The Uninvited

Pues el rollo este va de que un tipo que es decorador, y que está por casarse con una chiquilla que parece que tiene el mismo trabajo, va en el metro y ve a una señora que sienta a dos niñas, a su lado y enfrente, antes de quedarse roque.

Cuando despierta ha llegado a la última estación y, ya apeado del tren, ve que las crías siguen en el vagón, y que el tren se las lleva. El tipo no avisa al jefe de estación porque para qué, y al día siguiente oye por la radio que las dos niñas estaban muertas. Van cinco minutos de peli, y el interés es escaso.

El tipo, no se sabe porqué, ve a las muertas en su comedor, y se larga de casa cagaíto de miedo. Se va a dormir donde su papá, que es cura, y allí tiene pesadillas.
Aunque si mi padre fuese coreano y cura, yo también las tendría. Pero a mi me entra sueño, y apenas va un cuarto de hora de peli.

Luego, sin que haya explicaciones, al tipo le interesa una mujer que sufre narcolepsia y que también puede ver a las difuntas que tiene en su piso, apalancadas ante la mesa como quien se sienta en un McDonald's, y espera que le atiendan... Van veinte minutos de peli, y estoy por ir al PC y buscar en el Google los sintomas de la narcolepsia, porque creo que yo también comienzo a padecerla.

A partir de ahí, todo es un puro disparate sin lógica, coherencia, decencia ni buen gusto.
No conseguí entender qué carajo me estaban explicando, si es que había algo que explicar.
El miedo tan solo llega cada vez que miras el reloj, y ves que aun queda una eternidad para acabar semejante calvario, y excepto la exposición inicial, un par de escenas de por enmedio y el final, todo el resto es pura paja para rellenar lo que hubiese podido ser un cortometraje decente, que se ha dilatado hasta la exageración con diálogos tan interminables como vacios, y escenas que solo consiguen liarte a la par que amodorrarte.

Las interpretaciones, y ya es raro, son bastante buenas (a destacar la novia del prota, que vete a saber cual de los nombres de arriba es), la fotografia es su punto más destacado (pese a suceder en interiores el 80% del metraje), y el guión es una pura cochambre, que uno acaba por imaginar que al responsable le pagaban por línea escrita.

Ideal para ver con los ojos en las manos, es el summum del aburrimiento y solo se la recomendaría a enemigos, personas hiperactivas a las que les cueste conciliar el sueño, y listos de ésos que mean colonia y se despellejan las manos aplaudiendo cualquier birria rodada bajo bandera oriental.