Don Pepe Popi (C)

Carlos Vermut promete. Es un cineasta con buen uso narrativo y moderno, ya que utiliza mcguffin como en Michirones o deconstruye la realidad documental como en Maquetas. Pero lo que más atrapa es su habilidad para reírse de los mecanismos del drama.

Para Don Pepe Popi, se junta con los humoristas Los Venga Monjas, con un humor irreverente y absurdo, que son los auténticos protagonistas del corto. Los Venga Monjas hacen de sí mismos. Los humoristas a los que se le encarga un vídeo "de su estilo" por una madre, ya que su hija fallecida era muy fan de ellos.

Esta surgiendo un cine español inteligente y con mucho sentido del humor gracias a Carlos Vermut, Nacho Vigalondo o Jordi Costa.

No cabe duda que Carlos Vermut sabe llevarnos por los senderos de nuestros sentimientos en el interior de nuestras entrañas, esquivando la variedad de emociones que tenemos dentro. Con su obra nos demuestra que el ser humano es un abanico de sentimientos y que una circunstancia no produce un blanco o un negro sino una gran variedad de tonalidades de sensaciones. En este corto se ve claramente como podemos viajar del más absurdo humor a la mayor de las tristezas incluso coincidiendo ambas en un punto. Que alguien te descubra el "mix emocional" en esta época es una proeza tan brutal que solo encuentro halagos y agradecimientos a un cineasta que no pienso perderle la pista.

Para valorar o para escribir sobre "Don Pepe Popi" con justicia, hay que conocer previamente el trabajo de los Vengamonjas, puesto que la idea de este conjunto de cortos es que varios directores hagan sus propias versiones conceptuales. Vermut plasma lo que puede suponer que una persona normal, que no conozca a los Vengamonjas, vea algo de ellos. Realmente, Vermut va más allá, pues no solo hace eso sino que, además, añade un vínculo sentimental a la idea. Este aleja, más si cabe, el tipo de humor ante cualquier convencionalismo. Estilísticamente, Vermut ejecuta como si fuera uno más en la ecuación de Vengamonjas.