Max Payne

El título es mentira, porque personalmente creo que ese mérito es de la segunda parte, que a un servidor le parece una de las historias policiales y de amor, más interesantes que ha podido visionar.

Pero, es la primera entrega de Max Payne la que asienta las bases. Y lo curioso es que lo hace apoyándose en novedades en su mayoría.

Los diálogos al igual que la trama (y ese formato comiquero para contar la misma) es un CABALLO GANADOR. Los personajes secundarios (Winterson, Bravura, etc) son también interesantes.

Los escenarios son también bastante diversos. Bien es cierto que el juego (hablamos del año 2001) no tiene una mecánica tremendamente sofisticada (quitando el BULLET TIME que fue desde luego lo que más dió de hablar en su día) y que al final la mayoría de cosas son tiros, más tiros, analgésicos y cinemáticas mediante cómic.

Pero tiene algo que contar. Porque no es el policíaco habitual y para ser una historia de venganzas era (y me temo que es) ORIGINAL DE COJONES.

1) El tiempo bala: Imposible no mencionarlo, en su día era una pasada. Hacia el juego más cinemático si cabe.

2) El trauma: La primera escena es digna de ensueño y las recurrentes pesadillas de Payne sobre el hecho en el que pivota toda la trama, son un acierto.

3) La estética de cómic. No me voy a cansar de repetirlo, si algo hace la historia de Sam Lake original y dinámica (además de fácil de acceder e incluso algo Tarantiniana) es por esa estética cómic, que explica de manera sencilla la historia. Cuadra y facilita que Max Payne pueda desarrollar sus sentimientos y filosofía.

4) Los personajes tanto principales como secundarios. Todos tienen su forma de ser, sus aristas, etc.

Y es que si se hacen las cosas así, pues cuando el juego funciona, haces una secuela que es una obra maestra.

Aunque luego lo humilles con una tercera parte que parece hecha para satisfacer a la generación VIDEOCLIP y una película que de una historia contada de manera tan original en el videojuego, NO PODRÍA SER MÁS RUTINARIA.

Ah y en cuanto al apartado de jugabilidad, sigue siendo una pasada de jugar. Aún a día de hoy.