La mansión de Araucaima

Filmada en 1986, en una hacienda cerca a Santander de Quilichao, es todavía una película muy vigente hoy en 2016. Esta película del director Carlos Mayolo, se ha convertido en una cinta de culto y en un referente del cine colombiano.
Película basada en un libro de Alvaro Mutis, quien escribió el relato en 1973 y le entregó el guión a Luis Buñuel para que hiciera la película. Por alguna razón esta no se llevó a cabo. Años después el guión fue entregado a Carlos Mayolo, para que hiciera la película. De lo cual se encargó él con su “Grupo de Cali”, conformado por Mayolo, Sandro Romero, Luis Ospina, Miguel González, entre otros.
La Mansión de Araucaima, es una casona detenida en el tiempo, donde conviven cinco hombres con la Machiche, mujer que comparte sus encantos con todos los habitantes de la casa, y donde todos son mantenidos por don Graci, el dueño. Es la versión gótica de la novela adaptada al trópico. Pero vendrá una intrusa a descomponer el cuadro ideal de vida en la casona.
Muy buena versión de película con excelente actuación de Vicky Hernández (la Machiche).

Si entras a esta casa no salgas, si sales de esta casa no vuelves, si pasas por esta casa no mires, si moras en esta casa no plantes plegarias, este el epígrafe escrito en una pared de la mansión de Araucaima.
La residencia es un lugar que parece anclado en el tiempo y representa el lugar donde las personas se encuentran atrapadas por sus propios temores y deseos reprimidos, más que un lugar, la casa es como un estado psicológico donde llegan las personas que buscan desprenderse de su pasado y reprimir sus recuerdos y frustraciones, pero que terminan siendo víctimas de ellos. Este lugar es como un ente capaz de sacar de quienes lo habitan sus instintos más primitivos.
La súbita irrupción de Angela, una actriz de publicidad en esa casa misteriosa en donde no se cometen pecados veniales y cohabitan personales excéntricos: Don Graci, el dueño, heredero equívoco de la mansión; un Fraile sin nombre; Camilo, un piloto cuyo avión fue destruido por un rayo; Cristóbal, el sirviente brasileño, cauteloso y obediente; Paul, el guardián mercenario y la Machiche, hembra madura y brutal que mantiene un cierto control sobre los anteriores. Allí hay un tenso equilibrio de ansiedad, erotismo y violencia que explotará en su debido momento.

Muy buena película que trata sobre el encuentro de varios personajes y sus respectivas historias en un espacio común, la casona Araucaima, lugar que parece estar detenido en el tiempo y que determina no solo el diario vivir sino también el destino de sus habitantes. Basada en la novela homónima del escritor colombiano Álvaro Mutis.
Pienso que logran adaptarse de forma magistral elementos propios del surrealismo, contextualizándolos en un ambiente tropical con el claro objetivo de otorgarle, a la naturaleza y sus encantos, un papel preponderante. El carácter exótico del medio ambiente, las complejidades y delirios libertarios de cada personaje, la conexión entre lo real, lo onírico y lo ideal, la perplejidad del espectador como un habitante más de la casa ante lo que parece ser un lugar perdido en la historia o fuera de época, donde justamente el tiempo y el espacio no existen pero al mismo tiempo determinan la vida de quienes allí residen, se combinan de una forma misteriosa, enigmática y cargada de símbolos que parecen darnos pistas sobre los detalles y secretos de cada uno de los personajes de la historia.
Sin duda alguna, como uno más de los habitantes, entramos en la mansión por un azar del destino, cual si estuviéramos escapando de nuestro propio pasado en busca de nuevas y mejores respuestas, para finalmente ser llevados poco a poco hacia el interior de las mentes y almas de cada personaje, dejando de manifiesto sus conflictos, sus expectativas, sus frustraciones e inclusive sus propias alucinaciones.
Los árboles antiguos que rodean la mansión y su entramado misterioso, parecen dar cuenta de la complejidad del argumento y de su desarrollo, así como parecen conjugar de forma excelente las diferentes situaciones y las características del medio ambiente tropical conservado o medianamente intervenido. Las tomas hechas como a hurtadillas o entre rendijas, agregan un toque de misterio y prohibición que nos involucra más profundamente en cada escena. Considero que podrían haberse contado algunos detalles adicionales de cada personaje, con el fin de permitirnos una mejor aproximación a ellos y contrapesar así el imponente elemento sorpresa que los compone, pues realmente sería un placer poder conocer un poco más de la intimidad de tan pintorescos e interesantes sujetos. Una película sorpresivamente compleja, fascinantemente mística y hermosamente enigmática. Si entras no salgas, si sales no vuelvas, si pasas no mires, si moras no plantes plegarias.