en los egos desviados de estos protagonistas, la película no llega más allá de amistades sinceras, ni consigue plantear la crisis de identidad en la que se pueda encontrar la juventud ni desarrollar ideas existenciales sobre sus rutinas, placeres y relaciones sexuales... se trata de algunos seres dependientes y otros liberales, un grupo variado que consume pastillas y que buscan sexo durante toda la noche y música que les termine de acomodar el viaje en medio de un humor absurdo que roza el ridículo y hace sospechar que aparezca Ali G a interpretar algunas de esas representaciones.

Sin embargo tiene a su favor ser sana, no estimula al consumo ni desdibuja la imagen del consumidor, no tienen porqué ser de esos con piercings o a tope de tatuajes, dentro de sus locuras vienen a ser jóvenes normales que encuentran la satisfacción y que charlan de las cosas normales, efectivamente pone a las drogas por las nubes, pero no los malforma por consumirlas, además el tono y el estilo encuentran una clave propia para dar algo de complejidad a la perturbación que tenga cada uno en lo suyo.

Estos personajes que se salen del estereotipo juerguista sin embargo encajan en la generación química por sus debilidades psicológicas a la hora de afrontar la vida o por sus traumas infantiles, la película tiene tiempo de jugar con ellos y de mostrar que cada noche puede ser la más grande, busca la energía para pintar la ciudad, encontrar la empatía y sobrepasar la línea de la felicidad, dejar de estar alienado al sistema es el objetivo final de "Human traffic", así se mueven, no hizo falta que fuera explícita para enseñar la subida y encontrar el sentido de la vida en el estado de éxtasis, sólo se trata de que esta generación tiene experiencias viajando.

Encuentra sus puntos sociales y algunas secuencias son divertidas, no es que atrapen pero encuentra diferentes estados mentales y no siempre por las drogas, ahí están los medicamentos, aunque en realidad no sobrepasa eso del subir y bajar, la diversión y la depresión, no tener sexo o tenerlo de tal manera, dejarlo todo...empezar...

"El presente desaparece. La fantasía forma parte de la realidad... y nos dejamos llevar. Pensamos con claridad y, sin embargo no pensamos del todo... y hacemos lo correcto. Dejamos de intentar controlar las cosas. Un fluido de químicos está en nocotros. Y flotamos... ¿Esto es lo que serán daños cerebrales?. Olvidamos todo el dolor. Olvidamos todo el sufrimiento de la vida. ¡Queremos vivir!. Ya no nos sentimos intimidados por nadie. Todas nuestras inseguridades se evaporan. Estamos en las nubes, ahora, y completamente abiertos. Somos simples astronautas orbitando la Tierra. Y el mundo es bonito desde este punto de vista.

Somos libres de sentir emociones, de desear lo inalcanzable. Sí; arriesgamos nuestra salud mental por breves momentos de clarividencia. ¡Tantas ideas y tan poca memoria!. Estamos cubiertos de un sentimiento de amor. Todos fluimos al unísono. Estamos juntos. Si todo esto fuera real...

Queremos un nivel de armonía universal donde nos sintamos bien con todo el mundo. Formamos parte del ritmo, formamos parte de un movimiento... de un movimiento de evasión. Hasta que acabe... Pero, a fin de cuentas, sólo queremos ser felices."

Así es como se describe en la película lo que se siente al tomarse unas pastis en una discoteca. Porque "Human Traffic" va de esto. Te cuenta la noche de juerga que se montan un grupo de colegas (cada cual con sus neuras y paranoias personales). Así, ahí tenemos al que tiene problemas sexuales, a la que acaba de cortar con un tio, a la que acaba de mandar a la mierda el trabajo, al novio "dj" de una de ellas y al colega encargado de conseguir las drogas. "Tengo 75 libras, 3 pastillas, un gramo de coca y la invitación al "Asylum". ¡Comienza el finde!" dice el prota al principio de la película.

Rodada con una estética muy parecida a "Trainspotting" (de hecho, esta película se ha convertido a traves de los foros de internet en una peli de culto para los entendidos de la musica house y raves varias), "Human traffic" no se centra exclusivamente en lo que ocurre durante la noche de juerga sino que te cuenta lo que ocurre antes (preparación para la fiesta) y, sobre todo, después (el comportamiento de cada uno con un resacón de cojones). De ahí que lo que lleva verdaderamente el peso de la película sea un magnífico guión, donde los personajes van evolucionando segun qué tipo de drogas hayan ingerido, algo que realmente Justin Kerrington hace como nadie, no decayendo la acción en ningún momento.

Otro acierto es la banda sonora utilizada para la película: Fatboy slim, Liquid, Lucid, Energy 52, etc... dando ritmo a la película.

Lo mejor: el guión (sobre todo en la descripción del subidón y del bajón), el diálogo sobre la teoría de Star Wars, y el no intentar de ninguna manera criticar ese uso de las drogas por divertimento así como tampoco caer el hacer apología de ellas. Cuenta lo que hay, lo que suelen hacer la peña en esos sitios todas las noches en cualquier parte.

Lo peor: No entender el por qué una película como esta no se haya estrenado en España.

En resumen, una muy buena película para todos aquellos que nos gustó y disfrutamos con "Trainspotting". Y si empecé con la descripción del subidón, la acabo con cómo describen el bajón.

"Todo lo que sube debe bajar... y bajar, y bajar cada vez más. Es entonces cuando todos parecemos enfermos al acabar la noche. Ya nadie habla. Se evitan las miradas. El alma gemela con quien pasaste las últimas 5 horas, es un extraño ahora. Te parece imposible mirarle a los ojos. Con él sólo tenemos una cosa en común: la paranoia. Los hijos del extasis ya no están nada seguros. Se acabó la sensación de sentirte único. Somos enfermos mentales distinguidos y ansiosos por salir de este clima envenenado, de buscar una cama y de encontrar un terapeuta simpático. La realidad vuelve.

¿Dónde estoy? ¿Qué hice ayer? ¿Mereció la pena?. Ahora es cuando de verdad sólo se desearía caer insconsciente... pero no se consigue dormir"