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Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese

Documental Documental que sigue los pasos del músico Bob Dylan durante la gira que tuvo lugar entre los años 1975 y 1976. En ella, Dylan colaboró con artistas de reconocido prestigio como Joan Baez, T-Bone Burnett y Mick Ronson. Descrita por Netflix como una mezcla entre "concierto, documental y ensueño", cuenta con entrevistas al propio Bob Dylan, así como de otros colaboradores cercanos al artista. (FILMAFFINITY)
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
22 de junio de 2019
18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho se está hablando entre aficionados del documental, pero ya adelanto que me ha parecido un extraordinario monumento erigido al que fue uno de los grandes acontecimientos de la historia del rock, la Rolling Thunder Revue de 1975 (no se hace ninguna referencia a la de 76). Igual es que nos hemos acostumbrado a la grandeza de los documentos que Dylan y Scorsese (juntos o por separado) están ofreciéndonos, pero solamente los números musicales de Dylan y su impresionante banda (impactante Scarlet Rivera), valen su peso en oro.

Sobrecogedoras "When I Paint My Masterpiece", "One More Cup of Coffee", "Isis", "She Belongs to Me", muy especialmente "The Lonesome Death of Hattie Carroll" o una brutal "Hurricane", en las que Dylan canta con una furia desbocada y demuestra por qué es uno de los grandes intérpretes (no sólo songwriter) que ha dado el rock. También sus dúos con Joan Baez (nacieron para cantar juntos), "I Shall Be Released" o "I Dreamed I Saw St. Augustine" son más que emotivos. "Toca una canción protesta", le espeta un espectador; y va y tocan "Oh Sister", genial. "Dylan Presidente" le grita otro... "¿Presidente de qué?".

El trabajo de investigación y rescate documental de época es también muy emocionante, todas las apariciones de Patti Smith (impactante su "Archer Songs"), Allen Ginsberg, Rambling Jack Elliott, Joni Mitchell y su "Coyote" junto a Dylan y McGuinn en la habitación del hotel (uno de los grandes momentos de la película). Y por supuesto la road movie con el propio Dylan al volante, yendo a tocar a sitios inauditos y muy simbólicos, como un auditorio de un centro cívico, una reserva de indígenas (maravillosa escena también con Dylan tocando el The Ballad of Ira Hayes de Peter LaFarge) o una cárcel con la presencia de Hurricane Carter.

La parte que ha generado controversia son los fakes, personajes inventados (Stephen Van Dorp, por ejemplo, el supuesto cameraman, el político Tanner o el productor) o hechos narrados que no ocurrieron exactamente así, como todo lo relativo a Sharon Stone (cual "F. For Fake" de Welles, por ejemplo). Pero a mí me parece un vehículo perfectamente válido para contar una historia fundamentalmente cierta y, en cualquier caso, esa mezcla documental y ficción no deja de ofrecer un producto de máximo disfrute realizado con máxima complicidad entre Dylan y Scorsese y absolutamente veraz. Que la gira fue una ruina es sabido, no importa que quien lo cuente sea un productor ficticio que quería que se tocara en grandes estadios (cosa que también es cierta).

En cuanto al maestro Scorsese, la película de nuevo cuanta con una planificación y montaje magistral, rescatando entrevistas a San Sheppard o Hurricane Carter, cada número musical dura lo suficiente para poder disfrutarlo sin que el ritmo se resienta, el film transcurre en un suspiro y las imágenes de época tienen una calidad notable (por no hablar del sonido). El caos de la gira está narrado de forma absolutamente armoniosa gracias el talento narrativo que posee este gran genio del cine insertando perfectamente todo el material anteriormente descrito con las jugosas observaciones de Joan Baez (tan lúcida como siempre) o del propio Dylan (con una terrorífica sentencia final).

En definitiva, una nueva obra maestra que no se deben perder. Deseando la edición en dvd con los cortes musicales en pase único, ¡para echarse a temblar!!.
griffinjazz
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18 de febrero de 2020
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez Brian De Palma dijo: "La cámara miente siempre, miente 24 veces por segundo". Esta frase se acopla perfectamente a esta película, ya que en principio se supone que es un documental sobre la mítica gira que hizo el músico norteamericano entre 1975 y 1976, pero no lo es. A partir de este hecho real -la gira "Rolling Thunder Revue"-, Scorsese y Dylan crean un relato de ficción. Desde el título se nos advierte con qué nos vamos a encontrar: "A Bob Dylan Story by Martin Scorsese".

La película comienza con el cortometraje "Desaparición de una dama en el teatro Robert-Houdin" (1896), del cineasta Georges Méliès, donde un mago cubre con una tela a una mujer para hacerla desaparecer. Este truco de magia -en realidad un truco de montaje, técnica que recién se estaba empezando a conocer- es clave para entender de qué va a ir la trama. Como dijimos al principio, apropiándonos de la frase de De Palma: la cámara miente siempre, y Scorsese, inteligentemente, coloca ese metraje de Méliès al principio para que nos percatemos de esto, de que esto es cine, no es la realidad.

Mediante entrevistas actuales y pasadas -al mismísimo Dylan y a participantes de ésta, como Joan Baez, Sam Shepard, Allen Ginsberg-, e imágenes originales de los conciertos, la película se convierte en una especie de epopeya del artista ganador del Premio Nobel de Literatura.

Lo interesante es que uno de los entrevistados, un tal Stefan van Dorp, se jacta de ser el dueño de las imágenes de la gira, ideadas en su momento para un documental que nunca se llegó a concretar. Se puede escuchar su voz en las entrevistas que se le realizan a los participantes durante la gira, por lo tanto no hay razón para dudar de lo que dice; pero lo cierto es que dicho personaje no existe, van Dorp es interpretado por un humorista llamado Martin von Haselberg. Las imágenes utilizadas de la gira son el material bruto de la película Renaldo y Clara, experimento surrealista que dirigió Dylan y que se publicó en 1978. Este secreto no se nos revela nunca, solo en los créditos se nos dice que "el cineasta" es efectivamente ese actor, y no van Dorp. Al igual que van Dorp, varias entrevistas de las actuales contienen testimonios totalmente falsos. Uno de los más bizarros quizás sea cuando la actriz Sharon Stone afirma haber participado de la gira invitada especialmente por Dylan, y que éste le mintiera diciéndole que la canción "Just Like a Woman" -publicada en 1966- estaba inspirada en ella; todo parece real, hasta se puede observar una foto de ellos dos juntos en ese momento, pero en realidad eso nunca pasó.

Dylan se burla de sí mismo, del mito creado alrededor de él: "No recuerdo nada de Rolling Thunder, pasó hace tanto tiempo que yo no había ni nacido". En una de las entrevistas actuales, Bob parafrasea a Oscar Wilde diciendo: "Cuando alguien usa una máscara, te dirá la verdad. Cuando no usa una máscara, es poco probable". Ahí hay otra clave para entender el argumento de la historia, él miente acerca de la gira cuando lo entrevistan, porque está sin una máscara, todos los entrevistados que mienten no llevan una máscara puesta.

¿Cuándo Bob Dylan dice la verdad entonces? Cuando está en el escenario, cantando. Allí, parado frente al público, con una máscara puesta, canta como nunca lo había hecho en su vida, y eso es lo más valioso de la película, ver y escuchar a uno de los artistas más importantes del siglo XX en su plenitud, en su regreso a los escenarios luego de abandonarlos por un accidente en moto en 1966.

A nivel de montaje es maravillosa la mezcla entre el material de archivo de esa época, de la gira en sí, y de las entrevistas enlazadas. Un ejemplo es cuando una joven Patti Smith, en un pequeño concierto -donde se encuentra Dylan- recita: “Fue el primer arquero del rock and roll”, y aparecen imágenes de Bob subiendo a un escenario.

Dylan, con la ayuda del talento de Scorsese para contar historias, intenta desmitificarse, bajarse de ese pedestal donde lo ha colocado el público. "La vida no se trata de encontrarte ni de encontrar otra cosa, se trata de crearte y de crear cosas" afirma frente a cámara, aunque luego, al final de la película, admite tener un objetivo: encontrar el Santo Grial, "como Sir Galahad".

¿Qué queda de la película entonces, si es una farsa? Todo. ¿Qué importa si Dylan no estuvo con Sharon Stone en la gira, o sí no era amigo de Jimmy Carter, o sí en realidad el actual presidente de Paramount Pictures, Jim Gianopulos, no fue el encargado de la gira? Los conciertos, la visita a la tumba del escritor Jack Kerouac junto a Ginsberg, el encuentro con Patti Smith, la versión prematura de "Coyote" de Joni Mitchell junto al mismo Dylan, todo eso debería ser suficiente excusa para adentrarse en esta aventura y ver la película.
PieroCardinal
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15 de junio de 2019
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si no te gusta Dylan, ni la veas.

Si te gustan sus canciones, te interesa su personaje, su leyenda, quizás NO te guste esta película.

Sólo si eres un poco dylanófilo podrás con ella.

Pero únicamente si eres MUY-MUY dylaniano, si su música ha ido puntuando los momentos especiales de tu vida desde que escuchaste 'Like a Rolling Stone' hace mil años; si lo has visto en directo y has crecido y envejecido con sus canciones; si te sabes sus letras y te alegraste íntimamente con la desconcertante concesión del Nobel de Literatura; si puedes recitar de memoria el 'Aullido' de Ginsberg; si leíste el libro de Shepard sobre la Rolling Thunder Revue y viste 'Don't Look Back' de Penebaker y 'Pat Garrett' y 'No direction Home'...

ENTONCES Sí... disfrutarás como un enano de esta maravilla.
Y del juego que proponen Scorsese y Dylan. Y de Sharon Stone y toda la pandilla de mentirosos compulsivos que van saliendo en este falso documental; y de Allen Ginsberg recitando sus odas tenebrosas a la vagina en una residencia femenina de la tercera edad; y de la fragilidad impostada de Joni Mitchell...

Joder, he podido volver a mis años 70. He visto cosas que vosotros no creeríais: el judío errante a los 34 años sobre un escenario, desplegando electricidad y carisma. Joan Baez contorsionándose como una bruja apache. Roger McGuinn disfrazado de Lady Macbeth. Mick Ronson sin la sombra de Lou Reed. Scarlett Rivera y su violín misterioso. Caos y diversión a partes iguales.

Así se explica mi calificación tan alta, os lo advierto.
Pepelynx
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12 de junio de 2019
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha llovido (A hard rain fell) y no ha cambiado tanto la cosa (The times...).
Desde el momento que la presencia de Dylan está ahí, es difícil hacer una crítica, más siendo tal vez mi más admirado músico contemporáneo. O sea, que para quienes nos gusta, es muy interesante ver ese mundo “familiar” suyo y algunas de sus interpretaciones en la cinta; para quien no le guste tanto Dylan, no sé, no sé... Pienso que a Scorsese se le ha escapado un buen toro sin torear.

La aparición de Rubin Carter, inesperada en cierto sentido, al menos para mí; no en vano, y paradójicamente, Dylan ha sido reacio a cantar esa mítica canción (Huracán) después de su publicación. Por cierto, una gran traducción de la letra, algo que no es habitual con esta canción; y los incisos en la parte final de la misma, también reseñable.

Musicalmente: 8
No musicalmente: 4

Por supuesto, es más emocionante escuchar su música, o ver a Scorsese en “The Band” (1997), “No direction home” (2005) o la mítica e insuperable “El último vals” (1978)..., aunque tiene muy buenos momentos, como el ya mencionado o el “Romance in Durango” de los créditos finales.

Nota:
Otros documentales sobre esta gira: Renaldo and Clara (1978) o el libro de Sam Shepard “Rolling Thunder: con Bob Dylan en la carretera” (1977). En su prólogo, T-Bom Burnett dice: ‘Con la gira Rolling Thunder Revue nos divertíamos más de lo que permite la ley. Mucho más. Era un autobús repleto de músicos, cantantes y pintores lanzado a toda pastilla a altas horas de la noche, rodando una película, escribiendo canciones y haciendo el rock más incendiario, intenso e inspirado que se haya hecho nunca‘.

Por último, y a modo de anécdota, lo que nos cuenta Sharon Stone sobre su relación con Dylan, parece estar un tanto adornado y no ser tan así, es más a mí me suena a una burda invención, que no se la cree ni ella, y que de ser así me parecería una falta de respeto imperdonable hacia los espectadores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
juancarlosrema
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19 de junio de 2019
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y desde la más ingenua, pero también más sincera intuición me planteo si este experimentillo que se acaban de marcar Dylan y Scorsese (no en)cierra alguna especie de no pretendido e inesperado escaleno Meta-cinematográfico, constituyéndose, por pureza y mérito propios, La Santísima Trinidad del Género (si es que alguna vez existió algo así) junto al F. for Fake de Welles (1974) y al Tren de Sombras de José Luís Guerín (1997)...

...El Tiempo resolverá, que como se sabe es el único crítico medianamente objetivo; y que como dijo el prota de la que hoy nos toca (precisamente en su anterior colaboración con el director): "El tiempo, ya sabes... quieres detenerlo pero no puedes".

¿Y sí es de lo que va realmente esto del cine, por no apresurarnos a decir que también la vida?

De autocrearse -que no definirse- a uno mismo, de hacer visible y evidente que el tiempo se ha congelado... para acto seguido desvelar el truco, una vez se haya consumido el último fotograma de celuloide...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rents_Boy
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