Mi padre y mi hijo

Interesante propuesta turca que, si bien durante su inicio no se alza con la fuerza que debería tener, debido a los elementos más bien humorísticos y livianos que saca a la palestra Irmak, logra recobrarse durante un segundo tramo espléndido, en el que todo cobra una gravedad mucho mayor y, lejos de intentar resultar tremendista o sentimentaloide, se irgue como un film compacto, bien trabajado y al que el enorme respaldo tanto de unos actores que, cuando alcanzan su tono más severo están suficientemente entonados, como de un director tan competente como inteligente, dan una baza extra en la culminación de "Mi padre y mi hijo".

Para hablar sobre ella, en cambio, es imposible obviar su primer intervalo, en el que las pretensiones de querer que esa familia cale en lo más hondo por lo pretendidamente espontaneo de sus reacciones, no termina de funcionar correctamente. Sus intérpretes se muestran sobreactuados en ocasiones, la vena pseudo-cómica no termina de calar y las distintas herramientas empleadas por el director no convencen.
A partir de ese tramo, en cuanto "Mi padre y mi hijo" parece agriarse, todo alcanza una tonalidad mucho más madura, y aunque cabría destacar el papel de Tekindor, lo cierto es que los demás actores funcionan mucho mejor al adquirir ese cauce la propuesta.

Resumiendo, se podría definir el film de Irmak como un trabajo intenso en sus últimos compases, que logra alcanzar la sensatez necesaria, y se expone así como un drama ciertamente crudo, con sus leves destellos y con, por suerte, mucho más que un tema delicado para afrontar lo que podría haber sido una cinta ramplona, que en manos del turco se transforma en algo digno de mención, sin tener que recurrir a elementos facilones en exceso o a situaciones sobredimensionadas para lograr que el espectador escurra sus penas a gusto. Recomendable y ciertamente curiosa, sin más.

Reconozco que vi esta película por pura curiosidad. Tenía un 9.0 de nota media en IMDB con más de 7.000 votos, supongo que todos de usuarios turcos haciendo piña, ya que pese a todo no sale en el Top250 de la web. Eso me hacía sospechar, y mi lado curioso me "dijo" que debía verla para confirmar si "Mi madre y mi hijo" era realmente digna o un ñordaco encumbrado por habitantes de su país de origen. Por suerte, no era el caso.

La cinta de Cagan Irmak (vaya nombrecito) es realmente una obra magnífica, que nos narra cómo un padre no precisamente modélico decide volver a su lugar natal tras una serie de problemas bastante graves. Para ello se lleva a su hijo, a quienes sus abuelos aún no conocen, a un pueblecito apartado de la mano de Dios. Y para colmo, el protagonista no se lleva bien con su padre (el abuelo del niño) y los roces son continuos. En esta mezcla de parentescos se hilvana una trama muy bien pensada, que deja tras de si algunos momentos sencillamente brillantes.

Todos los personajes están muy bien retratados, tanto sobre el papel como a nivel interpretativo, y son muy humanos, lo cual ayuda a que llegado equis momento podamos sentir en nuestras carnes lo mismo que ellos. Escenas como la de los "zapatos del caballo" o simplemente la proyección de la película casera son sencillamente preciosas y muy, muy emotivas. En general, "Mi padre y mi hijo" es una cinta que merece mucho la pena, un drama que no cuenta con un apartado visual excelente, pues es una película pequeñita de un país con no excesivos medios, pero lo salva sobradamente con todas sus virtudes. Y por ello no sólo se hace digna de ver, sino de recordar. Una pequeña joya a reivindicar desde YA.

Después de visionar la cinta es lo que quedó al final, un buen sabor de boca. En realidad el cine turco está resurgiendo fuerte entre los festivales con sus buenos realizadores al frente.
Esta película no es para menos. Con reminiscencias del cine italiano bajo la tutela y el submundo de la gran familia ,todo transcurre en una granja en algún lugar de Turquía en el que una familia con sus propios problemas hacen su vida diaria desgranando los fantasmas del pasado.
El guión está delicadamente puesto en escena con una suave extrapolación al mundo de fantasía que en algunos momentos el niño protagonista sueña. En algunos planos secuencia los encontré algo largos pero en conjunto se resuelve muy bien.