Teen Beach 2 (TV)

Seamos sinceros: Teen Beach Movie era una gozada. Al menos para quien no le pidiera peras al olmo. Era divertida, paródica (lo que se reía de los musicales y de las típicas películas playeras no tenía nombre), muy simpática y la música funcionaba perfectamente.
Sin embargo, Teen Beach Movie 2 no pasa de ser una peliculita entretenida para una tarde de verano. Y ya. La trama es sumamente floja, las canciones son inferiores (excepto la estupenda "On my own", que interpreta en solitario Ross Lynch) y están demasiado espaciadas en el tiempo y, sobre todo, la película es larga. Demasiado larga. 105 minutos son veinte minutos más de los que debería tener una historia de estas características, y se nota. Apenas ocurre nada, y cuando ocurre no tiene tanta gracia como en la primera película. Las escenas de Lela y Tanner en el mundo real rozan la vergüenza ajena (salvando el divertido momento en que sus amigos intentan instruirlos para que no canten a cada momento en medio del instituto), y tener a Brady y Mack en ese plan todo el rato tampoco ayuda, sobre todo porque el final nos lo sabemos todos ya desde el minuto 1.
Por suerte, como decimos, es entretenida y los actores se lo pasan bomba y le ponen ganas, así que cumple más o menos con su propósito.

Lo mejor: La canción "On my own".
Lo peor: La mucha gracia que ha perdido la propuesta. Todo por la manía de hacer secuelas.

Después de semana santa Disney empezó a bombardear a diestra y siniestra los insufribles cortos para armar el rompecabezas de lo que sería la segunda secuela de Teen Beach (ver crítica Entre rollo y rollo; canto y baile; pasa y pasa; ¡¡¡¡oh!!!!, playas marinas, brisa y mar de emociones: surgió esta perla). Pacientemente he ido armando la idea de que si esta película iba a mejorar bastante pero salió con un chorro de babas por varias razones:
1. La sinopsis en cuanto a la carencia de un antagonismo y excesivo romanticismo para darle mayor juego, y por ende, dar un giro inesperado.
2. El encuentro de las parejas reales como lo es la pareja real Brady (Ross Lynch) y Mackenzie (Maia Mitchell) con la pareja de la película el surfista Tanner (Garett Clayton) y la harleysta Lela (Grace Phips) hizo que ésta última se robara el show eclipsando a la pareja protagónica con clichés baratos. Y el caso crítico, es el pose picado de Tanner y la subactuación sabihonda de Lela llegando a tierra firme y tratar de comportarse como personas normales.
3. Si en la primera secuela un elemento importante que jugó fue la tabla de surf de Mackenzie, en la segunda el collar de Mackenzie que se refundió en el mar dos veces hizo que la pandilla de surfistas y harleystas fueran a la playa a reunirse con las parejas pero olvidaron que no pueden quedarse por mucho tiempo ya que se desvanecían a cuentagotas o todo el combo. Nunca se supo a donde fueron a parar, y si volvieron a la película continuaron bailando y cantando en la melascolanza fílmica que veía Brady frecuentemente. Por lo tanto, dicho aporte a la película fue pobre porque se dedicaron a bailar, a cantar y a pajarear con su estereotipo algo trillado.
4. El final en la que nuevamente el baile y el canto cerrarían agridulcemente la película en la que Brady y Mackenzie se conocieron otra vez y se enamoraron como si fuera un amor de novela.
5. La adición de unos personajes que no aportaron mucho a la historia fueron un tímido compañero de universidad de Mackenzie Devon (Raymond Chan Jr) que lo puso celoso a Brady y su otrora compañera Alissa (Piper Cuda) que pasó inadvertida y hasta hizo pareja con Devon.
Pese a estas falencias se rescataron dos únicas cosas: el desbordado aporte musical y de baile orquestado por Brady, Mackenzie, Tanner, Lela y compañía. Se mantuvieron constantes con su angelical y diáfana voz e impecable coreografía. Por el lado musical, Brady ha cantado a grito herido las canciones que expresaban su impotencia por no estar al lado de su pareja Mackenzie y por no estar acoplado a la universidad donde estudiaba, por lo tanto, buen aporte que hizo Ross Lynch sumándole puntos valiosos para la música que itero es su fuerte y va mejorando en su canto recordando que poco a poco va tanteándose el jarrón.
Conclusión: si algunos pensaron (incluyendo Disney) que la segunda secuela de Teen Beach iba a mejorar que la primera, y jactarse de las demás películas que iban a quedarse en pañales desafortunadamente no les salió como quería ya que la sinopsis aflojó bastante la película pero compensada con el desbordado canto y el baile. Hay que entender que la mayoría de veces, la segunda parte no superará jamás a la primera ya que se tiene que trabajar intensamente la creatividad y el giro de 180 grados tanto la historia como los personajes sin caer en la caricaturización del mismo.

Amigos esta película a perdido mucho, no recomiendo verla, la gracia es que dicen traer nuevas canciónes... SOLO TRAE 3 O 4 CANCIONES. No recomiendo para nada verla sobretodo por como termina...

Se la recomiendo mucho a los fans de estas películas pero no se decepcionen con el final inesperado