¡La verdad si yo miento!

Poquita gente se ha animado a ver esta entretenida comedia francesa que me ha hecho pasar un rato más que agradable. Gracias a ella, he podido descubrir nuevas caras del cine francés que tanto me gusta a las que no había visto aún actuando. Y es que si algo bueno tiene esta película es el magnífico elenco de actores que en ella participan, empezando por un entrañable Richard Anconina que estará dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de poder estar cerca de la chica a la que ama, una bella Amira Casar, actriz que había trabajado con el director español Carlos Saura. Junto a ellos podemos disfrutar de la magnífica actuación del veterano Richard Bohringer y del atractivo Vincent Elbaz, todos ellos dando una competente muestra de su buen hacer. A mí la película me ha parecido realmente entretenida, con toques de comedia y algún que otro toque dramático, con unos diálogos desenfrenados en ocasiones y con una pequeña visión de lo que es el mundo de los judíos en tierras francesas. De fondo, la ciudad de París, una de mis debilidades, con esa torre Eiffel que cierra la película.