Elkarrekin: Together (AKA Elkarrekin Together)

Mucho spoiler.
Soy un vasco documentalista que junto a mis amigos los arqueólogos nos vamos a ir a la costa este de los USA en busca del pasado de nuestra especie, raza o cosa vasca. El gobierno canadiense encontró restos preciosos, y precisos, de nuestros titánicos antepasados y hemos pensado, en consecuencia, de la buena, que por qué no en Maine debe haber también huellas legendarias de nuestro glorioso paso por el mundo.
Antes de seguir, quisiera aclarar algún punto oscuro para los más ignorantes:
Nosotros somos un pueblo que se pierde en la noche de los tiempos, con una cultura ultramilenaria y con una lengua a prueba de bombas, el euskera (en su versión perfección batúa para que más reluzca), que a pesar de tanta represión y persecución cada día se habla más, y mejor.
Nos suelen preguntar continuamente, muy preocupados e interesados, qué de dónde somos, se nota que les importa mucho nuestra procedencia, es de vital importancia su conocimiento, y yo siempre les digo que estamos entre Francia y España, ahí andamos, sí, como los sevillanos están entre Portugal, España y Marruecos o los guadalajareños entre Asia, Europa y América, así es, ese es nuestro lugar y nuestra nación de tanta tradición, en verdad un no lugar, un hueco mágico, un agujero mítico, somos lo que no son los otros, en este caso España y Francia, sí, sí, nos dicen todos encantados, asombrados y muy regocijados cuando les explicamos estas maravillas administrativo-técnicas-histórico-político-cultural-territoriales.
Una vez aclarado este punto, debo decir que este documental se hace con la única finalidad de demostrar un hecho cierto y verdadero, que nuestra presencia en los siglos quince y dieciséis, por lo menos, fue asidua y recurrente, que nuestros pescaderos primigenios se pasearon por aquí en busca de ballenas y, sobre todo, con el afán inusitado de estrechar lazos y hacer amistades profundas con los indios nativos de estas tierras y mares, para así confirmar algo que es sabido y conocido en todo el mundo pero que nunca está de más recordar, nuestra condición de vascos como gente extremadamente pacífica y conciliadora en toda pompa y circunstancia sin mancha ni pega en ese aspecto, que siempre tratamos al de afuera con el máximo cariño y respeto y nunca tenemos problema ninguno. Es más, queremos, con este descubrimiento que cambiará la historia de la Historia, de la Ciencia y la Arqueología por supuesto, demostrar de una vez por todas que las conquistas se pueden hacer de otra manera, sin necesidad de matar ni saquear, de robar o violar, queremos atestiguar que los vascos conquistaron almas, ánimos, amor, espíritus, compañía, cultura, solidaridad, cariño, lenguaje, simpatía, compartieron buenas intenciones, diálogos educativos, y recreativos, y grandes alegrías, no como esas otras naciones horribles de más arriba, me refiero a los terribles franceses e ingleses o ya ni hablar de los terroríficos españoles de más abajo que horror causaron por donde pasaron, por cierto, conquista española en la que nosotros, pese a algunos nefandos rumores y malintencionados infundios, nada tuvimos que ver ni sabemos qué cosa fue, estábamos en ese justo momento de acampada con nuestros hermanos nativo americanos.
Y añado lo siguiente, que es verdaderamente importante: nosotros inventamos la navegación ballenera, creamos las embarcaciones más aptas y adecuadas, destinadas a ese bello oficio de cazar ballenas, los arpones y todo el resto fueron también invento nuestro, fuimos los primeros y los mejores. De hecho, es una terrible injusticia la fama marítima que tienen los ingleses, exagerada e inmerecida a todas luces, nosotros estuvimos a su par cuando menos, la diferencia es la publicidad que ellos le han dado a sus cuatro cosas mal hechas, no como nosotros, modestos y discretos por naturaleza. Por eso, también, estamos aquí, para remediar esa histórica injusticia, para que sepa todo el mundo que nosotros lo inventamos y descubrimos casi todo, lo decisivos y cruciales que fuimos en la historia de la humanidad.
Bien, al tajo: removemos la tierra, levantamos piedras, comemos, charlamos, dormimos, llegan colegas americanos, canadienses sobre todo, seguimos investigando y encontramos restos antiguos indios, franceses, ingleses, nada vasco por el momento, una cosa rara cuando, como habíamos dicho, era la cosa más segura y conocida en todas partes. Espera, que seguiremos mirando y buscando. Pasan los días, los trabajos y los placeres. Lo hacemos para dar más emoción, pero ya veréis como al final lo vasco emergerá de entre las ruinas de esta civilización. Ya está, ya va, paciencia, tranquilidad. Ahora, espera. Ya. No. Venga. Un esfuerzo más. Ahora es la refinitiva. Sí. Sí. No. No. Ya. Creo que. No sé. Tal vez. Parece que. Tú verás. Ya me dirás. Vamos a la mar. Mírala, mírala , la Puerta de Alcalá...
... Vikingos, hemos encontrado restos vikingos, si ya decíamos que los vascos cuando nos ponemos a encontrar yacimientos somos la hostia, nada ni nadie puede detenernos. Para que luego digan. Vinimos a por la esencia vasca y hallamos la vikinga. Al fin y al cabo estamos al ladito los vascos y vikingos.
Mira, mejor. Así los vikingomaniacos se harán, por asociación inevitable de ideas, vascomaniacos. Lo ves. Ya está.
Afirmo lo que viene: esta expedición ha sido un éxito colosal, justo el hecho de no haber demostrado lo que ya estaba demostrado de antemano demuestra empíricamente que no hacía falta demostrarlo, para qué. Además, si hubiésemos encontrado lo que habíamos dicho que era seguro que íbamos a encontrar, no sería necesario volver a buscar, viajar más, en próximas y sucesivas ediciones y expediciones, con documentales igualmente interesantes que las reflejen para así poder seguir estrechando más y nuevas o las mismas amistades y también lazos, como hicieron, y se ha demostrado con pruebas fehacientes, felizmente los vascos primeros, hermanos, amigos, quizás hasta amantes de los queridos camaradas norteamericanos.