El crimen de Pepe Conde

Muy buena comedia española que sólo por ser del año 1946 no es más conocida.
Secuela de "Pepe Conde", film que López Rubio rodó en 1941, adaptación de la obra de Pedro Muñoz Seca.
Maravillosos los gag cómicos del diablo que no es otro que un ilusionista asustando al crédulo Pepe Conde.
Curioso que la censura española pasara por alto las alusiones a ricos y pobres y los chistes a la iglesia.
Muy entretenida

Recuerdo haber visto al gran Gila en alguna película (El Ceniciento) y, por exigencias del guion seguramente, su intervención no resultaba graciosa, en tanto que sus monólogos en teatro y TV resultaban antológicos. Es posible que con el protagonista de esta cinta, Miguel Ligero, pudiera suceder algo parecido.

Miguel, es un don nadie que pretende a Antoñita Colomé, una atractiva muchacha que, en algún descuido, nos coloca sendas interpretaciones de copla. Este hombre sencillo se deja embaucar por los engaños de un ilusionista, al que cree el diablo, y que sirve a los intereses de un acaudalado marqués.

Quizá sea por los muchos años que han pasado, pero la comicidad de Miguel Ligero, apoyada en chistes obvios, el gracejo andaluz y el exceso gestual, no ha llegado a divertirme. La intervención del "diablo" sí tiene algún golpe de gracia ya que vemos como un mago de feria es capaz de materializar de la nada muebles, plantas... encender luces..., en planos en los que la posición de la cámara "fija" también se mueve, aunque no debería y por esto resulta gracioso.

Eran años difíciles y el esfuerzo en la producción se deja ver en algún escenario suntuoso, generosa aparición de extras y también de secundarios pero la ingenuidad del guion desanima a seguir su visionado tras los primeros 20'. Lo que pesan no son los años, son los guionistas que confiaron la solvencia del proyecto al humorista y le dieron muy poco para sacarlo adelante. Justamente olvidada.