Nang Nak: La mujer fantasma

En esa extraña mezcla que resulta de mezclar el drama romántico con el terror fantasmagórico se nos presenta una cinta de muy bella factura y de un impacto visual tan increíble en su última parte como tediosa es su primera. Nang Nak es sobre todo una historia de amor, y asi ocupa en la cinta más de la mitad del metraje. Si alguien espera fantasmas azulados sedientos de sangre humana con largos pelos y atemorizantes planos así como ortopédicos movimientos está bien confundido. Aqui no hay apariciones fantasmagóricas ni nada por el estilo, y salvo algún que otro plano vampírico, no hay ningun susto remarcable.

La primera parte de la película nos ofrece una historia de amor, con unos diálogos apropiados y sinceros a la par, pero que llegan a resultar pesados para el espectador, más aún si ha sido atraido por la etiqueta de "terror". Es la segunda parte, sin duda, la más entretenida de esta producción, dándole muchos puntos con unos planos y un incremento del ritmo más que inesperados. Todo sucede de una y no da tiempo a acomodarse y adaptarse a ese giro, a ese cambio de ritmo que poco tiene que ver con algo inesperado durante la película. Leer la sinópsis es leer la película porque realmente no ofrece nada más, no ofrece grandes sorpresas ni nada que no se pueda esperar, es sin duda la forma de contarlo lo que hace de esta película lo que es, un producto diferente y una demostración de que el drama puede unirse con el terror.

La sensibilidad oriental hace que la unión de estos géneros tan dispares no resulte un estrepitóso y esperpéntico ridículo. Esos conceptos metafóricos, esa ausencia de dialógos que enturbien las imágenes proyectadas y ese extraño contacto continuo con la naturaleza consiguen que todo converga adecuadamente, de manera muy diferente a otros dramas-terror como Epitaph donde había un gran impacto visual para ofrecer ese terror que tan bien se unía en sus minutos finales con un drama romántico. Aqui el terror esta en el concepto, más que terror, incomodidad.

Original, tediosa por momentos pero perdonable por su gran final, un poco de aire fresco para un género que acabaría siendo explotado a más no poder.