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Rep. Dominicana Yamato
195
Bélico. Drama
Mamoru Uchida llega a un puerto del sur de Japón en busca de un bote que la lleve al lugar donde reposan los restos del acorazado Yamato, en el 60 aniversario de su hundimiento. Todos los marinos rechazan llevarla, pero Katsumi Kamio, un viejo lobo de mar, accede, conmovido, a llevarla sin sospechar quién es en realidad esa chica ni qué va a encontrar después de 60 años. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2009
28 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que más me ha interesado de esta película, es comprobar que en Japón también se hace un buen cine bélico, y que al igual que en otros países (EEUU p.ej.) se manipula la historia un montón.
Me limitaré a señalar algunas pequeñas manipulaciones de la realidad histórica, que no quitan calidad a esta película:
Me limitaré a señalar algunas pequeñas manipulaciones de la realidad histórica, que no quitan calidad a esta película:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
18 de agosto de 2007
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevo meses sin escribir crítica alguna pero este filme se lo merece; es la primera vez que concedo un 10 a una película. Quizá algunos encontraran en ella los defectos que a mí me han pasado inadvertidos y serán tan amables de comentarlos para así ilustrarme. Aunque esto pase, creo que no podré cambiar la valoración que he hecho. No recuerdo que ningún largometraje me haya hecho llorar hasta ahora. Es por esto que necesito escribir esta crítica a modo de justificar la puntuación que he concedido. Me ha hecho llorar como una magdalena. Es quizá el filme que me ha acercado más a la comprensión del pueblo japonés; no eran “diablos amarillos”, ni mucho menos y no puedo más que loar esa especie de fanatismo “racional” que les imbuyó a tantas operaciones suicidas. La nación japonesa nos es presentada aquí como una comunidad altruista, no eran del todo erróneas sus reflexiones sobre el individualismo occidental y esta película se presenta como más representativa del Japón “feudal” de la época que otras que se han podido realizar (véase Cartas desde Iwo Jima).
PD: Ruego tengan en cuenta que esta crítica es completamente subjetiva, no quiero, ni puedo hablar de tecnicismos ni de tal o cual representación por parte de ningún actor, pero no me escondo de ello. Consideren lo que en ella acontece, lo castigado que acaba este pueblo y su actuación en la segunda guerra mundial. Si nosotros no comprendemos su comportamiento, ellos tampoco comprendieron que los británicos se rindieran como lo hicieron en Singapur.
PD: Ruego tengan en cuenta que esta crítica es completamente subjetiva, no quiero, ni puedo hablar de tecnicismos ni de tal o cual representación por parte de ningún actor, pero no me escondo de ello. Consideren lo que en ella acontece, lo castigado que acaba este pueblo y su actuación en la segunda guerra mundial. Si nosotros no comprendemos su comportamiento, ellos tampoco comprendieron que los británicos se rindieran como lo hicieron en Singapur.
Migración. Un viaje patas arriba
12 de mayo de 2013
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una pena, este film tenía todos los elementos para ser algo grande, algo que perdurará en la filmoteca histórica, pero por desgracia por un guión malo, insulso y carente de carisma, lo único que ha conseguido es ser un film interesante, con cierto aire divulgativo, pero qué por supuesto no dejará huella en la memoria de la inmensa mayoría que lo visualicen.
Como he dicho, el principal fallo es el guión, que marca un desarrollo inusual, aunque con un comienzo típico, rápidamente retrocede al pasado para mostrar varios acontecimientos personales para introducirnos en el Yamato, pero se centra tanto en esas historias personales que olvida el Yamato en sí y su gente. Pero para más inri, y no contentos con ellos, después de varias idas y venidas, presente y pasado, no consigue que los actores cautiven al público, no llegando ni siquiera a conectar y dejando parte de sus vidas sin terminar o terminando tan súbitamente como el que mata una mosca, y eso qué los actores son ya algunos experimentados y otros eran jóvenes promesas conocidos del momento que con el paso de los años se han hecho más de un hueco en la industria japonesa.
Otro fallo es la música, para nada atractiva, un fútil intento de hacer algo, al igual que el resto de la película, un querer y no poder. Escenarios pobres, carentes de realismo que pide el film. Fotografía normalita. Efectos de segunda. Todo normal, sin alardes.
En fin, lo dicho, como película está interesante, pero alejada de lo que se le pide a la misma y espero que con el paso de los años se pongan manos a la obra y hagan una que realmente trate sobre la vida de ese grandioso acorazado de guerra llamado Yamato.
Como he dicho, el principal fallo es el guión, que marca un desarrollo inusual, aunque con un comienzo típico, rápidamente retrocede al pasado para mostrar varios acontecimientos personales para introducirnos en el Yamato, pero se centra tanto en esas historias personales que olvida el Yamato en sí y su gente. Pero para más inri, y no contentos con ellos, después de varias idas y venidas, presente y pasado, no consigue que los actores cautiven al público, no llegando ni siquiera a conectar y dejando parte de sus vidas sin terminar o terminando tan súbitamente como el que mata una mosca, y eso qué los actores son ya algunos experimentados y otros eran jóvenes promesas conocidos del momento que con el paso de los años se han hecho más de un hueco en la industria japonesa.
Otro fallo es la música, para nada atractiva, un fútil intento de hacer algo, al igual que el resto de la película, un querer y no poder. Escenarios pobres, carentes de realismo que pide el film. Fotografía normalita. Efectos de segunda. Todo normal, sin alardes.
En fin, lo dicho, como película está interesante, pero alejada de lo que se le pide a la misma y espero que con el paso de los años se pongan manos a la obra y hagan una que realmente trate sobre la vida de ese grandioso acorazado de guerra llamado Yamato.
18 de septiembre de 2007
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desconocida película, tanto que de hecho supe de su existencia gracias a la lista de últimas críticas publicadas y a la crítica del usuario Totenkopf en particular. Gracias amigo, sin ti nunca hubiera sabido sobre esta maravillosa película.
El Yamato, el mayor buque acorazado de su tiempo (junto a su gemelo Mushashi, hundido el 24 de octubre de 1944 al sur de Luzón por ataque aéreo) y nave insignia de la flota imperial japonesa, fue la víctima ejemplar de la modernización en la guerra naval, en la que los grandes buques armados con poderosos cañones poco podían hacer ya ante el poderío aéreo que la doctrina de portaaviones llevaba consigo.
En la obra, genuino retrato del sentir del pueblo japonés y su actitud ante la guerra y la unidad nacional, el espectador se asombra con la milimétrica y espectaculer reconstrucción del legendario y mítico buque, que no escatima en detalles y luce tal y como debió ser en aquellos días en que para sus tripulantes fue un orgullo servir al pie de sus poderosas torres artilleras y manejar sus contundentes antiaéreos.
La historia de la tripulación del Yamato, emotiva y magistralmente interpretada, es la conmovedora historia de lo que en realidad fueron un grupo de chiquillos arrastrados por el torbellino de la guerra, al sinsentido del vano sacrificio, a la vez que la lógica consecuencia del sentir japonés y su sentido del deber de defender a la patria aún cuando todo está perdido.
Toda una joya, de una emotividad y espectacularidad inédita al reproducir la batalla del 7 de abril que nada tiene que envidiar a las producciones americanas.
"Podéis llamarme cobarde, pero no dejaré ganar a la muerte"
El Yamato, el mayor buque acorazado de su tiempo (junto a su gemelo Mushashi, hundido el 24 de octubre de 1944 al sur de Luzón por ataque aéreo) y nave insignia de la flota imperial japonesa, fue la víctima ejemplar de la modernización en la guerra naval, en la que los grandes buques armados con poderosos cañones poco podían hacer ya ante el poderío aéreo que la doctrina de portaaviones llevaba consigo.
En la obra, genuino retrato del sentir del pueblo japonés y su actitud ante la guerra y la unidad nacional, el espectador se asombra con la milimétrica y espectaculer reconstrucción del legendario y mítico buque, que no escatima en detalles y luce tal y como debió ser en aquellos días en que para sus tripulantes fue un orgullo servir al pie de sus poderosas torres artilleras y manejar sus contundentes antiaéreos.
La historia de la tripulación del Yamato, emotiva y magistralmente interpretada, es la conmovedora historia de lo que en realidad fueron un grupo de chiquillos arrastrados por el torbellino de la guerra, al sinsentido del vano sacrificio, a la vez que la lógica consecuencia del sentir japonés y su sentido del deber de defender a la patria aún cuando todo está perdido.
Toda una joya, de una emotividad y espectacularidad inédita al reproducir la batalla del 7 de abril que nada tiene que envidiar a las producciones americanas.
"Podéis llamarme cobarde, pero no dejaré ganar a la muerte"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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26 de abril de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película, de impecable factura, es especialmente recomendable para aquellos que quieran entender la idiosincrasia del pueblo japonés en aquella época.
El Yamato, orgullo de la marina de guerra japonesa, y el 60 aniversario de su hundimiento (año en el que se produjo la película) sirven de fondo para la conmovedora historia de un adolescente, Kamio, movilizado para servir en este acorazado, su familia, sus compañeros, su profundo sentido del deber y la fatal resignación a afrontar la muerte con el orgullo de darlo todo por su patria y por su gente.
Es costoso de entender para nuestra mentalidad el sentimiento de culpabilidad de aquellos a los que el azar les permitió sobrevivir a la masacre de la guerra. Como el soldado Ryan en la película de Spielberg, las circunstancias llevarán a Kamio a revivir los recuerdos de aquellos años y el de la última misión del Yamato, en su viaje suicida para defender Okinawa.
La película hace breves reseñas al porqué de entrar en guerra (punto de vista japonés obviamente) y al porqué del sacrificio supremo inútil o no.
Es asimismo un canto al patriotismo, al honor y a la camaradería por encima de la propia vida.
No es sólo una película bélica, es mucho más. Imprescindible verla.
El Yamato, orgullo de la marina de guerra japonesa, y el 60 aniversario de su hundimiento (año en el que se produjo la película) sirven de fondo para la conmovedora historia de un adolescente, Kamio, movilizado para servir en este acorazado, su familia, sus compañeros, su profundo sentido del deber y la fatal resignación a afrontar la muerte con el orgullo de darlo todo por su patria y por su gente.
Es costoso de entender para nuestra mentalidad el sentimiento de culpabilidad de aquellos a los que el azar les permitió sobrevivir a la masacre de la guerra. Como el soldado Ryan en la película de Spielberg, las circunstancias llevarán a Kamio a revivir los recuerdos de aquellos años y el de la última misión del Yamato, en su viaje suicida para defender Okinawa.
La película hace breves reseñas al porqué de entrar en guerra (punto de vista japonés obviamente) y al porqué del sacrificio supremo inútil o no.
Es asimismo un canto al patriotismo, al honor y a la camaradería por encima de la propia vida.
No es sólo una película bélica, es mucho más. Imprescindible verla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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