Fireball

Más claro, agua: artes marciales y básket, todo en uno.

Historia de manual, estilo visual mejorable y algún guantazo molón, pero nada más.

Carne de videoclub merecida.

Lo mejor: El paritido bajo la lluvia.
Lo peor: Las coartadas dramáticas que sustentan a los personajes y los lloriqueos.

Un amigo me dijo que era lo peor que tenía, y maldita sea tenía razón. Una serie de detalles llamaron poderosamente mi atención:

1. Al cámara le daban ataques regulares de epilepsia, convirtiendo algunas escenas en un despropósito en el que uno no sabe quien pega a quien.
2. El presupuesto debía ser bajísimo porque hay actores que vuelven a salir interpretando otros papeles, por ejemplo el tipo del tatuaje en el pecho.
3. El detalle de la propaganda de Red Bull, que llega a altas cotas de infamia con la pelota de los años 70 que usan en la final.
4. El final, pero eso queda para el spoiler.

En definitiva, está curiosa para echarse unas risas pero poco más. Básicamente esta película es un disparate.

Realmente creo que contrataron al camarografo de policías en acción para esta película!
Con mi celular haría mejores tomas!
Buen estado atlético de los peleadores y buenos movimientos, pero realmente, nada que ya no se haya visto antes...
Muy fría la historia de los protagonistas principales, a mi parecer, es lo que mas empobrece a la película...

Muy poco baloncesto y muchos mamporros. Es precisamente eso lo que se espera de este "deporte" que se juega en los suburbios y que está movido por una mafia que, no solo se encarga de organizar los partidos, sino también de amañarlos.

No encontramos grandes cosas en Fireball, pero ese no es el problema. Puedo entender que Thanakorn Pongsuwan intente darle profundidad a su historia, aunque para variar, como ocurre en todo este tipo de producciones, acabe resultando ridículo. Una vez que te das cuenta de que no vas a sacar gran contenido espiritual de estos partidos, te dedicas a verlo como lo que eres, un amante del cine de los años '80 donde los mamporros estaban ahí sin necesidad de justificación. Te dispones a ver un Rollerball urbano y te das cuenta de que el director peca mucho de novato.

Pongsuwan no sabe rodar sus escenas de acción. Tiene cosas de novato, que no sé si lo será. Su acción es demasiado frenética, millones de cambios de plano y escenas que duran medio segundo acabaron por confundirme más que emocionarme. Quería mostrar todo en nada de tiempo, y eso no se puede hacer, salvo que quieras conseguir un mareo para los presentes.

Más o menos divertida, pero falla en lo que mencioné antes, por lo que como película de acción tiene carencias demasiado imperdonables.

Interesante dirección. Doblaje nefasto. Descarga de adrenalina y tetosterona.
Hay dos partes claras en la película:
-Retrato social
-Fireball

Fireball: Los partidos y entrenamiento son bastante espectaculares, bien dirigidos y llenos de golpes interesantes. Con más dinero y alguna pincelada gore lo bordarían. Se agradece en NO USO del Mac y los muñequitos 3D en las peleas.

Retrato social: Impresionante la podredumbre de la sociedad tailandesa que subyace en cada toma. Putas, drogas, borrachos, chabolas . . . son tratados con relativa normalidad. Al margen de las historias de cada luchador, que intentan darte pena y no lo consiguen muy bien, fijándose en el entorno en que se mueven uno se da cuenta de la miseria absoluta y la pobreza educacional que intenta retratar el director en todas las escenas.

Aunque la película va del Fireball y todo eso, yo me quedo con el retrato de tailandia. Lo que debes "leer entre líneas" al ver la peli.