Been So Long: Y todo cambió
101
29 de enero de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Correcta, sencilla e ilusionista producción que nos presenta y desarrolla una historia mil veces vista, pero que se disfruta sin problema.
Tiene aroma puro cine independiente, pero con toques de cine comercial de toda la vida, en una mezcla que funciona relativamente bien.
Puede que algunos números musicales, no tengan la misma fuerza que otros, haciendo que los mejores momentos de la película se den cuando comparten pantalla los dos protagonistas. El resto son historias secundarias que pueden encajar mejor o peor, pero que no emocionan ni interesan tanto.
En general, la película funciona bien y se deja ver, gracias al estilo por el que apuestan sus responsables.
Tiene aroma puro cine independiente, pero con toques de cine comercial de toda la vida, en una mezcla que funciona relativamente bien.
Puede que algunos números musicales, no tengan la misma fuerza que otros, haciendo que los mejores momentos de la película se den cuando comparten pantalla los dos protagonistas. El resto son historias secundarias que pueden encajar mejor o peor, pero que no emocionan ni interesan tanto.
En general, la película funciona bien y se deja ver, gracias al estilo por el que apuestan sus responsables.
27 de noviembre de 2019
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Correcta y pasable comedia dramático-musical que pone el foco en algo que pocas veces se ve en el cine comercial, como es una pareja negra de origen africano (aunque nacionalidad británica).
La historia tiene encanto, pero falla en el ritmo y también en su desarrollo, no demasiado estimulante. Sin embargo, se deja ver por la química entre Michaela Coel y Arinzé Kene, dos intérpretes a seguir que merecen mucha suerte en sus carreras (cantan, además, y muy bien, como demuestran en la curiosa banda sonora de la película). Además, la fotografía es maravillosa, especialmente en las escenas nocturnas. Un trabajo colorista y fantasioso estupendo de Catherine Derry.
En definitiva, correcta, pero nada especial.
La historia tiene encanto, pero falla en el ritmo y también en su desarrollo, no demasiado estimulante. Sin embargo, se deja ver por la química entre Michaela Coel y Arinzé Kene, dos intérpretes a seguir que merecen mucha suerte en sus carreras (cantan, además, y muy bien, como demuestran en la curiosa banda sonora de la película). Además, la fotografía es maravillosa, especialmente en las escenas nocturnas. Un trabajo colorista y fantasioso estupendo de Catherine Derry.
En definitiva, correcta, pero nada especial.
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