The Summer House

Terminando de ver “Das Sommerhaus” (2014) de Curtis Burz con Sten Jacobs, Anna Altmann, Jaspar Fuld, Nina Splettstößer, Stephan Bürgi, Natascha Zimmermann, entre otros. Drama alemán de suspense, traducido como “La Casa de Verano” es un retrato inquietante de una familia que tiene todo lo que significa comodidad, y que debería significar la felicidad: El rito de paso de una hija con Complejo de Electra, un matrimonio infeliz, tendencias suicidas, pedofilia, amor adolescente, homosexualidad… y eventualmente, el asesinato. Por tanto, la trama es un ejemplo perfecto de un cineasta demasiado ambicioso, que está tan desesperado por que su película marque “la diferencia, sea importante y relevante”, creando una atmósfera cargada de sexo, mentiras y secretos que, de manera instintiva, se convierte en una amenaza creciente y disruptiva para toda la familia. Así, la historia está montada como un retrato sutil del deseo humano, la desolación interior, el autoengaño y la decadencia moral; pero el desarrollo es lento… hasta llegado el cataclismo; pero el director planea todo como para que te quedes para ver el final. Excluyendo el juicio moral de lo que se presenta como un retrato de la indulgencia sexual, lo que importa aquí es el efecto que tal comportamiento tiene en el círculo de individuos relacionados; uno uniformemente negativo, que es lo suficientemente malo como para que no se superponga un código moral. Del reparto, Markus es el personaje adulto central, que ha llevado a su esposa al límite de la razón por su abandono, impulsado por su insaciable deseo homosexual y pedófilo. La ironía aquí, es que él es un “cazador/cazado”, ya que Johannes, el hijo de 12 años es más inteligente de lo que parece… Mientras la hija procede a actuar en apoyo de su padre… queda la duda de si los niños hubieran sido unos años mayores, esto podría parecer al menos atractivo; y es que hay mucha ambigüedad, sutiliza y fuera de foco, y se puede decir que hasta poca información, o información insuficiente, porque no está realmente claro, quién manipula a quién; inclusive el padre de Johannes y amigo de Markus, que no pinta bien en intenciones; pero esto me pareció más positivo que negativo. En definitiva, se nota el poco realismo, autenticidad y originalidad; pues el director lo dio todo para hacerlo lo más impactante posible, probablemente esperando que las personas se impacten por las escenas… además, la actuación tampoco ayuda; donde el actor infantil protagonista, que no sale en el poster del filme, es extremadamente tímido. Un filme muy forzado para nada… “¿Qué sucedió...?”
NO RECOMENDADA
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