Operación Moscú

El debut tras la cámara del jóven guionista Chris Solimine es un film perfecto para una noche sin grandes expectativas. Es una fallida mezcla de acción, ligero drama y comedia no sé si pretendida o como consecuencia de la profunda indefinición crónica a la que la película nos somete. Tiene cierta gracia en su ligereza, su ambientación (casi lo único destacable que se puede sacar de todo esto son ganas de viajar a Moscú por el tratamiento fotográfico que realiza de la ciudad), en sus personajes atolondrados, pero en conjunto es un largometraje de corto alcance. Tenemos de protagonista al actor norteamericano Norman Reedus, un calco físico de DiCaprio, una belleza rusa perfecta para que su personaje se enamore, Xusha Buravsky y un guión tirando a inocentón, con algún momento extrañamente reseñable pero que en conjunto carece de sabiduría y aún peor, de coherencia. Además sus cortes musicales son directamente horrendos.

Ray es un hacker y antisistema, que no lo hace por la pasta (el sistema le estaba jodiendo, y yo me alegre de poder joder al sistema, dice en un momento de la peli), y al que un misterioso gangster moscovita encarga una misión.

Thriller en apariencia menor, pero que esconde un guión más que notable, y es que, ohh sorpresa, es de nada menos que Andrei Konchalovsky (Colaborador de Tarkovsky y director de Siberiada, Tango y Cash, El tren del infierno y Los amantes de María, entre otras). Como protagonista tenemos a Norman Reedus, el Leonardo DiCaprio de la serie B, un actor muy justito y al que todos los actores rusos que lo acompañan le dan un repaso interpretativo, pero a pesar de sus limitaciones, extrañamente tiene presencia y carisma. La realización, totalmente plana, la fotografía de telefilm de sobremesa, y el presupuesto inexistente (La persecución final es para echarse a llorar), lastran por completo lo que podría haber sido un thriller más que bueno, con el juego de culturas muy presente, y con algunos detalles simbólicos (El oso, el mito de Prometeo) que habrían dado mucho más juego. Aun así, estimable película. Y que guapa es la actriz rusa.